Con tono muy crítico, la concejal Emilse Marini (Juntos por el Cambio) se refirió a la reapertura de Casa Huerta por una comisión de estudiantes que habían abandonado sus estudios. Pero, en opinión de la entrevistada, ese objetivo se desdibujó completamente.
“Casa Huerta terminó siendo un tema de política partidaria, de militancia política. La foto en la que está el secretario General de Suteba, Roberto Baradell, con la precandidata a concejal, Francina Sierra (Unión por la Patria), habla de que realmente no nos equivocábamos cuando decíamos que se había hecho del lugar una bandera política”, resaltó, y añadió: “Estos chicos fueron desertores durante la pandemia. Recordemos: 180 días sin presencia de nadie… Son adolescentes que quizás durante la pandemia tuvieron que salir a trabajar en una realidad económica muy dura y no volvieron a la escuela”.
Y continuó: “Entonces la provincia de Buenos Aires, con buen tino, crea un programa que se llama Escuelas Secundarias Profesionales. Pero no se crea una escuela sino que es un programa que depende de escuelas de Junín: como la Técnica 1, donde hay una comisión que funciona en Trenes Argentinos, y ahora se abrió una nueva comisión en Casa Huerta con 10 estudiantes, a los cuales los van a llevar diariamente a ese lugar, articulados con el Centro de Formación Profesional para que obtengan un título secundario más un oficio”.
En esa instancia, la edil planteó la pregunta “¿Es necesario abrir y gastar tanto dinero en la reconstrucción de aulas de Casa Huerta, en transporte para llevar 10 estudiantes y empezando en agosto? Las clases empezaron en marzo. Esa misma comisión podría haber funcionado en cualquiera de las escuelas secundarias de Junín que –recordemos- hay 23. Y hay algunas que tienen pocos alumnos. O sea que esto además fortalecería la matrícula de esas escuelas”.
Llegado a este punto, la opinión de Marini es tajante: “Tiene que terminar de caer esto de Casa Huerta que ha sido, lamentablemente, una bandera de la política militante de Suteba y del Frente de Todos/Unión por la Patria, cuando queremos que en las escuelas hayan menos militancia y más educación, pedagogía y enseñanza”.
Marini dio como hechos que confirman su afirmación las “miles de fotos que en estos últimos 20 días todo el mundo ha visto en las redes sociales de concejales y candidatos yendo a la escuela todo el tiempo”. Cosa que –agregó- tiene el agravante de restar tiempo de enseñanza y aprendizaje.
Fondo Educativo
La concejal oficialista también rechazó críticas lanzadas desde la oposición al Gobierno municipal por la supuesta mala gestión del Fondo Educativo. “Lo administra el Consejo Escolar junto con el intendente Pablo Petrecca y está destinado a todo lo que tiene que ver con educación. Por eso uno puede recorrer escuelas, y yo lo he hecho todos estos meses con el Concejo Deliberante estudiantil, y pude comprobar que las escuelas están pintadas. Si pasan por la escuela 41, está pintada, toda refaccionada, la escuela 16... y así. El vecino lo puede constatar”.
Pero Marini reforzó la idea de que “hay un uso correcto de ese fondo” al explicar que “está regulado por el Tribunal de Cuentas”. En su opinión, estas acusaciones contra el Ejecutivo comunal constituyen un “mito” construido con declaraciones de “algunos concejales de la oposición”.
Y sumó el ejemplo de problemas operativos de la Educación cuya solución en realidad corresponde al Gobierno provincial. Es el caso del transporte escolar y, puntualmente, de los de alumnos de escuelas especiales no tienen autorizado el transporte, o se autorizaba una combi cuando estaban pidiendo un micro porque deben tener espacio para subir sillas de ruedas, entre otros equipos.
“Decían ‘por qué no se pone el dinero al Fondo Educativo’ y… porque son partidas diferentes: la autorización del transporte le corresponde a la Dirección Provincial de Transporte. Por estos días escuchábamos al gobernador (Axel Kicillof) hablar mucho sobre el derecho a la educación… Y el derecho a la educación también es tener clases todos los días, tener transporte escolar y que no haya un paro en la provincia de Buenos Aires en solidaridad con Jujuy. Y esta fue la única provincia que lo hizo”, explicó Marini.
“Había más control del ausentismo”
La concejal Emilse Marini admitió que el ausentismo docente es un problema importante y aportó que “durante la gestión de Juntos –en Nación y Provincia- se había creado una app a la que los docentes debían subir su certificado de enfermedad para justificar el ausentismo”.
Ese instrumento sigue estando, pero no estaría dando los resultados esperados. “Entonces había mayor rigurosidad y control. Si alguien presentaba en reiteradas oportunidades un certificado que durante todos los meses se enfermaba de jueves a domingo, bueno, al segundo certificado era llamado a la junta médica y se le sugería que, por ejemplo, consulte a un especialista en función del diagnóstico que presentaba”, recordó Marini, quien admitió que con estas actitudes “no se valora lo importante que es para los estudiantes que sus docentes estén; ni se valoran las ventajas de trabajar en el Estado”, concluyó.
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