Martín Larraburu
Martín Larraburu en una de sus competencias.
ATLETISMO Y VIDA SOCIAL

Una actividad en pleno crecimiento: el triatlón como un estilo de vida

Tres disciplinas continuas le dan vida a esta forma de competencia: natación, ciclismo y pedestrismo. Un desafío apasionante que cada día atrae a más atletas dispuestos a pararse en la línea de largada.

La sensación de correr un triatlón, coinciden los atletas, nunca deja de ser emocionante. Una prueba de gran dificultad, que requiere de una intensa preparación previa. Resistencia, fuerza y capacidad mental son las cualidades necesarias para afrontar el desafío.
El triatlón consta de tres disciplinas que se disputan de forma continua e irremplazable: natación, ciclismo y pedestrismo. Las diferentes distancias propuestas en cada etapa vuelven a la actividad más atractiva y competitiva. Los participantes pueden encontrarse con la modalidad corta o sprint, que es la de menor trayecto. 
Luego, está la llamada distancia olímpica, que se implementa en los Juegos Olímpicos. Y después, vienen las de mayor tramo: el medio Ironman y el Ironman, con caminos más largos. En el último caso con una duración de largas horas.
Actualmente, son varios atletas de Junín que se encuentran preparándose para los próximas fechas del calendario. La mayoría de ellos coinciden en señalar el auge que ha tenido el triatlón en el último tiempo, que quedó plasmado en la cantidad de inscriptos en cada competencia a lo largo de todo el país durante el año.
El grupo La Legión, encabezado por Diego García, su presidente, tiene siete años de existencia. La pandemia de Covid-19 frenó los proyectos que planeaban concretar en el último tiempo. “Trabajamos para difundir el deporte en pruebas combinadas. Lo hacemos por placer, nadie gana un centavo y es el doble del sacrificio”, expresó García, consultado por Democracia. 
Además, destacó que están en la búsqueda de acompañar al triatleta desde el lado del entrenamiento y que puedan disponer de un lugar para encontrarse y realizar su deporte. “Hoy estamos trabajando en un lugar que nos dio el municipio por el camino costero, tratando de cercarlo y cerrarlo, así se puede comenzar a colocar el agua y la luz”, detalló.
En esa línea, García coincidió en que existe un boom de la actividad en los últimos años. “Si, gracias a Dios hay cada vez más atletas que van preguntando y se van animando. Es un mundo muy lindo, un deporte muy completo donde cada entrenamiento tiene un sabor especial y la combinación de los tres deportes es fascinante”, afirmó.
A la hora de hablar de triatlonistas importantes de Junín, no se puede pasar por alto el nombre de Martín Larraburu. “Toda mi vida hice deporte. Me lo inculcaron de chico y siempre busqué algo para no quedarme quieto. Había empezado con running, alguna carrera de montaña y no encontraba continuidad o que me apasione. En 2015 me anoté en mi primer carrera, de distancia olímpica, y de ahí no pare más”, relató a Democracia, sobre sus inicios en la actividad.


Luján Lugli es otras de las deportistas que forma parte de este grupo de personas entusiasmadas por el triatlón. “Lo que me llevó a correr, en mi caso, fue la necesidad de hacer deporte y que no sea en equipo por una cuestión de compromiso con otras personas. Además de poder organizarte los horarios a gusto personal. Son tres disciplinas que vas alternando día a día y no es siempre salir a hacer lo mismo”, destacó.
Si bien a simple vista se asemeja a un deporte individual, sus protagonistas aclaran que, detrás de cada atleta, se esconden grandes equipos de trabajo. “Yo tengo un entrenador que me pasa la parte de ciclismo y pedestrismo que las hago individualmente y me pone qué días tengo que nadar. La parte de natación la hago en grupo con los predadores a cargo de Diego Cuadrado y Nicolás Bogado”, contó Larraburu.
El caso de Lugli es distinto: trabaja de manera individual, sólo con un planificador que le manda una rutina de entrenamiento todos los meses de manera virtual y consensuada entre ambos. “Los próximos objetivos son en base a lo que a uno le gusta hacer y en mi caso ya son para la temporada próxima”, exclamó, acerca de lo que viene.
El calendario de triatlón va de octubre a marzo-abril. “Mi próximo objetivo es el Ironman 70.3 que se corre el 27 de marzo en San Juan y seguramente esa sea mi última carrera de la temporada. Mi meta es hacer una carrera por mes como mínimo de acuerdo a la distancia”, anticipó Landaburu.
Los dos atletas sostienen que luego de una carrera tan exigente se necesitan días de descanso pero no muchos tampoco. Lujan Lugli comentó que la preparación se da de manera gradual con una competencia como punto de partida y destacó que la alimentación pre y post carrera también cumple un rol fundamental.
Por otra parte, Larraburu apuntó que toda preparación tiene un pico que generalmente son dos o tres semanas antes de la competencia y a partir de ahí comienza una descarga hasta llegar a los últimos dos o tres días. Hay veces que la planificación sale y otras que no.
El triatlón pegó un gran salto en el último tiempo y acrecentó el número de personas que lo practican a diario en Junín o en otras partes del mundo. Ya sea al aire libre o en espacios cerrados, quienes se ponen el traje para ir a nadar, montan su bicicleta y salen a correr se definen como apasionados por lo que hacen. Apasionados por el deporte.

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