El Correcaminos juninense en plena acción.
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PILOTO PROFESIONAL

Federico Pérez: “Arranqué de cero y cumplí todos mis objetivos”

Referencia del automovilismo local, compitió en distintas categorías junto a diversas escuderías. Es el corredor con más podios en la historia del TC Pista, con 27. En diálogo con Democracia, hizo un repaso por sus inicios, analizó la carrera que viene desarrollando y contó que hoy su foco está puesto en su paternidad.

Pasado, presente y futuro de una figura del automovilismo juninenses. Federico Pérez posee una vasta trayectoria en el mundo del automovilismo y se ha hecho un lugar a base de persistencia, trabajo y resultados. Por ello, ha representado a distintas escuderías y ha sabido competir en distintos categorías y circuitos, perdurando, aún hoy, en la competencia.

La actualidad lo encuentra en el Turismo 4000 Argentino, sobre el cual, en diálogo con Democracia, analizó: “El presente es bueno. Somos regulares y el auto funciona bien.

Nuestro principal objetivo es la pelea por el campeonato y la sumatoria de puntos carrera tras carrera”.

De hecho, en la última presentación, que tuvo lugar en La Plata el fin de semana pasado, logró el segundo puesto en la final de la competencia, detrás de Nereo Queijeiro, quien fue el ganador, y anteponiéndose a Alejandro Roma, quien completó el podio.

Su infancia

Un tío campeón del mundo con Independiente (Sergio Merlini), y otro tío que llegó hasta la Selección (Jorge Clara). Una gran parte de la familia aglutinada y ferviente por la pasión en el mundo del fútbol. Pese a ello, a Pérez le llamaron más la atención la velocidad, las pistas y los motores.

De hecho, si bien sigue a Sarmiento e hincha por nuestro representante en la Liga Profesional, no es un alocado por la disciplina. “Miro los partidos y, si no puedo, mínimamente, me informo los resultados. No sé quién juega en particular, como puede saber el hincha. Tengo muchos amigos muy fanáticos y apasionados con quienes iba a la cancha en la adolescencia”, contó. 

“Ahora soy muy cabulero y hace mucho que no voy y, si llego a ir y pierde, me agarra la locura”, agregó.

No es casualidad. Sus raíces fierreras, con una gran influencia que trascendió las generaciones, fueron sus abuelos y padre quienes le heredaron el gusto por el automovilismo. “A ellos les gustaba mucho y mirábamos juntos las carreras”, reconoció. 

Algo no menor es ser oriundo de Junín, como así hizo mención al decir que “nací en el barrio Eusebio Mansilla así que, desde ahí, empecé a mamar el automovilismo. Mis amigos corrían en moto y siempre estuve vinculado al deporte motor, generándose en mi cada vez más pasión hasta tomarlo como algo laboral”.

Como toda persona, en la adolescencia, Pérez, también coqueteó con otras disciplinas aprendiendo de los distintos deportes. Al respecto, rememoró que hizo todos los deportes y detalló: “Fútbol, en Moreno y Newbery, como así también rugby donde pasé más tiempo. A los 17 me fui a estudiar. Igual, tengo que reconocer que, siempre fui más fierrero”. 

De tal forma, y cerca de alcanzar la edad de 40 años, puede afirmarse que acumula cuatro décadas de pasión por los fierros. 

Análisis de carrera

La mitad de su vida estuvo y está ligada a un volante, desenvolviéndose en una profesión que lo marcó. Sin embargo, hay un momento en particular que, puede decirse, marcó un antes y un después en la vida de Pérez. Al respecto, contó: “Siempre me decían que cuando ganara mi primera carrera en el TC Pista las cosas iban a cambiar”.

Y profundizó: “Me sentí consagrado cuando empecé a profesionalizarme mucho más, trabajando mucho más físicamente, mentalmente y conductivamente. Se puede decir, ´siendo mejor piloto´, pero todo a base de trabajo”.

Pese a destacar ese momento, no se dejó enceguecer por las mieles de las victorias y aclaró: “Obviamente que he ganado, pero también he perdido carreras y maniobras, como muchas otras cosas. Siento que me consagraría como piloto si pudiera vivir de esto realmente, pero es a nivel personal la lectura”.

En gran parte, tal análisis se desprendió de su bagaje en distintas disciplinas en las que ha sabido transitar. Sin embargo, no se quedó con una en particular, sino con distintos momentos y procesos.

Acerca de esto indicó: “Me ha gustado todo lo que he manejado, lo he disfrutado muchísimo: el Mouras, el TC Pista, las camionetas, el Turismo Nacional y, hoy por hoy, el 4000. No me arrepiento de nada”.

“Me sentí cómodo con los autos que funcionaban bien porque ahí las cosas son más simples y los resultados positivos. Eso te deja tranquilo”, reflexionó.

Y no solo disciplinas fueron, sino también varias escuderías las que representó y, aún hoy, mantiene una buena relación. “En algunos me ha ido mejor y en otros peor. En algunos he discutido y, después, he arreglado las cosas a través del dialogo. Siempre el mejor recuerdo con los equipos, mecánicos, marcas”, comentó. 

Y destacó: “Soy hincha de Chevrolet, pero me han tratado bien con todas las marcas: Ford, Dogde, Torino y en todas me ha ido bien”.

Futuro

Tras realizar un balance de su carrera, Pérez priorizó la cosecha realizada, lo cual lo mantiene tranquilo. De tal forma, si bien se mantendrá ligada a la disciplina, sus prioridades no se reducen a lo deportivo, sino a lo social.

“Mis objetivos a futuro están ligados a lo laboral y familiar: tener una buena crianza como padre hacia mi hija y tener una estabilidad laboral”, compartió. 

Y expresó que “en la parte deportiva, creo que he cumplido todos mis objetivos: llegué a lo máximo en el Turismo Carretera, soy el piloto con más podios en el TC Pista, hice un podio en el TC en los mil kilómetros, ahora tengo la invitación de (José Manuel) Urcera para correr los mil kilómetros también; he ganado con todo lo que he corrido y soy un agradecido de haber arrancado de cero, sin nada, y haber llegado hasta donde llegué”.

Más allá de eso, fue, es y será un apasionado del mundo de los fierros. “Obvio que me gustaría correr en el TC 2000, en una cupecita, en la tierra, en todo. Soy un fanático del automovilismo 100%”, dijo.

Acerca de lo que es la vigente competencia, ponderó a Mariano Werner: “De los chicos nuevos es quien más me gusta. Es un tipo que está en todos los detalles”, señaló.

Anécdota con Guri Martínez

Si bien ya tiene varios años de competencia en el lomo y varios galardones por triunfos, la anécdota de Pérez se desarrolló en el marco de un autódromo, pero no dentro de las pistas, e involucra a un referente como Omar Martínez. 

“Tengo un recuerdo gracioso, que podríamos decir tragicómico: compartí equipo con el Guri en el 2014, cuando él fue campeón. Era el último campeonato y yo hacía TC Pista”, contextualizó y detalló: “Para las competencias teníamos una bebida energizante, de una marca reconocida, de manzana para tomar. Un día la cambiaron y lo que tomé fue pis del Guri”. 

“Pensé que era jugo, pero lo que estaba tomando era otra cosa”, remató entre risas el piloto juninense.

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