Ismael Ibrahim lleva más de 53 años de peluquero del corte masculino.
Uno no nace pero se hace, la grandeza de las personas no solo se advierte en los actos que las hacen digna, sino que muchas veces, la humildad para no vanagloriarse de los logros alcanzados hace que sus acciones y su trayectoria sean aun mas admirables. Tal es el caso de Ismael, quien tiene una hermana mayor, nació en Arribeños y es hijo de un inmigrante sirio. Su madre también nació aquí. Los dos eran peluqueros y él heredo de su padre el oficio, el sillón y las herramientas de peluquería, que aún conserva.
Comenzó con este oficio a los 13 años. Cuando terminó la escuela primaria su padre le sugirió que aprendiera un oficio, que ayudara en la peluquería o fuera zapatero, y eligió lo primero.
En 1967 ya siendo mayor y totalmente convencido de su oficio viajó a la Capital Federal donde realizó un curso y obtuvo el diploma de la Academia de Peluquería “OLI”. En su juventud, su hobby fue jugar al fútbol y en la actualidad es ir de pesca. “Para todo siempre tuve una entrega total porque creo que si uno se hace cargo de algo, debe cumplirlo y ser respetuoso de las responsabilidades”, expresó.
Ismael es casado, tiene dos hijas y tres nietos. Vive con su mamá, en su casa paterna.
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