Una práctica emergente que ha ido ganando terreno en el plano de la actividad física y la salud mental. Utiliza posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación para mejorar la salud general. Tal podría ser una síntesis de lo que significa el yoga, una disciplina que se constituyó como una actividad que ha ido cobrando relevancia en todo el mundo en los últimos años. De tal forma, Junín no ha sido la excepción a la norma.
Para conocer más sobre una disciplina en auge, Democracia dialogó con tres representantes a nivel local que se han constituido como referencias e instructores en la materia. En tal sentido, este medio dialogó con María Gabriela Buono, quien ejerció como profesora de educación física durante casi 30 años; Cristina Di Cicco, que está vinculada con el yoga desde los 22 años; y Lautaro Ferrari, que encontró una nueva filosofía de vida a través de esta práctica.
Génesis de relación
La piedra fundacional de la temática es el inicio de la vinculación de cada entrevistado con el rubro. En el caso de Buono fue producto de una lesión. Al respecto, contó: “Tuve un problema en el tobillo, me tuve que operar y no pude hacer más actividades de alto impacto. A partir de ahí empecé a bajar la intensidad de la práctica física y comencé a estudiar, hacer cursos de pilates, spinning, educación global postural. Me gusta mucho la biomecánica de la actividad y fui para ese lado”.
“En el 2006, en una convención internacional tuve un acercamiento al yoga y no tenía la menor idea. Entré a una clase y me gustó. Estaban haciendo respiraciones específicas que desconocía. Al volver a la Argentina empecé como alumna y en el 2011 me recibí de profesora de mi primer instructorado de yoga. Desde hace cinco años hago Ashtanga y actualmente sigo profesionalizándome con cursos y capacitaciones”, añadió.
Mismo motivo, pero distinta historia, para el caso de Di Cicco, quien se vinculó con la disciplina cuando tenía 22 años. “Tuve una lumbalgia por la que me vi muy limitada para hacer mi ejercicio habitual y mi mamá me invitó a tomar clases con ella. No me fue fácil adaptarme y no me resultaba atractivo al principio porque lo veía demasiado lento y suave”.
Sin embargo, con el tiempo la misma práctica la fue convenciendo de que aportaba a su bienestar físico. “Me quedé tres meses practicando y, finalmente, me di cuenta de que estaba esperando el día de clases para ir, o sea que me había enganchado a la par que desaparecía el dolor de lumbalgia. Nunca más dejé”.
En el caso de Ferrari no fue un dolor específico, sino la curiosidad la que lo motivó a adentrarse en el mundo del yoga. De tal manera, señaló que “el primer contacto fue en el gimnasio de un hotel donde me salían posturas a mis 8 años que eran imposibles supuestamente de hacer así en una primera clase. Hoy tengo 30 y uso el yoga como una disciplina personal para encarnar la felicidad, conectarme conmigo y los valores en este plano más terrenal”.
¿Qué es el yoga?
Al tener que definir qué es esta práctica, Buono la definió como “la unión entre el alma individual con el espíritu universal. Para entender esto, primero tenemos que comprender que el yoga es la unión de nuestro cuerpo con la mente y el alma. En sí, el yoga, es una ciencia que trata al hombre a nivel físico, mental, energético, espiritual de un modo integrado ayudándolo a la evolución. Podemos decir que es una disciplina que ayuda al hombre a descubrir su más alto potencial”.
“Es un complejo compuesto de prácticas que nos permiten ver la realidad de quién somos verdaderamente separando todo aquello que no somos y que nos confunde, creando todo tipo de visión errónea que produce dolor, angustia y depresión. Otra definición importante es el cese de las modificaciones de la mente. Cuando la mente está calma, puedo encontrarme con mi verdadera naturaleza y mi verdadero ser”, siguió.
En la misma perspectiva, Di Cicco resaltó que “a través del yoga puedo encontrarme y calmar mi mente. No es solo la respiración, sino toda la energía que nos rodea: lo que vemos, absorbemos y lo que consumimos. Eso nos hace tener una mente en calma o inquieta y desequilibrada. En síntesis, a través del yoga puedo anclarme en el presente e integrar nuestro cuerpo, emociones y espíritu”.
E hizo referencia a su biografía personal para clarificar su mirada. “Ese dolor inicial que hizo que empezara yoga nunca más me molestó y las limitaciones que tenía al comienzo cuando inicié desaparecieron. Siento que no tengo techo y puedo seguir avanzando en la práctica y movimiento, como así también descubrir todo lo que mi cuerpo es capaz de hacer”.
También compartió una interesante anécdota personal para graficar lo que significa el yoga como filosofía de vida. Acerca de ella, narró: “Tuve una experiencia en India que fue alucinante. Encontré una coherencia entre lo que se dice y se hace. Donde estuve no había heladeras, pero no por una cuestión de falta de recursos, sino porque consideran que un alimento tiene que ser preparado y consumido en el momento. Si lo guardás en la heladera, pierde esa energía; y ni hablar si lo ponés en el freezer. No me sirve guardarlo de un día para otro porque mañana voy a comer algo que no tiene la misma energía que en un comienzo”.
Complementando lo expuesto, Ferrari compartió su manera de vincularse con la disciplina. Al respecto, indicó: “Tengo una visión muy ecléctica y filosófica de la disciplina. Yoga es integración de todo lo que somos: siendo humanos más allá de ser padre, hijo o hermano. A veces no podemos cambiar la realidad, pero sí crear una realidad diferente”.
