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MULTITUDINARIA MUESTRA

Fue un éxito la primera edición del “Festival del queso de Los Toldos”

La afluencia de gran cantidad de turistas sumada a vecinos de nuestro pueblo y localidades aledañas fueron el marco perfecto para un evento impactante.

Ni los propios organizadores, ni los expositores, ni el más optimista de los pronosticadores imaginaban un escenario con tanta gente visitando el pasado sábado y domingo la primera edición del “Festival del queso de Los Toldos”. Esto se pudo ver ya desde temprano en la primera jornada, con largas colas de gente esperando recorrer la “ruta del queso”. Las combis se llenaron rápidamente por lo que muchos tuvieron que hacer las visitas guiadas en sus propios autos. Al mediodía, cuando la muestra se abrió al público, una multitud comenzó el periplo por los distintos stands que lucían impecables, con excelente presentación y con sus dueños ávidos de recibiros y atenderlos. En efecto, mucha fue la gente que, enterada por los distintos medios de difusión del festival, arribaron a nuestra ciudad. Tal es así que los alojamientos colapsaron y hubo que improvisar algunas casas para los turistas que no tenían donde quedarse.
Estos mismos turistas que en las primeras horas del festival arrasaron con el stock de quesos, fiambres, panificados y todo tipo de comidas que se ofrecían, dejando a muchos rápidamente sin mercadería. La tarde-noche se pobló de visitantes “locales” que se sumaron a los forasteros y convirtieron al paseo Sadoc Maidana en un hormiguero de gente. Allí todos pudieron disfrutar de números artísticos, bailes y música, como también de la inauguración oficial del Festival que tuvo lugar alrededor de las 20 horas, con presencia de autoridades y propietarios de fábricas lácteas.
El día domingo comenzó con una lluvia que amenazó y puso en duda por un momento la continuidad de la actividad. Pero rápidamente las nubes se disiparon y entonces volvieron a repetirse los tour por las fábricas con muestras de ordeñe y fabricación de quesos en vivo. Por la tarde, el paseo volvió a recibir a miles de personas que nuevamente arrasaron con cuanta oferta gastronómica se les cruzara. Además de los quesos, fiambres y panificados, otra de las atracciones fueron las cervezas artesanales, los quesos de cabra y oveja, los productos apícolas (miel, polen, jalea), los dulces y las conservas. Estos puestos también formaron parte de un hermoso recorrido que contaron con la aceptación de los visitantes.
Fue realmente una fiesta impresionante, un evento de magnitud inesperada que el próximo año tendrá que prepararse para corregir los errores, propios de algo que recién comienza y que, como todo lo nuevo, nunca se sabe la dimensión que puede llegar a tener. Lo importante va a ser redoblar la apuesta para que nuestro pueblo sea anfitrión de mucha más gente que venga a conocer uno de nuestros productos predilectos, que nos identifican desde hace casi 70 años.
Pero que también sea un momento de mostrar al mundo nuestra historia, nuestras costumbres y lo que somos como sociedad.

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