En los primeros dos meses del año, en el marco de un fuerte ajuste por parte del Gobierno nacional, se duplicó la cantidad de personas que buscan trabajo en Junín. Así lo afirmó a Democracia el titular de la Oficina de Empleo del municipio, Sergio Pérez Volpin.
“Si bien siempre hemos recibido gente, es algo que no se daba hasta el momento y hoy tenemos unas 350 personas que se acercan por mes a la Oficina”, afirmó. Además, reconoció que “han disminuido los pedidos de las empresas en lo que va del año”.
“Los puestos varían según las capacidades laborales de las personas, sus experiencias y objetivos, pero en mayor porcentaje en oficios varios”, agregó. Y continuó: “Actualmente tenemos de community manager, gerente de logística, casero para campo y operario para instalación de fibra óptica”.
Cabe recordar que la tasa de desocupación se ubicó en el tercer trimestre de 2023 en 5,4%, el valor más bajo de los últimos cinco años, pero aun así hay más de 4 millones de personas que están buscando activamente un empleo en el país. ¿A qué se debe? a la enorme masa de ocupados que buscan una nueva fuente de ingresos.
Según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, el 14,8% de la población urbana económicamente activa son ocupados demandantes de empleo. Esto quiere decir que, aunque tienen trabajo, están activamente buscando otro, ya sea para acceder a una segunda fuente de ingresos o para reemplazar el empleo que tienen en la actualidad. Entre ellos, casi la mitad (45,9%) son además subocupados, lo que indica que trabajan menos de 35 horas semanales.
Al respecto, Pérez Volpin explicó que esa situación “se siente desde hace varios años, no es de ahora. Los salarios no alcanzan para vivir, hay mucha precarización laboral, y la gente debe tener dos y en algunos casos hasta tres trabajos para llegar a fin de mes”.
“Los salarios de convenio, que ahora se acomodaron un poco, no alcanzan. Una persona que trabaja en blanco por ahí tiene que sí o sí buscar otro trabajo para poder llegar a fin de mes porque no llega”, dijo.
Y destacó que “los servicios de la Oficina de Empleo básicamente consisten en orientar a las personas en su búsqueda de empleo. Tenemos una falencia enorme en la preparación que tienen que tener las personas cuando salen a buscar trabajo. Y eso muchas veces les complica o les dificulta el acceso al empleo”.
Entonces, “hacemos mucho hincapié, tenemos entrevistas personalizadas, hacemos coaching para que las personas puedan primero ponerse a pensar cuál es su fuerte, es decir, en qué quieren trabajar, y cuál es su objetivo”, señaló.
“Y en base a eso, crear su currículum y también empezar a generar las capacitaciones necesarias para llegar a ese objetivo. Eso es algo que hacemos a diario, tenemos entrevistas todos los días y notamos mucho eso”, agregó Pérez Vopin..
Entonces, “como consejo de la Oficina de Empleo, es que sean considerados todos estos puntos a la hora de empezar a encarar la búsqueda laboral y saber cuál es el objetivo personal que se tiene. Es un servicio que es gratuito y que notamos que la gente lo necesita un montón”, afirmó.
Además, indicó que además de la Oficina de Empleo, existen empresas de consultoría privadas “a las cuales la gente puede acudir porque son puertas que se abren también al mundo del empleo y que hacemos un trabajo diario también de contacto con empresas para también generar la necesidad”, subrayó.
También, el año pasado, “se hicieron cursos de capacitación sobre distintas actividades u oficios y hacemos un trabajo coordinado también con el Centro de Formación Profesional, y Unnoba Oficios, para que la gente tenga toda la información necesaria para poder crecer en el mundo del trabajo”, concluyó.
Retracción y despidos
Gustavo Nani, licenciado responsable de la consultora Gestión de Recursos, afirmó a Democracia: “Algo que está pasando mucho es que las empresas, al haber retracción en el consumo, y retracción en las ventas, desvinculan al personal. Y, con menos personal, atienden las tareas que antes realizaban con la misma cantidad de gente”.
Y el profesional amplió: “Hay empresas que tenían diez empleados, pasaron a reducir sus planteles y a trabajar con siete. Lo que se observa en el país, también pasa en el comercio de Junín y la zona. No ocurre lo mismo en los rubros relacionados con el campo, que están tomando personal, principalmente en lo que es ingenieros agrónomos y personal específico relacionado con las tareas del campo”.
Sobre los despidos, afirmó que “al no ver los empresarios una perspectiva de mejora en las ventas en el corto plazo, se ven obligados a desvincular personal para disminuir los costos fijos mensuales”.
“El fenómeno del segundo trabajo se da principalmente en el trabajo informal, en la gente que está en negro y no le pagan lo que corresponde, entonces se ven obligados a buscar un segundo trabajo para pagar los gastos mensuales. Se trata de la gente que está en negro y la gente de menor edad, de 20 a 25 años, solteros, que no tienen posibilidades de ingresar al mercado formal”.
Más demanda por provincia
En detalle, y en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, a nivel nacional hay 1.086.000 desocupados y 2.975.000 ocupados demandantes (1.367.000 de ellos son subocupados), tomando como referencia la población total urbana (no está contemplada la población rural). En total, entonces, hay 4.061.000 personas que están buscando trabajo.
Los números mencionados hasta el momento dan cuenta de la situación general del país, pero lo cierto es que el escenario es muy diferente para cada jurisdicción. En algunas la demanda de empleo es relativamente baja, mientras que en otras es alarmante.
