Patronales, sindicatos y movimientos sociales de Brasil se unieron en diferentes actos para defender la democracia ante la ofensiva del presidente Jair Bolsonaro contra el proceso electoral, a menos de dos meses para los comicios. El acto central tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo (USP), donde cientos de personas se congregaron para la lectura de dos manifiestos contra los “ataques infundados” que cuestionan “la limpieza” de las elecciones, en una jornada calificada de “histórica”, que terminó con gritos de “Fuera Bolsonaro”.
“Tenemos un presidente que es muy hostil a la democracia. El acto demuestra que esa aventura de ruptura no es aceptable”, afirmó el jurista Oscar Vilhena, principal articulador de uno de esos manifiestos, que ha reunido casi un millón de firmas desde que fue divulgado el pasado 26 de julio.
Bolsonaro, que en las últimas semanas se ha mofado de estos documentos, que tildó de “cartitas” con sesgo “político”, tiene en su punto de mira a las urnas electrónicas que el país usa para el conteo de votos desde 1996 sin ninguna sombra de sospecha.
A través de ese sistema, elogiado en multitud de ocasiones por observadores internacionales, el capitán retirado del Ejército fue elegido diputado federal cinco veces y presidente en 2018. Pero ahora sostiene, sin pruebas, que las urnas electrónicas no son “transparentes” y propician “fraudes”, tesis a la que se han sumado algunos sectores de las Fuerzas Armadas y grupos de ultraderecha.
Esos ataques han ido ganando fuerza a medida que las encuestas electorales lo alejan de la reelección y dan todo el favoritismo al expresidente progresista Luiz Inácio Lula da Silva, su mayor adversario político y quien ha mostrado su apoyo a estos manifiestos.
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