La actividad industrial mostró algunos buenos signos este año.
La actividad industrial mostró algunos buenos signos este año.
LAS PERSPECTIVAS PARA 2022

Afirman que se recupera el comercio y la industria en Junín, pero faltan incentivos

Empresarios y referentes locales dieron detalles de la situación que atraviesa el sector y reconocieron que hay un repunte de la actividad, pero se mantiene la incertidumbre sobre el rumbo de la economía.

Un informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) refirió una importante recuperación de la actividad industrial en este año; actividad en la que también se destacó un aumento del 56% en las exportaciones, de acuerdo a los datos presentados en el marco del 20° seminario ProPymes.

Del mismo modo, el sector comercial, con algunas variaciones de acuerdo a los rubros, mostró un repunte paulatino tras el levantamiento de las restricciones.
No obstante, lo que parecen buenas noticias, gracias a estos datos recogidos en lo que va del año, ambos sectores se encuentran expectantes de cara al 2022 y piden por reglas económicas claras para poder proyectar.

Democracia dialogó con el contador y analista del sector pyme, Abel Arostegui; los empresarios Claudio Perkusic, de Perkusic Hnos., y Ricardo de la Fuente, de Indelplas; el presidente de Comercio e Industria, Marcos Maroscia  y el secretario General del Sindicato de Empleados de Comercio, Federico Melo, quienes detallaron aspectos de cómo cierra el año para el sector y las expectativas para el 2022. 

Desde el Municipio, según el secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Albarello, se busca alentar la inversión privada con exenciones impositivas, y a ello se suma el nuevo parque industrial. 

La industria, “de menos a más”
Si bien aseguran que durante el 2020 la actividad industrial había alcanzado los niveles prepandemia, con un primer semestre muy afectado por las restricciones y un segundo semestre con una recuperación, impulsada por el crecimiento de sectores como la construcción, línea blanca, maquinaria agrícola y la industria automotriz, referentes locales aseguran que en muchos casos el repunte impactó de manera diferente según los rubros. 

“En 2021 el sector fue de menos a más por lo que fueron los cierres”, aseguró Arostegui, titular de Pyme360 Consultora, sobre la industria, quien también destacó cuestiones más relacionadas a “las reglas de juego del mercado, de las políticas económicas que afectaron a la industria con el cierre de importaciones, y que se vio afectado el aprovisionamiento de insumos en algunos rubros puntuales”, entre los que detalló neumáticos, maquinaria agrícola, en donde “se vio dañada la oferta de productos, por lo tanto inevitablemente la escasez provocó aumento de precios y a su vez escasez de stock”.

A su vez destacó que “la cuestión del aprovisionamiento de insumos viene con delay en la producción. Lo mismo pasó en su momento con el sector de la producción, lo que era ladrillos, y hubo desabastecimiento y gente en espera para comprar”, algo que “chocaba con una demanda  creciente  en el mercado de la construcción porque no se podía viajar y se elegía construir, pero se encontraba con que no estaban todos los productos”. 

Por su parte, Perkusic destacó: “El sector nuestro, en cuanto a industria de fabricación de planta de silos y accesorios, es un rubro que dentro de la situación, que por ahí no es buena, anduvo bastante bien”, y detalló que “el cereal  ha tenido buen precio durante este año y se ha producido bastante movimiento; las ventas no son una locura, pero están en una situación más o menos aceptable”.

Reconoció que “al menos permite cubrir la producción que tenemos de acuerdo a la cantidad de empleados que tenemos”.

El empresario De la Fuente refirió: “En lo particular hemos tenido un año relativamente bueno la primera mitad, algo complicado la segunda mitad y entendemos que las perspectivas económicas para el año que viene son bastante negativas. Nosotros visualizamos  que probablemente va a ser un año de una profunda crisis económica en Argentina por problemas sin resolver”.

Repunte del comercio
Si bien destacó un buen cierre de año para la industria, Marcos Maroscia aclaró que no es la misma situación que el comercio.

