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TURISMO COMPETICION 2000

Gabriel Ponce de León arribó sexto en Oberá

Con este resultado el piloto de nuestra ciudad perdió chances matemáticas en la lucha por el título. La competencia final -no se corrió la clasificatoria por lluvia- fue ganada por José María «Pechito» López. Martín Basso es el único que le puede dar pelea al líder Matías Rossi, que ayer abandonó.

Si hubiera empezado en la primera del año, quizás la historia sería otra. Así como Matías Rossi mostró su talento hace dos años al entrar en TC 2000 y se consagró en su segunda temporada. Así como Norberto Fontana deleitó a los argentinos cuando volvió del exterior y entró en la categoría con el Toyota para ser campeón apenas un año después. José María López aplastó con esa misma contundencia en las tres carreras que ganó este año, en su primera experiencia en TC 2000. Manejó distinto a todos, hizo radios de giro especiales, diferentes, y avanzó con solidez desde el octavo puesto. Se tocó con Carlos Okulovich, uno de sus compañeros y siguió adelante. Se tocó un poco más fuerte después con Fabián Yannantuoni, en el mismo lugar, y salió con lo justo de un trompo casi seguro. Ambos roces fueron en la misma curva, el retome de la bajada nueva rumbo a la recta principal. Ahí se notaba que eligió ir por otros radios de curva, porque sorprendía a sus rivales. Tenía una deuda pendiente consigo mismo. Ganar en la lluvia. El año pasado en la GP2 Series, le tocó vivir una de las peores experiencias de su carrera cuando, ganando en Hungría con esa misma condición de pista, hizo un trompo solo y perdió la carrera. Perdió, dicen algunos, mucho más que eso. La posibilidad de seguir en el programa de pilotos jóvenes Renault y la continuidad del camino hacia el sueño de la F1. Sólo él lo sabe, pero la sola mención de la importancia de ha tenido esta victoria sobre el agua algo de eso dice.
Con una limpia maniobra en la última curva, paso a Okulovich y se fue adelante para ganar sin complicaciones. El misionero le presentó resistencia porque quería ganar en su tierra, pero no pudo ser, sin embargo fue enorme su trabajo conteniendo a Guillermo Ortelli que buscó pasarlo pero no pudo romper el 1-2 de los Civic amarillos.
La otra carrera era por el campeonato. Rossi debía salir delante de sus rivales para ser campeón y de a poco lo iba logrando, porque esperó para avanzar hasta quedar quinto delante de Martín Basso.
Sólo tenía que mantenerse, pero fiel a su estilo, ese que no sabe de especular, intentó adelantarse a Ma-riano Altuna para dejar un auto entre el suyo y el Ford oficial del rafaelino, pero se excedió y lo tocó en la frenada. La maniobra no hubiera tenido consecuencias si Rossi levantaba y dejaba entrar a Altuna delante suyo, pero no fue así. Aceleró sin pensar en ese toque con el que lo había corrido levemente del radio de giro y lo pasó. Las autoridades tardaron muy poco, la evidencia del video era elocuente y decidieron penalizarlo. Una vuelta después, en el mismo momento en que se mostraba el cartel en la recta a la espera del paso del campeón, uno de sus ingenieros se lo comunicó por radio, y Rossi se despistó. Al volver a boxes, Rossi reconoció con grandeza que «cuando mi ingeniero me avisó por radio que estaba penalizado, no supe mantener la calma, cerré los ojos un instante y me salí de la huella. Es un error que no debería haber cometido. El equipo me volvió a dar un gran auto, que funcionaba muy bien en el agua, algo que a mi no me había sido muy favorable en otras oportunidades.» De todos modos, y mas allá de la humildad de Matías, vale recordar que el título lo ganó el año pasado en Paraná, corriendo bajo la lluvia, y haciendo maniobras tan increíbles como hace sobre el piso seco.
A partir de ese momento de la carrera de Oberá, las cosas se simplificaron para todos. Sin Rossi en pista se trataba solo de entrar en la zona de puntos para mantener posibilidades matemáticas de seguir en la pelea. Spataro y Coscia se tocaron en la relargada y una vuelta después el cordobés se despistó abandonando y quejándose del de Renault. Basso pasó a Altuna y se fue para adelante, pero tuvo dos contratiempos. El primero fue un toque involuntario de Ponce de León. Después, otro con Emiliano Spataro que casi le hace perder el puesto con el tricampeón. Su compañero, entendiendo que las posibilidades de Basso eran mas importantes «le aguantó» la posición para que llegue quinto y descuente un poco más. Ledesma y Silva no pudieron sumar los puntos suficientes para seguir en la lucha. El chaqueño llegó en los puntos pero solo se llevó dos, que no alcanzan. Se quejó de una carrera en la que «se cansaron de chocarme», dijo después. Sus acusaciones eran silenciosamente para dos Astra oficiales.
El campeón de TC lidió con un auto muy indócil y se despistó varias veces. Se despidió del campeonato sin oportunidades de defender sus pretensiones como hubiera querido.
Campeonato: 1. Rossi 148; 2. Basso 100; 3. Ledesma 93; 4. López 92; 5. Ortelli 91; 6. Silva 90; 7. Bueno 84; 8. Ponce de León y Spataro 81; 10. Bugliotti 58.

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