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MAQUINAS, O VOLVER A LOS HUMANOS

No piense que es la canción de Queen de la década del ´80. Es que implementaron el sistema de detención del cronómetro de juego a través del silbato de los árbitros. Y falló tres veces, dos en situaciones de cierre de cuartos.
Es  más, funciona con aparatos de frecuencia modulada (emisor y receptor) y estamos en la Argentina. Cuando algún vivo descubra la frecuencia con la que trabajan, el partido termina en escándalo porque va a parar el juego cuando le convenga a su equipo y no le van a poder echar la culpa a nadie. No van a saber si es local o visitante. Es imposible de determinar. Hasta ahora como práctica va todo mal.

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