Según los datos publicados por el Indec, una de las provincias más comprometidas en ese sentido es Tucumán. Esa provincia tiene un 6,3% de desocupación (mayor a la media) y 25,2% de ocupados demandantes. Esto significa que casi una de cada tres personas que conforman la población tucumán económicamente activa está buscando trabajo.
No es muy diferente la situación de Córdoba, que tiene una tasa de desempleo del 6,1% y un nuevo de ocupados demandantes de 23,5%. También Jujuy se encuentra en esa situación; aunque su índice de desocupación es bastante menor (3,6%), la cantidad de ocupados demandantes de empleo asciende a 24,2%.
En el otro extremo aparece Formosa. De acuerdo a los datos publicados por el Indec, la tasa de desocupación de esa provincia es de 1,8% y el índice de ocupados demandantes de empleo es de apenas 4,1%. No obstante, se debe tener en cuenta que también su población económicamente activa (PEA) es muy baja en comparación a la media (36,6% contra 47,3% del total nacional). Por lo tanto, se trata de un mercado laboral particularmente chico.
No es ese el caso de Santa Fe, que con una PEA de 48,1%, mantiene el desempleo en 5,1% y la ocupación demandante en 7%. Chaco, por su parte, tiene sólo 3,5% de desocupación y 7,7% de ocupación demandante.
Caída en la facturación
La disminución de las ventas en los comercios de Junín y la región promedia el 30 por ciento, aunque en algunos casos trepa al 60 por ciento, según advirtieron esta semana desde distintas cámaras que agrupan al sector comercial e industrial y que, incluso, compartieron un encuentro en La Plata con el gobernador Axel Kicillof y su equipo para analizar la prominente retracción del consumo.
Marianela Mucciolo, presidenta de la Sociedad Comercio e Industria de Junín (SCIJ), afirmó a Democracia que el nivel de ventas “está estancado” y “se nota muchísimo la recesión y, hasta ahora, no cambia para mejor”. Y agregó: “Tenemos casos de bajas en las ventas de hasta el 50 por ciento”.
En sintonía, Carlos Cappelletti, de la SCIJ y FEBA, que asistió, el lunes pasado, a la convocatoria del gobernador Axel Kicillof a las cámaras que representan al sector, afirmó a este diario: “Se hizo un planteo de la situación actual del comercio, la abrupta caída de los niveles de facturación y, como contrapartida, los excesos en los incrementos de las erogaciones, tanto por los costos de la mercadería como por los servicios, impuestos nacionales, provinciales y municipales”.
De acuerdo a lo expuesto en la reunión, la caída de la facturación fue uno de los puntos que genera más preocupación en el sector. “En el ámbito provincial, la caída en las ventas va del 30 al 50 por ciento, según los sectores, ya que aún aquellos que andaban bien, relacionados con el petróleo, la minería, la agroindustria, han caído en la facturación en forma abrupta”, afirmó Cappelletti.
“Al tener un aumento tan fuerte en los gastos, como los combustibles, paritarias, alquileres, la actividad comercial se torna insostenible”, advirtió.
Con respecto a Junín, afirmó a este diario: “Hay mucha expectativa puesta en que le vaya bien al sector agropecuario en el interior provincial, tan ligado al campo. Pero la caída del consumo es abrupta porque el proceso inflacionario provoca una pérdida del poder adquisitivo y que haya menor cantidad de dinero disponible. Y si a eso se suma que se tenga que pagar más por la obra social, los servicios, luz, gas, combustible e impuestos, la consecuencia es que hay menos dinero para el comercio, el turismo y los remedios”.
Según lo expuesto, la caída de la facturación en Junín, en promedio, es del 30 por ciento, aunque según el rubro, debido a que hay algunos en donde se sintió más. “Hay comercios que han caído entre el 50 y el 60 por ciento, y otros rubros menos del 30”, indicó.
“Ahora, que caiga el consumo de alimentos primarios es un dato que llama mucho la atención, lo mismo que el de los medicamentos”, alertó.
Por su parte, Daniel Reus, presidente de la Federación del Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense (Fnenb), afirmó a Democracia: “La situación de las pymes en la región es muy variada, pero todas manifiestan una tendencia a la baja en las ventas, con muchos reclamos, en especial por las subas de las distintas tasas e impuestos, ya previendo la suba de las tarifas, con la caída en las ventas”.
Y agregó: “Participamos de una reunión, junto a casi cien comerciantes e integrantes de cámaras de la provincia de Buenos Aires, con el gobernador Axel Kicillof y su equipo, ahí se le pudo exponer las problemáticas del sector y debatir, y quedó confirmado que las ventas, en general, andan flojas. Hay algunos rubros que se están manteniendo, pero son las excepciones”.
“Los rubros como indumentaria, calzado, regalería, son los que registran una mayor caída en las ventas. Quizás los que se mantienen son los de consumo de alimentos, que muchas veces tienen promociones con Cuenta DNI, como las carnicerías, verdulerías, panaderías, que estarían manteniendo el consumo”, señaló.
“En el caso de Pehuajó, no tenemos registros de despidos, pero si esto sigue de esta manera, se está empezando a analizar. Cuanta más cantidad de habitantes tienen las ciudades, se nota más, es lo que hemos venido charlando en algunas reuniones”, dijo sobre eventuales despidos en el sector.
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