Cuando Martín Demichelis le insistió a Lionel Messi sobre la necesidad de visitar al médico Giuliano Poser se estaba por iniciar un capítulo especial en la extraordinaria carrera deportiva del rosarino. La escena se remonta a 2014.
Había finalizado el Mundial de Brasil y mientras la Pulga seguía con bronca por no haber podido levantar la Copa el defensor del Manchester City volvió a la carga: “Tenés que ir...”
Messi le hizo caso, viajó hasta Sacile un pueblo de 20.000 habitantes en el norte de Italia y se puso a las órdenes de Giuliano Poser, kinesiólogo y nutricionista italiano de 59 años, muy amigo de Demichelis, quien para muchos es un verdadero “mago de la medicina deportiva”.
Rápidamente “Lio” se sometió a una rutina que incluyó cambios en su forma de alimentación más un tratamiento con medicinas naturales que le permitieron bajar entre tres y cuatro kilos además de desaparecer para siempre los vómitos durante los partidos y quedar menos expuesto a las lesiones recurrentes.
Poco a poco comenzó a verse otra versión del capitán de nuestra Selección que había logrado reinventarse para seguir batiendo récords y obtener una triple corona inolvidable que incluyó la Liga, Copa del Rey y Champions League.
Poser, que también atendió al Kun Agüero también por recomendación de Demichelis, rompió su silencio habitual a pedido de un medio escrito italiano para contar detalles de su trabajo y destacar que “Messi ha tenido la intuición y la humildad de intentar hace algo diferente en su vida profesional”.
Trabajo y conocimiento ha sido la combinación determinante para obtener óptimos resultados en el más alto nivel de la competencia deportiva. Demichelis ha reconocido que “Cuando conocí a Poser aprendí a comer y por eso traté de convencer a Leo para que vaya a verlo”. Por el mismo consultorio que cobijó a Messi han pasado ciclistas, futbolistas y esquiadores del primer nivel que también han ido incorporando nuevos hábitos alimenticios a la rutina que habitualmente siguen en sus respectivas especialidades.
El médico italiano que es actor central de esta historia ha preferido en todo este tiempo mantener su bajo perfil. Su tarea en el Udinese y el Palermo resultó la rampa de lanzamiento para su fama y la mejor promoción resultó el boca a boca de los propios futbolistas. Como Messi han sido varios los jugadores que llegaron hasta el consultorio que funciona en el pequeño pueblito norteño de Italia para asegurarse la mejor condición física frente a las exigencias de los torneos europeos.
“Yo ayudo, explico, pero el que va al gimnasio es Messi, el que descansa es él, el que sabe qué comer y cuando es él”, aseguró en la misma nota periodística el médico deportólogo para explicar donde está el secreto de su tratamiento.
Quienes siguen muy de cerca la actuación del astro argentino aseguran que la mano de Poser ha resultado decisiva para que el conductor del Barca vuelva a ser picante en los metros finales de la cancha aún en los momentos finales del juego y que hayan desaparecido para siempre los molestos vómitos y las lesiones que perseguían al rosarino.
El ex futbolista italiano Fabio Rossitto, que también fue atendido por el doctor Poser, explicó como trabaja el facultativo :”El primer paso son unas pruebas donde él consigue ver como responde y reacciona el cuerpo...Te coloca unas ampollas con alimentos en el estómago para medir tus niveles de fuerza muscular. Contrapone esas ampollas a tus músculos; si, por ejemplo, no consigues levantar un brazo o una pierna, es que ese tipo de alimentos te hace daño y es negativo para ti”.
De acuerdo al testimonio del ex jugador del Udinese y el Nápoli, después de esas pruebas “Poser te recomienda que alimentos incorporar o quitar de la dieta; tiene una capacidad tremenda para llegar a la raíz de los problemas”.
Lo cierto, real y concreto es que el Messi de 2015, aunque conserva toda la calidad y la inteligencia que lo han llevado a la cúspide, ha mejorado notoriamente en el aspecto físico. La mano de Poser ha venido a coronar una combinación perfecta entre el fútbol y la medicina. Los resultados están a la vista.
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