“El comercio está ahí”, sugirió, “parecía que arrancaba, pero es solo un repunte. Estamos lejos de una reactivación que se refleje en números”.

Comparado con el año de la pandemia, 2020 exactamente, aseguró: “Pudimos empezar y terminar con locales abiertos. Lo cual es muy bueno, aunque se trabajó para cubrir un poco lo que pasó en 2020”.

“Podemos decir que termina positivamente, pero no estamos conformes con la realidad del consumo y porque la comparación con 2020, un año de pandemia, es muy desigual”.

A su vez aseguró que de un relevamiento se percibe que “diciembre aún sigue con el mismo ritmo y no cambió como otros años”.

Maroscia resaltó: “No hay un peso en la calle, los costos aumentan, pierde valor el sueldo. Realmente se necesita que levante mucho más para verlo reflejado”.

Por su parte, Melo destacó el avance de la vacunación “que permitió que muchas de las actividades que venían complicadas tengan un respiro. Estamos viendo en el sector comercial una reactivación muy paulatina”.

“En estos días estuve reunido con distintos rubros del sector, y, dependiendo del rubro con el que hables, dicen que han tenido una evolución en esa reactivación, haciendo un balance positivo, y otros te dicen que están igual que el año pasado o peor. Creo que eso se debe también a esta situación de la pandemia que hizo cambiar muchas costumbres”.

Por ejemplo, destacó que “el sector de electrodomésticos y jugueterías tuvo una reactivación fuerte porque la gente estaba dentro de la casa”.

“Este año las prioridades son otras, la  inflación nos está pegando golpes mes a mes y el salario no alcanza”.

Melo destacó la apertura de comercios en distintas arterias y aseguró: “Vemos mucho más movimiento en la ciudad, obviamente por el sector gastronómico, si bien el hotelero no ha tenido una reactivación creemos que se va a tener que dar de manera inmediata dado el turismo que estamos recibiendo y vamos a recibir en los próximos meses”. 

Tres segmentos, tres realidades
Arostegui se refirió a tres segmentos afectados de diferente manera entre 2020 y 2021 y que hoy acusan diferentes realidades.

“Algunos que ya conocemos, que fueron severamente perjudicados por la pandemia, y en algunos casos tuvieron que cerrar, como turismo, gastronomía, muy perjudicados a nivel mundial y que comenzaron a repuntar ahora, ya terminando el año. Sobre todo con algunos buenos programas del Gobierno, con reintegros en los viajes nacionales”, expresó.

Luego, refirió: “Tuvimos sectores para los que la pandemia pasó desapercibida, no la vieron directamente y sobre todo en nuestra zona, pujantemente agrícola. El agro no se vio tan afectado por la pandemia, en sus diferentes aristas, rubros y empresas, desde las semillas, hasta las máquinas”.

Y luego hay otro segmento que, según destacó “encontró beneficios en esta época de pandemia y fueron las alternativas cuando no tenían posibilidad de venta al público”.

En ese sentido destacó el sector de la construcción, “un canal en el cual la gente volcó dinero, al no poder viajar”. Y otro que “es ya particular de cada empresa, que salieron ciertamente beneficiados, por ingenio propio, porque encontraron nuevos canales comerciales que no tenían, y hoy por hoy cuentan con los canales tradicionales  de ventas, más aquellos que incorporaron en la pandemia”, indicó en referencia a las plataformas de comercio electrónico y redes. 

Incertidumbre hacia el 2022
Pensar en el año que viene, para algunos empresarios genera incertidumbre por la situación económica y las medidas. 

Perkusic aseguró: “Nos resulta preocupante ver el año que viene porque no sabemos el rumbo económico que va a tener el país. Es todo muy incierto y es muy difícil trabajar, proyectar o hacer inversiones cuando no sabés cómo va a estar el mercado”.

