Después de 15 años hubo leves condenas para una banda que vendía bebés

Después de 15 años hubo leves condenas para una banda que vendía bebés

El caso tuvo gran repercusión mediática en 2009. La Justicia de Mendoza había allanado dos viviendas que funcionaban como clínicas de abortos clandestinos y venta de bebés.

Los investigadores lograron desbaratar una banda, integrada por dos obstetras, enfermeras, familiares y vecinos que actuaban de cómplices.

La causa se extendió durante 15 años y, recién esta semana, hubo condena. No llegó a juicio oral. Fue por el procedimiento de juicio abreviado, un acuerdo entre las partes, en el que cuatro principales imputados reconocieron ser culpables.

Consiguieron la baja de la calificación de la pena y fueron condenados a 3 años de prisión en suspenso, por lo que ninguno irá a la cárcel.

La denuncia que destapó la red y el comienzo de la investigación judicial es de febrero de 2009. Una llamada anónima alertó a la Policía de una clínica clandestina que funcionaba en un chalé de Guaymallén, en el Gran Mendoza. En la banda delictiva había dos ginecólogos: Silvia Irene Lorenzo (69) y Ernesto Aveiro Porcel, quien falleció el año pasado a los 86 años.

"Cuando me muera, tírenme a las fieras. Total, ya estoy acostumbrada", tiene Lorenzo como una de sus citas favoritas en su perfil de Facebook, donde dice ser "viuda", cuenta que estudió en la Universidad Nacional de Córdoba y resume: "Defiendo los derechos de las mujeres".

También estaban los cuidadores de los recién nacidos y entregadores a cambio de dinero. Uno era el hijo de la ginecóloga Lorenzo, Diego Horacio Funes (45). La otra persona involucrada" era Roxana Ascanio (53), una vecina. Usaban dos viviendas (una en la calle Sarmiento y la otra en Álvarez Condarco), ambas de la localidad de San José, Guaymallén, en el límite con la capital mendocina.

Cuando los policías allanaron una de las sedes de la falsa clínica, encontraron dentro de un moisés a una beba de apenas 20 días. Estaba sola y lloraba por hambre.

El mismo día, allanaron otra clínica y detuvieron a dos mujeres. Una de ellas era enfermera. Incluso en los procedimientos, la Policía encontró a dos bebés indocumentados.

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