UN LUGAR PARA “EL BIENESTAR PERSONAL Y CRECIMIENTO INTERIOR”

De Rosario a Junín: creó un vivero en su quinta y realiza ferias entre la naturaleza

Se trata de la rosarina Cintia Heisterborg quien desde hace 17 años vive en el Cerrito Colorado, donde además, construyó un jardín cubierto de plantas y vegetación en el que un domingo de cada mes decenas de emprendedores locales muestran sus productos.

Hace 17 años que Cintia Heisterborg llegó a Junín desde la ciudad de Rosario donde, tras recibirse de ingeniera agrónoma, se encargó durante un prolongado tiempo de realizar diseños de parques y mantenimiento.
Cuando arribó a nuestra ciudad se instaló en el barrio Cerrito Colorado, donde vive y desde hace 3 años tiene su propio “Vivero Naturalezza del Cerrito”, en un terreno en el que predomina un amplio jardín, el cantar de los pájaros y tranquilidad.
Un domingo de cada mes, se realiza una feria de emprendedores locales donde muestran sus productos rodeados de plantas y vegetación en la finca ubicada en calles Regimiento Quinto de Línea y Los Grillos.
En diálogo con Democracia, Heisterborg expresó que “desde un principio siempre tuve la intención de tener un vivero o producir plantas, siempre que tuviesen que ver con la parte ornamental y las medicinales, que me interesan mucho. Por diferentes circunstancias no me había atrevido a abrirlo al público”.
“Por eso continué con mi tarea que venía haciendo desde Rosario de diseño de parques y jardines mientras me iba vinculando. Mientras tanto comencé con la producción de unas plantas herbáceas perennes no leñosas como por ejemplo las salvias, y flores”, aclaró. 
“A esa altura, lo que iba produciendo lo iba utilizando a parte en los jardines que diseñaba hasta que un momento sentí la necesidad de dejar de salir, ya que me implicaba estar muchas horas a fuera”, agregó. 
“En esas cosas de la vida vino una vecina y me dijo ‘por qué no te animás’ y me dio un empujoncito para ponerle las pilas y armar el vivero. En estos tres años, despacito fui ampliando, sumando y abrí las puertas al público”, destacó.
“Además fui construyendo el jardín con canteros con la idea de que no era para mí, sino para compartir. Ese fue un motor base de mi amor por las plantas y la naturaleza. La idea es que la gente lo pueda tomar como un paseo y vivenciarlo”, indicó la ingeniera agrónoma. 
“Como siempre me interesó el bienestar personal y el crecimiento interior, me parece que van de la mano con la naturaleza y la conexión con la tierra. Hago charlas, clases de yoga, talleres de huerta y cerámica. Recientemente hicimos una charla de cosmovisión andina que es para el alma”, subrayó.
“Desde hace un año comenzamos a hacer un domingo al mes una feria de artesanos y emprendedores cuyo requisito es que sean trabajos hechos por ellos. La idea es que cada uno pueda mostrar lo que hace, sus habilidades y productos para que tenga contacto directo con la gente”, remarcó.
“El objetivo es que entre todos creemos un día de paseo y vivencia en donde todos nos mostremos  en beneficios de todos y sin costo. Siempre pasamos una tarde hermosa y pasan muchas cosas lindas en un domingo diferente para muchos”, concluyó.

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