En Ituzaingó, al oeste del Conurbano bonaerense el intendente local Alberto Descalzo (FpV) sacó a los empleados de la municipalidad a hacer una encuesta a los vecinos del distrito.
La particularidad del caso es que los entrevistados sólo escuchaban el nombre del propio jefe comunal en la grilla de candidatos.
Unos kilómetros más al norte, en San Fernando, el macrismo hizo gala de tener muchos seguidores y colocó mesas en las principales esquinas del municipio. Pero los vecinos se dieron cuenta de que los militantes no eran locales, sino que en su gran mayoría eran provenientes de la ciudad de Buenos Aires.
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