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EN PORTO ALEGRE

Por penales, Gremio venció a Independiente y alzó la Recopa

El Rojo se quedó con diez hombres por la expulsión de Amorebieta, pero logró sostener el 0-0 en los 90 minutos y en la prórroga. La definición llegó desde los penales.

Independiente saltó al campo de juego del Arena do Gremio de Porto Alegre para enfrentar al combinado local, que consiguió un empate 1-1 en la ida que se desarrolló la semana pasada en Avellaneda, con la ilusión de recuperar el antiguo rótula de Rey de Copas. Pero el tiro del final no entró, y Gremio gritó campeón por penales.
El Rojo debió disputar un primer tiempo en una postura desacostumbrada, al menos desde el arribo de Holan al banco de suplentes. Es que Gremio le planteó un partido para avasallarlo, con dinámica, recargando el juego por las bandas y aprovechando la noche iluminada de Luan, al que sólo le faltó efectividad.
Alisson y Everton le sumaron vértigo al ataque del conjunto conducido por Renato, el pasaje de los laterales hizo ancho al local. Y al Rojo, salvo a través de arrestos individuales de Meza o Leandro Fernández, le costó mucho escaparse del asedio.
Un detalle que no lo asistió: la falta de un ariete, de alguien que acunara el balón de espaldas para convocar a los mediocampistas al campo adversario (un Gigliotti, suspendido), generó que la pelota regresara rápido a los botines de los hombres de Gremio.
Así, Amorebieta fue héroe a los 7', cuando sacó en la línea la definición de Everton. Y resultó villano, a los 41, cuando vio la roja por dejarle el tapón tatuado a Luan, en una acción en la que el árbitro Cáceres apeló al VAR para dilucidar qué sanción correspondía.
También lo tuvo Luan, sobre el final de la etapa inicial, con un toque que pasó junto al palo de Campaña. Independiente, excepto por un remate de Fernández en el que Grohe dio un rebote peligroso, casi no inquietó.
Holan buscó reordenar a la tropa en el complemento, con Figal para acomodar el fondo y Benítez para usufructuar los espacios. También intentó bajarle el ritmo al partido. Padeció a los 8', cuando Everton hizo volar a Campaña.
Pero logró su cometido. Aguantó con orden y aplomo. Por momentos muy cerca de su área, pero con los hombres bien distribuidos. El Gremio fue perdiendo la paciencia y la lucidez. Y los minutos fueron llamando a la prórroga. La estrategia del “aguante”, con un omnipresente Nicolás Domingo, supuso zozobra en la prórroga. A los 6', el ingresado Jael estrelló un cabezazo en el travesaño.  El segundo minitiempo entregó cuatro chances claras para evitar los penales, tres para el local y una para la visita. Finalmente, los disparos desde los 12 pasos sellaron la consagración del Gremio por 5 a 4, por la falla de Benítez.

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