El pasado sigue estando presente en la decoración de interiores. Las grandes firmas del interiorismo siguen apostando por colecciones inspiradas en la estética de los años 50 y 60 en las que el color es un gran aliado.
Esta temporada, verdes y amarillos le ponen energía a un otoño que todavía no ha presentado los primeros fríos.
Con fuerte base en la calidad, prestando máxima atención a los detalles, las empresas líderes en el mercado de la decoración de interiores presentaron líneas con fuerte impronta nórdica en la que se cuelan por doquier los aires retro que siguen marcando tendencia.
En este sentido, Peter Klinkert, uno de los grandes referentes del interiorismo internacional, a cargo de las colecciones de importantes empresas del rubro, aseguró que las nuevas líneas tienen “diseño en cada detalle. Usamos los mejores materiales por dentro y por fuera.
Presentamos artículos con mucha personalidad que pertenecen a una misma familia pero que combinan con cualquier estilo”.
Nogal, la flor de piel o los tejidos naturales son los principales protagonistas a la hora de hablar de materiales, elecciones que imprimirán de distinción y calidez cada uno de los ambientes en los que se los incorpore.
TODO AL VERDE
En cuanto a la paleta de colores que marca tendencia este año, el verde, en cualquiera de sus gamas, es un tono que hará que su hogar luzca diferente y, por sobre todo, con mucha personalidad.
Fuerza, lujo, luminosidad, elegancia, energía, positivismo y harmonía son algunos de los términos que definen a este color y que esta temporada se encuentra formando parte de muebles, telas, tapizados, vajillas o pequeños detalles de ornamentación.
Es importante reconocer que se trata de un color que se puede combinar con facilidad, con tonos más oscuros, como pueden ser grises o negros o con colores más fríos como azules o verdes.
Aún así, el color esmeralda al ser un color bastante llamativo, queda perfecto acompañado de blanco o de negro.
DECORACIÓN
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