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EL HUMO SIGUE PRESENTE EN JUNIN

Bajo cumplimiento de la ley que prohíbe fumar en los espacios de acceso público

A dos meses de la sanción de la Ley 26.687 -que convirtió a la Argentina en un país “libre de humo”-, en varios bares, restaurantes y boliches de la ciudad continúan permitiendo el consumo de tabaco.

Pese a que la Ley 26.687, sancionada en junio de este año, prohíbe terminantemente el consumo de tabaco en ambientes cerrados de acceso público, gran parte de estos espacios siguen acogiendo a los miles de fumadores de la ciudad, quienes también parecen hacer la “vista gorda” ante las normativas vigentes.
De esta manera, el bajo cumplimiento de la Ley, sumado a la falta de controles y a la poca consideración de los adictos, continúa poniendo en riesgo la salud de quienes prefieren llevar una vida sana y “libre de humo”.

Bares y boliches

Hasta hace dos meses, la ley argentina permitía fumar en espacios privados de acceso público, siempre y cuando sus dueños o apoderados tuvieran en cuenta ciertas obligaciones, tales como separar correctamente los salones de fumadores y no fumadores, o ventilar de forma adecuada el ambiente reservado para los adictos -entre otras-.
Sin embargo, las excepciones a la prohibición de fumar quedaron anuladas a partir de la sanción de la Ley 26.687, que convirtió a la Argentina en un “país libre de humo”.
Pese a ello, en gran parte de los bares y restaurantes de la ciudad, los clientes pueden “darse el gusto” de pitar un cigarrillo, sin que las autoridades pertinentes se dignen a aplicar la ley.
En algunos lugares, incluso, se permite fumar a partir de determinada hora -en general, cuando, después del horario de cena, se bajan las luces-, como si de esta manera se hiciera menos visible la trasgresión.
Resulta cuanto menos curiosa la respuesta formulada por el encargado del bar-restó Cortés, quien señaló que el sitio está dividido para fumadores y no fumadores y la legislación prohíbe expresamente que se fume en lugares cerrados, admitiendo la violación de la norma y la infracción a la ley. En diálogo con DEMOCRACIA, el responsable de Cortés -cuyo nombre no quiso develar- afirmó: “Acá tenemos un sector para fumadores, pero está bien dividido del sector de no fumadores. Para pasar al baño, por ejemplo, los fumadores tienen que pasar por el salón de no fumadores, y no al revés. Por eso, en general, nadie se viene a quejar por el humo. Igual tengo entendido que la prohibición es a partir de enero del año que viene”.
Por su parte, Lucas Blanc, propietario de los boliches Rumi, Uma y Off the Record, expresó: “Es muy complicado hacer el control. Nosotros lo estamos haciendo de a poco, marcando con un láser y hablando con los chicos que están fumando. Lo que tratamos de hacer es concientizar a la gente, pero no podemos erradicarlos de golpe, porque si no dejan de ir”.
De todos modos, indicó, “la gente de a poco está tomando conciencia y fumando menos. Muchos salen a fumar afuera por su propia elección”.

Menos clientes

Quienes cumplen con la Ley, aseguran que a partir de la prohibición de fumar perdieron una cantidad importante de clientes y cuestionan, asimismo, la falta de controles para sus pares, ya que tildan a esta situación de “injusta” y “desleal”.
En efecto, el no cumplimiento de la legislación perjudica en forma directa a quienes hacen su trabajo ajustándose a las normas establecidas y debido a ello ven desertar de las mesas a muchos clientes, “incluso de años”.

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