La pandemia, la cuarentena y los gobiernos nacional y provincial que no dejaron que la educación vuelva a tener ese vínculo de retorno al aula.
El enorme compromiso y esfuerzo que llevaron adelante los docentes, equipos directivos, familias y principalmente los niños, niñas y adolescentes no está en discusión. Pero sí las consecuencias que nos dejan todos estos meses sin ese cara a cara tan necesario.
El impacto en la educación, la salud tanto física como emocional y en el bienestar de cada alumnos será enorme.
El daño a futuro deja en el camino a muchos que la virtualidad no pudo contener. Y a tantos otros que necesitaron salir a trabajar y ser el sostén y apoyo de su familia.
¿Cuál es el criterio para el gobierno cuando habilita los casinos y no las escuelas? ¿ Qué tipo de sociedad quiere cuando no lo ve como esencial?
El retorno al aula debe ser una prioridad, con los protocolos correspondientes y los cuidados necesarios. No podemos pensar un 2021 sin los chicos en las escuelas.
También es necesario después de esta crisis que el gobierno aumente los presupuestos en educación con especial atención a la necesidad de cada región.
Según Unicef: “En América Latina es posible que millones de los estudiantes más vulnerables no regresen a la escuela”.
Los alumnos deben estar en el aula, con la nueva normalidad, sin más excusas.
(*) Concejal por Juntos por el Cambio de Junín.
COMENTARIOS