Luego del caos que generó el paro de transporte en la Ciudad, el Gran Buenos Aires y distintos puntos del país el Gobierno anunció el levantamiento de la medida de fuerza durante la tarde. Fue a través de una declaración a la prensa que hizo el ministro de Economía, Sergio Massa, quien se puso al frente de las negociaciones con los representantes de los dueños de empresas de colectivos, a quienes acusó de querer “extorsionar” con el “lockout patronal” para obtener más fondos.
Massa también se quejó de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no estuvo presente en las negociaciones con empresarios y sindicalistas para levantar el paro de colectivos. “Es competencia del gobierno nacional, pero, además, nadie nos convocó”, respondió el jefe de Gabinete de la ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel.
La mesa de negociaciones se planteó en una jornada en la que la Casa Rosada redobló la presión sobre las cámaras empresarias con la amenaza de que, de persistir la medida, podría denunciarlos por una supuesta “retención indebida de fondos públicos”.
Massa, quien el jueves a la noche había decidido enfocar su agenda en otros temas de gestión, debió involucrarse personalmente ante la preocupación de que el desarrollo del paro tuviera un impacto negativo en su carrera rumbo a las Paso. Al final, el tigrense utilizó la resolución del conflicto como una plataforma para su campaña. Incluso, apeló a confrontar con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por no plegarse a la búsqueda de soluciones: “Nos hubiera gustado que la Ciudad esté en la mesa, que pongan el cuerpo, que hagan inversión y cuiden el bolsillo de los vecinos de Capital Federal y el Gran Buenos Aires”, arremetió.
Según contaron desde Economía, no hubo ninguna concesión por parte de Massa, quien se sumó a la reunión pasadas las 15, cuando las negociaciones estaban trabadas y los funcionarios de Transporte lucían agobiados por la intransigencia de los empresarios. Sólo les recordó que los fondos ya habían sido girados el miércoles y habilitó una mesa de trabajo a partir de este lunes "para ir buscando soluciones a los problemas de las empresas de transporte” para garantizar "que esto no vuelva a pasar".
"Queremos empresas fuertes, servicios públicos que la gente pueda pagar, trabajadores con buenos salarios, y queremos que todo sea fruto del consenso y el diálogo, no de la extorsión”, remarcó el tigrense, quien en privado les pidió "una cuota adicional de responsabilidad" a los empresarios.
Antes de sentarse cara a cara había sido especialmente duro con los empresarios. “A los que son parásitos del Estado y pretenden extorsionar no les tenemos miedo”, avisó al participar de un acto en San Fernando por la ampliación de una planta depuradora.
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