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MARKETING APLICADO

Pan, sin demia

El aprendizaje posterior.

La pandemia aún no termina pero muchos están sacando conclusiones. Si pensamos netamente en cuestiones comerciales, algunos indicios refieren a cierto entendimiento sobre la importancia de contar con una marca bien posicionada. Repasemos este fenómeno que impulsa las consultas relacionadas con el marketing. 

El marzo nos cerraron el mundo y durante meses, el único punto de conexión entre oferta y demanda fue el canal digital. No me refiero a este universo como un medio (redes sociales, web y otras yerbas) sino como mensaje. 

Muchos, tuvieron que salir corriendo a decir algo más allá de su espacio físico y la relación personal. Ya no estaba el cobijo del local, la ambientación y la experiencia integral de servicio. La urgencia hizo que se note la incomodidad pero había que salir a mostrarse un poco, como sea. 

La economía de la atención se posicionó nuevamente por sobre todas las variables. El tránsito habitual de información se asemejaba a la hora pico en la General Paz y las marcas se mostraban como señales ordenadoras de la demanda. Algunas a los gritos, desesperadas; otras bien plantadas, señalizadas y con un trabajo previo que las hizo visibles, claras y concisas. 

Los patrones de consumo no se han modificado, solo han acelerado algunos procesos que por lo general, en nuestra ciudad requieren de un poco más de tiempo. En este sentido, los comercios locales deben seguir ajustando las estrategias para acercarse a su público objetivo. Pasar de la subestimación de las herramientas que proporciona la actividad a la compresión cabal, seria y profesional dentro de los temas a considerar al momento de desarrollar un negocio. 

Como dice el refrán, muchos siguen trabajando su mix de medios y mensajes como una fábula que les permite desarrollar un perfil artístico. Con decisiones que surgen desde algunos deseos incumplidos. Pan para hoy hambre para mañana y cuando surge la necesidad es tarde. 

La marca, con todas sus aristas es como un pan fresco. Alimenta siempre un negocio sin importar el contexto. Una inversión que muchas veces se pospone hasta que el mundo nos descoloca y nos da una bofetada. La Pandemia un día terminará, empecemos a proyectar el pan de cada día.  

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