Alberto Barrientos es el director de la Escuela de árbitros de Junín, y además, fue referí en la AFA durante 20 años, de los cuales 10 participó en campeonatos internacionales organizados por la FIFA o Conmebol como juez de línea.
Barrientos, que desde abril del 2022 está al frente de la institución de referís de Junín, dialogó con Democracia, y manifestó la falta de vocación por parte de los árbitros en la actualidad, problemática que durante los últimos años se agudizó.
“Para ser árbitro te tiene que picar ese bichito, te tiene que atrapar. Muchos lo ven como una salida laboral, lamentablemente se perdió la vocación por el arbitraje. En la actualidad son muy pocos los que tienen esa llama interna”, inició.
“En estos tiempos muchos árbitros primero preguntan cuánto van a ganar. En mi época me decían de ir a dirigir un partido y lo hacía sin pensarlo. A través de mi trabajo intento que les pique el bichito por el arbitraje”, expresó.
Barrientos, que se retiró en diciembre del 2006, recordó cómo comenzó su labor como juez de línea y contó en los diferentes campeonatos que tuvo la oportunidad de trabajar.
“Cuando Carlos Coradina, director de la Escuela de Árbitros de AFA, me dijo que me veía muy bien como árbitro asistente fue uno de los días más tristes de mi carrera, porque yo quería dirigir. Sin embargo, tuve una trayectoria muy buena como juez de línea”, comentó.
“Fui juez de línea en partidos de Copa Libertadores, un Mundial juvenil en Holanda, Eliminatorias y algunos torneos internacionales más. Además estuve en la Primera División del fútbol argentino”, indicó.
“La diferencia entre el ámbito local y el internacional es grande. Cuando vas a dirigir en algún torneo organizado por la FIFA tenes un montón de privilegios, viajás en primera clase, te hospedás en hoteles de 5 estrellas, te vestís con la mejor ropa”, explicó.
Por último, el director de la escuela de árbitros en Junín habló acerca del crecimiento que tuvo en el último año la institución y se refirió a la importancia del arbitraje en su vida.
“Hay casi 40 árbitros en la escuela, en el último año incorporamos muchas chicas. Cuando ingresé a la institución había alrededor de 20 referís, y no contaba con instructores.
Creció mucho en el último año, trato de darles herramientas y motivarlos para que se enganchen. Por suerte va todo bien”, aseguró.
“Me apasiona el arbitraje y formar árbitros, ese es mi fuerte. Por eso seguí ligado a este mundo”, declaró.
“En mi vida primero está mi familia, luego el trabajo y en tercer lugar el arbitraje. Si invertimos las prioridades vamos a fracasar. Ese es mi lema”, concluyó.
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