El logo
El logo "D10S", listo para formar parte del trofeo dedicado a Maradona, fabricado por el orfebre Juan Carlos Pallarols.
EL PRESTIGIOSO ARTISTA LO UTILIZARÁ EN UN TROFEO

"D1OS": la historia de una creación juninense que será inmortalizada por Juan Carlos Pallarols

El logo, diseñado por Juan Ignacio Rustici, hace 18 años, vuelve a reinventarse de la mano del prestigioso orfebre, en un homenaje a Diego Maradona. En diálogo con Democracia, ofreció un recorrido por los orígenes de la representación que recorrió el mundo y sigue vigente, tras la muerte del "10".

Cuando transitaba el tramo final de la carrera de Diseño, en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), el juninense Juan Ignacio Rustici no podía imaginar que se convertiría en el creador de una de las representaciones más populares de Diego Armando Maradona, el ídolo máximo del fútbol mundial.
Mucho menos suponía que el logo "D10S", que lo tiene como autor, se reinventaría una y otra vez, de la mano de los artistas más prestigiosos, y trascendería cuanta frontera se le pusiera por delante, cada vez que la figura de Diego gira alrededor del mundo, una y otra vez, como en su época dorada como futbolista y también después. 
La muerte del Astro del deporte argentino, ocurrida el pasado 25 de noviembre, no bastó para condenar al olvido a la creación de Rustici. Muy por el contrario, su logo está a punto de resurgir, ahora como parte de un trofeo fabricado ni más ni menos que por el reconocido artesano Juan Carlos Pallarols.
La historia, sin embargo, reconoce un capítulo anterior: a pedido de Maradona, Pallarols había fabricado un trofeo en los tiempos en que Diego conducía el ciclo televisivo "La Noche del Diez", aquella exitosa superproducción de Canal 13, de principios de los años 2000. La pieza resultó subastada y, pocos meses antes de morir, Maradona le había encargado al orfebre un segundo trofeo, pero para conservarlo definitivamente.


Pallarols nunca llegó a cumplir con el pedido, porque la muerte sorprendió a Diego en su casa de Dique Luján. Sin embargo, el logo diseñado por Rustici era uno de los detalles incluidos en el trofeo, que será culminado de todos modos, aun cuando no llegará a su verdadero destino.  
"Ese es el momento cuando Juan Carlos toma contacto conmigo, para pedir mi autorización cuando decide incluir el logo de D10S en el trofeo y descubre que yo había sido quien lo diseñó. Me llamó para contar con mi autorización y desde ahí entablamos una relación muy linda, hablamos casi todas las semanas", contó Rustici a Democracia.
Para el diseñador juninense, su satisfacción primordial siempre fue haber sido testigo de cómo su creación perduró en el tiempo y alcanzó hasta el rincón más lejano del planeta. Sin embargo, conocer a Pallarols le permitió modificar su perspectiva. "Nunca me había preocupado en realidad porque se supiera que yo fui el creador del logo, pero él me ayudó a cambiar un poco esa postura", admitió. 
Con la muerte de Maradona, también quedó eternizada la duda sobre si alguna vez el "10" escuchó hablar de aquel estudiante de Diseño, oriundo de Junín, que se inspiró en él para crear el logo, que sigue vigente al igual que su legado en el campo de juego. 
"En realidad, nunca forcé un encuentro con Diego, ni intenté contactarlo por esto. Sí, cuando hice el logo, allá por 2003, me encontré con (su esposa) Claudia (Villafañe), que lo vio y le gustó mucho. Y la idea siempre fue utilizarlo para algunos proyectos, pero después se separaron y no se pudo hacer. Pero, probablemente, Diego haya conocido la historia", afirmó Rustici, dejando en claro que no apuntará el interrogante en el casillero de sus cuentas pendientes.
"No me quedo con esa incertidumbre de saber si Diego supo quién diseñó el logo, mi mayor satisfacción es de por sí la popularidad que tuvo. Haberlo encontrado y hablar del tema hubiera  sido algo así como la frutilla del postre, pero nunca me hubiera ocupado de buscarlo y tratar de generar un encuentro para esto, decirle que yo fui quien hizo el logo. Me hubiera gustado que se diera, por supuesto, pero no lo busqué", reflexionó.

El reencuentro con su descubridor
Rustici despertó una mañana con una idea que había merodeado entre sus sueños: la palabra "DIOS" pero con el número "10" reemplazando a las letras "I" y "O". Así, y tras hacer unos pequeños ajustes, presentó su logo "D10S" como parte de un trabajo práctico de la materia Taller de Diseño, cuya consigna consistía en realizar un diseño para un pack de DVDs. 
"No era algo tan complejo, simplemente había adaptado la estética del número 10 de la camiseta de Diego en el Mundial de México 1986 y al profesor le pareció que era algo que tenía mucho potencial. Creo que me tocó a mí traducir la idea al diseño, pero si no era yo, lo hubiera descubierto alguien más, porque el 10 siempre estuvo ahí, en la palabra Dios. Entonces, Diego siempre estuvo ahí", expresó. 
Pero para su profesor en aquella cursada, Marcelo Wischñevsky, había algo especial en la representación. "Cuando lo vio, supo que era algo importante y me ayudó a investigar si ya se había creado antes. Fue una tarea difícil, hay que recordar que en ese entonces no había redes sociales. Después de comprobar que no existía, me ayudó con el registro de la marca", relató Rustici, quien recientemente vivió un emotivo reencuentro con el docente, la primera persona que vio el logo "D10S" antes de que se volviera masivo.
"Hace unas tres semanas, se contactó conmigo, porque la actual directora de la carrera, Gabriela Friedman, y el decano de la UAI querían hacerme una entrevista. Así que vinieron a casa y los recibí. Fue un momento muy emocionante, pasaron 18 años desde que D10S 'nació en la UAI', por así decirlo", comentó.
Así como concretó esa especie de retorno al punto de partida del viaje de su creación, también espera por la visita del propio Pallarols, que podría darse en los días por venir. "Juan Carlos me dijo que antes de fin de marzo estará por Junín. Por supuesto, me ofrecí a viajar yo para encontrarnos personalmente, pero él quiere venir, así que lo esperamos en casa", exclamó, con la expectativa de que aquella obra que supo crear cuando todavía era un estudiante le regale, al final del verano, otra experiencia inolvidable.

COMENTARIOS