El candidato a vicepresidente por la Unión para el Desarrollo Social, Javier González Fraga, estuvo en nuestra ciudad para presentar algunas de sus propuestas económicas y explicar la coyuntura internacional en la que se enmarcan las políticas aplicadas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
En este contexto, el economista dialogó con la prensa local y aseguró: “Tenemos un equipo económico que mira para otro lado y se la pasa tocando la guitarra”.
Además, indicó que la crisis mundial “ya está repercutiendo” en nuestro país y que la Argentina “no está blindada” a los acontecimientos internacionales.
-Vino a nuestra ciudad a presentar sus propuestas…
-Por supuesto, estamos en plena campaña, con la convicción de que tenemos mucho para pelear todavía. No estamos preocupados solamente, como dicen algunos, por poner más diputados en la legislatura. Estamos peleando la presidencial y estamos peleando las ideas, porque esto sigue después del 23 de octubre.
El mundo se está poniendo más complicado y esto nos obliga a los argentinos a entender que la política no puede ser sólo imagen, sólo estrategia electoral, sino que tenemos que abordar los temas que hoy están amenazando la continuidad de esta evolución.
-Entre esas amenazas está la resolución judicial que llegó a la redacción de ADEPA, donde están pidiendo la lista de periodistas que han escrito algo relacionado con el tema inflación…
-Yo no estoy ni entre los que les parece que es lógico eso, ni tampoco estoy alarmado por eso. Es una más de un sistema de amedrentamiento de la libre expresión. Esperemos que no sea nada más que pedir la dirección.
A mí no me van a amedrentar para nada. Voy a seguir hablando del tema inflacionario. Creo que la Argentina necesita una dosis de ética en este aspecto de institucionalidad y por eso yo estoy trabajando para el radicalismo, que creo que es el partido mejor posicionado para restablecer los valores republicanos, que son los que están amenazados con actitudes como esas.
-A las empresas privadas las han silenciado con multas…
-Por supuesto. Y las han silenciado, sobre todo, porque la mayoría de las instrucciones son telefónicas. Moreno es conocido porque no manda ninguna instrucción por escrito y simplemente amenaza telefónicamente. Creo que tenemos que terminar con esta mala calidad de funcionamiento institucional de la Argentina.
-¿Qué opinión le merecen las determinaciones de algunos intendentes radicales de municipalizar la campaña?
-Entiendo que haya lógicas de este tipo a nivel municipal, inclusive a nivel provincial. En general, la tracción es siempre de arriba hacia abajo: son los candidatos a presidente los que arrastran a los demás, y entonces encuentro que a veces se justifica que algunos intendentes o gobernadores se distancien, más allá de que hay algunas cuestiones de modalidades y formalidades que no son las correctas.
-Dado que la conferencia se realiza en el salón de la Sociedad Rural, ¿va a hablar de políticas agropecuarias?
-Sí, creo que la política industrial es la columna vertebral de la política económica en este Gobierno y, por supuesto, que este es un centro industrial sumamente importante. Estamos convencidos de que la Argentina debería volver a ser una potencia agroindustrial, generando no solamente materia prima, sino valor agregado a esas materias primas.
A las pocas semanas de haber dicho esto en la apertura de la Rural de Palermo, la presidenta salió a decir el mismo discurso, pero yo creo que no lo acompañó con las acciones que nosotros aconsejamos. Empezando por liberar el mercado del maíz y del trigo.
-¿De qué manera puede llegar a repercutir la crisis internacional en la Argentina?
-No hay ninguna duda de que ya está repercutiendo. En parte se ve con esta salida de capitales, la caída de la bolsa, la caída de los precios de los títulos públicos. Si hoy el Gobierno tuviese que salir a los mercados internacionales, tendría que pagar tasas de interés parecidas a las de Venezuela, mucho más altas que las de Brasil, Chile y Uruguay. Es el mercado emergente que más ha sido golpeado. El riesgo país ya está en casi 900 puntos.
La crisis no nos golpea como si tuviésemos una alta deuda, pero nos golpea porque estamos muy dependientes en el superávit interno y el superávit fiscal de nuestras corrientes comerciales. No se puede decir, como ha dicho la presidenta, que estamos blindados frente a esta crisis y no se puede seguir andando por el país tocando la guitarra. Creo que hay que ocuparse de este problema.
-¿Esto puede llegar a repercutir en el bolsillo del ciudadano común?
-Ya el año que viene el ritmo de crecimiento va a ser mucho menor que el de este año. La tasa de interés va a ser mucho más alta. El tipo de cambio no se va a modificar a corto plazo, porque el Gobierno va a seguir pisándolo, pero eso nos va a hacer perder competitividad y seguramente va a cambiar el ritmo de devaluación pasado el 23 de octubre.
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