Sergio Massa, Axel Kicillof y Máximo Kirchner mantuvieron una reunión con los jefes comunales.
Sergio Massa, Axel Kicillof y Máximo Kirchner mantuvieron una reunión con los jefes comunales.
PANORAMA PROVINCIAL

Cumbre oficial por las reelecciones que mete en apuros a la oposición

Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa se reunieron hace apenas unas horas. Con el despacho del Gobernador como único testigo, llegaron a la conclusión de avanzar con una reforma a la ley que limita las reelecciones de los intendentes para que puedan a volver a presentarse en 2023.
La presión de los jefes comunales del peronismo es grande, aun cuando surgieron algunas voces sueltas contrarias a cambiar la normativa que alumbró durante la gestión de María Eugenia Vidal. Justamente Massa es el menos convencido de ir por una reforma, producto de que fue copartícipe de aquel cambio que tiene para la exgobernadora mucho de legado político.
En la Gobernación están convencidos de que las reelecciones, al menos por un período más, quedarán habilitadas. Filtran encuentros reservados con intendentes radicales que se habrían comprometido a aportar votos para que la reforma salga. “Ellos no van a presentar nada, pero van a acompañar cuando se presente”, dicen cerca de Kicillof.
Ven además señales de algunos sectores del PRO proclives a hacerle una corrección a ese texto. Como la ley se sancionó en 2016, se interpreta que no puede legislarse en forma retroactiva y tomar como se tomó, como primer mandato de los intendentes, el que se inició en 2015. Una salvedad: la Corte nacional avaló la vigencia de una ley similar en el caso de Santiago del Estero. El retoque legislativo sería una aclaración: se establecería que el límite a desempeñar más de dos períodos consecutivos se empezará a contar desde 2019.
Anotan en la Gobernación algunas declaraciones de jefes comunales del PRO que justamente están planteando esa discusión. No dicen con todas las letras que hay que cambiar la ley, pero abren la puerta para que el tema de la interpretación del comienzo de la prohibición pueda ser discutido.
Cerca de Kicillof estiman que esa ley terminará saliendo antes de fin de año. Es el pago a los intendentes que resultaron empoderados tras las elecciones en las que fueron artífices del fuerte recupero del Frente de Todos y que le dio a la derrota final cierto tono épico.
La oposición arrastra en sus mochilas dilemas y prejuicios que pesan menos en las alforjas peronistas. Juntos se apresta, si es que finalmente el proyecto encuentra los apoyos necesarios, a transitar zonas de muy fuertes turbulencias. La Coalición Cívica está advirtiendo que no aprobará un cambio de esas características. Y algunos legisladores del PRO creen que la única forma de evitar una posible ruptura de los bloques por una votación dividida, pasa porque la mesa nacional del espacio emita una declaración de rechazo a cualquier modificación de la ley Vidal.
En medio de ese fuerte ruido político, Axel Kicillof trabaja en la definición de los cambios en su gabinete. Existen confirmaciones virtuales y especulaciones en las que vuelve a sobrevolar la sombra de Cristina Kirchner.
Hoy por hoy, porque se trata de una novela política que se escribe minuto a minuto, Sergio Berni seguiría más allá del 10 de diciembre junto a Kicillof. El Gobernador no quiere que se vaya e incluso para retenerlo dispondrá de partidas generosas para Seguridad en el Presupuesto que ingresará mañana a la Legislatura.
En la Gobernación bromean con Berni. Parafraseando al furioso Carlos Bilardo en aquel famoso entretiempo de Argentina-Brasil en el Mundial del ´90, le recuerdan que “los rivales son los amarillos y que los nuestros son los de celeste y blanco”. El Ministro se ríe y, por ahora, se queda.

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