“Al no tener reglas claras de juego, en cuanto a la parte económica, todo es más difícil”, refirió.

“Nosotros una parte vendemos acá en el país y otra parte exportamos y no sabemos si el cambio va a seguir bajo. Hay una rentabilidad muy baja y nos preocupa mucho no saber qué rumbo va a tomar la economía, si van a devaluar o no. Es muy inestable todo y difícil pronosticar nada” lamentó.

El empresario aseguró que se necesita “tener reglas claras en cuanto al tipo de cambio, cómo lo van a manejar, evaluar costos y saber, si exportas, a qué precio del dólar vas a recibir el pago. Más que nada pedimos una perspectiva económica.

Previsión para poder tomar decisiones en cuanto a producción, tomar gente, proyectos de inversión”.

A su vez refirió problemas con la materia prima: “Hay ciertos artículos que las fábricas demoran en entregarlos. Pasan precios en dólares, pero luego los suben”. 

El analista Arostegui dijo que “en estos últimos meses, si hay un optimismo, buen semblante, se nota en las empresas, por el repunte”, pero asegura que también hay “incertidumbre” en el marco de la pospandemia o lo que pueda ser una nueva ola.

“Si bien tenemos un poco el diario del lunes con lo que va pasando en Europa, pero no es una alegría y un crecimiento totalmente definitivo”, aseguró y describió un panorama con “optimismo pero con cautela”.

De la Fuente consideró que “va a haber cuestiones críticas el año que viene, lo siento como un año bisagra donde hay decisiones que tomar, hay que sincerar la economía, sincerar las tarifas, hay que ordenar las cuentas y promover la producción, liberalizar las exportaciones, cosa que este Gobierno no está viendo todavía”.

“Creo que la necesidad va a provocar que naturalmente en el segundo semestre del 2022 se van a ver obligados a tomar ciertas medidas, a contrapelo de su gusto, pero lo van a hacer por extrema necesidad.

Por ejemplo, ya habría que haber liberado la exportación de carne, para que ingresen dólares. Argentina tiene una necesidad desesperante de dólares”, remarcó. 

“Las variables económicas tienen cuestiones que funcionan naturalmente”, dijo, “si Argentina no tiene ingreso de dólares, por más que fabriquemos mucho billete lo único que vamos a generar es inflación y desabastecimiento de productos estratégicos, lo tecnológico, lo médico, ni siquiera vamos a tener energía. Hemos perdido el autoabastecimiento energético”. 

De aquí en adelante, aseguró: “Veo que la necesidad de implementar ciertas medidas, por necesidad y no por placer, van a empezar a generar en el segundo semestre de 2022 y más de cara al 2023 un cambio de rumbo económico para Argentina”.
Maroscia espera “que la industria siga el buen camino y siga creciendo”.

En el plano del comercio, señaló: “Somos optimistas, pero en tres meses hay que pensar y no se puede planificar. No hay un plan claro, no hay reglas claras, no hay un rumbo. Así que más que optimismo no hay”. 

Inversión y nuevo Parque Industrial
Según Albarello, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico municipal, “se está trabajando para que en los primeros meses del año que viene haya oferta privada de metros cuadrados disponibles para la producción tanto en una zona de logística como en un parque de baja complejidad”.

El funcionario aseguró que ello sería una forma de “dar respuesta a las más de 30 empresas que han solicitado lotes por expediente para instalarse en el Parque Industrial”.

“Desde el Municipio se busca  adecuar la oferta económica del metro cuadrado y hacerlo accesible para la producción. Esto encuadra dentro de la realidad del Parque Industrial existente y la gran cantidad de empresas que se han instalado en los últimos años y la necesidad de buscar nuevos espacios para la radicación de empresas”, explicó.

Sumado a esto “la adecuación de  la normativa que nos permitirá acompañar a la gente que quiere invertir en Junín, que consiste desde exenciones impositivas hasta mejoras en los trámites de habilitaciones”.

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