Beneficios
Sin lugar a dudas, una de las cosas de mayor conocimiento, o que ha posibilitado que tenga una gran difusión esta disciplina, son los beneficios que acarrea. En tal sentido, así lo ratificaron los entrevistados y cada uno, desde su punto de vista, dieron sus percepciones.
“Los beneficios son en todos los planos, dependiendo del estilo de yoga que uno realice. Entonces, ahí le va a dar más importancia a la parte que persigue. A nivel físico, aumentando la fuerza, flexibilidad y equilibrio. Otros estilos le van a dar mayor importancia a la parte de meditación y calmar la mente”, describió Buono y contextualizó: “La gente está bastante estresada y busca tranquilizar un poco la mente. El estrés es la preocupación más grande, sobre todo por el exceso de uso de pantallas. Por eso, el yoga busca aquietar la mente y vivir en el aquí y ahora”.
Di Cicco hizo un enfoque en la parte física y compartió: “Mucha gente comienza porque el médico la manda o porque tiene un dolor determinado, y lo interesante es ver que a través de la práctica pueden disminuir ese dolor. Cuando llegan ya con una patología importante como una hernia de disco, eso no se va a modificar o curar, sino que eso va a continuar, pero van a alivianar los dolores y aliviar la sintomatología. Ya con eso es bastante”.
Y coincidió en la importancia que tiene la mente en este proceso. “También está esto de calmar la mente que te lleva a que reconozcas de dónde viene ese dolor. Este trabajo de introspección que se hace te lleva a reconocer el origen de ese dolor y, por otro lado, el trabajo de forma integral, como postura, respiración, meditación, lleva a que nuestro sistema nervioso libere tensiones. Todo eso en conjunto ayuda a mejorar los problemas de dolores físicos, muscular, patologías”.
Como un mix de todo lo expuesto por las referentes en el yoga local, Ferrari sintetizó: “Te permite llevar al concreto los valores de la tranquilidad, valorando el lugar de la respiración y un silencio contemplativo”.
Análisis local
Otro de los ítems abordados fue el desarrollo que ha tenido y tiene esta disciplina a nivel local, siendo Junín un espacio en constante crecimiento de múltiples actividades. Acerca de esto, Ferrari consideró que “cada vez hay más espacios que ayudan al desarrollo. En mi caso, he tenido mucho acompañamiento de la Municipalidad. Doy clases de grupos reducidos actualmente”.
Di Cicco coincidió en el visible desarrollo y opinó: “Hay muchos profesores que están dando en la actualidad y están formando profesores. Siempre estoy en la búsqueda de nuevas metas. Como no es mi cultura de origen, esto es aprender todos los días y, lo que aprendo, quiero aplicarlo en mi vida cotidiana. No me veo decir ´ya está, ya no tomo más clases, no viajo más, ya lo sé´. Siempre busco nuevas formas y experiencias”.
Al igual que Ferrari, Di Cicco compartió esta idea de aplicar la filosofía del yoga al día a día. “No solo es aprender la teoría y hacer la práctica, sino es incorporarla a mi cotidianeidad y vida diaria. La práctica física, la práctica emocional, la práctica mental”, expresó.
Siguiendo con la valoración local, Buono expuso: “Junín está muy bien, con un gran abanico de profesionales muy buenos y con distintos estilos. Hay muchas personas interesadas. Siempre hay que dar lo mejor sin compararse, sin violentar el cuerpo y disfrutando del proceso”.
“En las clases de yoga que doy en mi casa, doy un mix o fusión de todos los estilos en función al grupo que tengo, al momento que sea y a lo que considero conveniente para la evolución de mis alumnos. Lo considero así porque en occidente las personas no le dedican más de dos o tres horas por semana, y hago un mix para que tengan un poco de todo”, explicó.
Mensaje final
Como último aspecto, Democracia invitó a compartir un mensaje para las personas que desconocen sobre la temática y aún conservan prejuicios relacionados a la práctica. La primera en responder fue Buono y manifestó: “Que se acerquen al yoga que es una oportunidad que siempre va a ser para bien y tienen que elegir el estilo que a ellos les convenga. Es importante que se enfoquen en el camino y no a dónde quieren llegar. Un sendero espiritual comenzando desde lo más físico y, de a poco, nos vamos encontrando a través de esta práctica que parece física y es mucho más profunda”.
Di Cicco compartió la misma importancia de tener contacto con esta disciplina al decir que “hay distintos profesores y cada uno tiene su estilo en función a su experiencia, gustos y demás. Puede ser que uno vaya a una clase de yoga, no se enganche o no le guste, ya sea lo que dan o no sea el momento, pero no hay que desestimarlo porque, quizás, con otra clase o profesor se sienta a gusto. Es valioso resaltar que, cuando haya interés en incursionar, está bueno indagar y no quedarse con lo primero que se ve”.
Asimismo, deseó: “Ojalá llegue el momento en el que los chicos y adolescentes mediten, se conecten con ellos mismos y tengan ese espacio de reflexión y conexión interna que es superimportante para poder encontrarse a sí y descubrirse”.
Por su lado, Ferrari concluyó: “Creo que cada vez hay menos prejuicios. Que prueben y que pase la experiencia por el cuerpo. También a mis alumnos siempre les digo de pensar en cómo encarar estas prácticas que realizamos en yoga en lo cotidiano y se vuelva una práctica diaria: desde cómo hacer para no enojarse o irritarse de manera exagerada a salir de los sesgos de lo habitual o naturalizado”.
Finalmente, con distintos presentes en un momento de plena actividad, cada uno de los entrevistados, tanto Buono como Di Cicco y Ferrari, se constituyeron como referentes de una disciplina fundamental para la salud física y mental de las personas con un gran futuro por delante.
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