Un importante número de vecinos y comerciantes de la zona del paso bajo nivel de Rivadavia asistieron, anoche, en el Club San Martín, a una nutrida reunión convocada ante la parálisis de la obra y el perjuicio económico que vienen sufriendo los negocios del barrio, debido al corte del tránsito vehicular.
En este sentido, los vecinos coincidieron en la necesidad de reabrir la circulación vehicular, al tiempo que hubo fuertes cuestionamientos por la falta de explicaciones oficiales y la ausencia de funcionarios municipales y representantes del Gobierno nacional durante el encuentro.
“La tasa a los combustibles recauda 15 millones de pesos por mes, aproximadamente. Nunca se explicó para qué se usa ese dinero, ahí está la plata, ahí tiene la plata la Municipalidad de Junín para tapar el pozo” y rehabilitar el tránsito, propuso Fernando Mercado, de la YPF Di Marco. También reclamaron que se ordene el tránsito y mayor seguridad en la pasarela metálica.
Asimismo, vecinos en general expresaron su preocupación, ya que deben desviar todos los días por los pasos a nivel de Alberdi o Primera Junta, por distintos motivos, sea para llevar los chicos a la escuela, irlos a buscar, hacer trámites en distintas reparticiones públicas, consultas médicas, etc. Como así también las urgencias médicas, los siniestros, los accidentes e incendios que pueden ocurrir en barrio Belgrano y en otros sectores aledaños, cuando el tiempo es lo que más cuenta para su atención.
Un enjambre de motos, autos, camionetas y camiones transitan calle Alberdi, la cual está en mal estado debido a su uso intenso, y este también es un punto más que quieren destacar los vecinos que reclaman la reapertura del tránsito vehicular por calle Rivadavia.
Descarrilamiento y caos
Se teme que vuelva a ocurrir lo que ya pasó: el descarrilamiento de vagones, como sucedió días pasados, durante varias horas cortando el tránsito vehicular por el paso a nivel de calle Alberdi, quedando menos opciones para pasar de un lado a otro de la ciudad.
Otro aspecto es la situación de personas adultas mayores, con problemas de movilidad o propios de la edad, o también discapacitados motrices en general, que antes cruzaban el paso a nivel caminando y hoy no pueden subir el puente allí puesto.
La inseguridad es un ítem que tampoco se puede obviar del análisis de la situación generada, dado que a veces no son solo peatones sino también ciclistas suben el puente, con riesgo para quienes caminan por allí, más allá de lo que pueda ocurrir de noche, como hurtos, robos y demás.
Anoche, todas las voces fueron escuchadas por los medios presentes. Democracia y TeleJunín realizaron la cobertura del reclamo vecinal cada vez más insistente porque no hay visos de solución inmediata, la obra del puente bajo a nivel está paralizada, no hay gente ni máquinas trabajando y el temor es que todo ese predio de importantes dimensiones quede así durante años, partiendo a Junín en dos.
Durante el último tiempo, se han escuchado repetidas veces las voces de varios vecinos, en principio oponiéndose al corte de calle Rivadavia, quizás temiendo que ocurriera lo que pasa con la Terminal de Ómnibus nueva, que aún no se inauguró y hace 13 años que se inició la obra.
“Están matando a los comercios”
“Debido a la falta de movimiento están matando a los comercios del barrio”, expresaron los dueños de negocios en las manzanas cercanas al paso a nivel en cuestión. “Todos tenemos más gastos de dinero y pérdida de tiempo, al tener que ir por otro paso a nivel. Asimismo, tememos por la desvalorización de las propiedades y la inquietud de los peatones de tener que pasar si o si por el puente”, apuntaron otros.
Aclararon también que no fue el de anoche un acto político sino una movida ante la ciudad que ha quedado dividida en dos. “Estamos desesperados por la situación, queremos que alguien nos escuche y nos devuelva la normalidad”, manifestaron.
La preocupación es aún más creciente porque desde el gobierno nacional fijaron la posición de que se continuaría con las obras públicas avanzadas en un 80 por ciento, pero como la de Junín solo tendría un 15 por ciento de avance, el pronóstico no es alentador. Por lo pronto, la empresa concesionada ya se había ido de Junín.
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