Kicillof aprovechó el inicio del ciclo lectivo para marcar sus diferencias con Javier Milei.
Kicillof aprovechó el inicio del ciclo lectivo para marcar sus diferencias con Javier Milei.
LA PROVINCIA

El llamado de mayo, lejos de las urgencias y los reclamos

Axel Kicillof postergó para mañana su discurso ante la Asamblea Legislativa para poder responderle al Presidente. La idea era replicar con dureza, algo que hará, el recorte de recursos federales que están impactando fuerte sobre su administración. Pero la convocatoria al diálogo lanzada por Javier Milei lo obligará a recalibrar.

Estaba dando vueltas en el chat de los gobernadores del que participa el bonaerense, la versión de que existiría alguna apelación presidencial tendiente a rediscutir el meneado aporte de fondos a las provincias. Pero el tono casi fundacional que Milei le terminó dando a la convocatoria que imagina en Córdoba, implica tomar una posición que no estaba en los planes originales.

Cerca del Gobernador señalan que el mandatario aprovechará el fin de semana para elaborar una respuesta. Le seduce, según trascendió, la que en caliente, apenas concluido el paso de Milei por el Congreso, brindó su par cordobés Martín Llaryora. Quien será anfitrión de la cumbre que llamó Milei mostró sus dudas respecto del llamado y lanzó: “Para mayo falta mucho y hay cosas urgentes por resolver”.

Ese lineamiento podría, con matices, seguir Kicillof. De hecho, sus urgencias pasan por los recursos que Milei podó con la motosierra y que el Gobernador seguirá reclamando. La exigencia vía judicial se inició con la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal que privará a la Provincia de unos 875 mil millones de pesos y que en parte se usaba para atender los salarios de los policías. Seguirá con el resto de los recursos que dejaron de llegar como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) o el Fondo Compensador para el Transporte del Interior.

Su presencia en la cumbre de Córdoba es, por ahora, una incógnita. Dependerá de varias cuestiones. Acaso la principal sea la que tiene relación con la viabilidad del toma y daca que también les planteó Milei a las provincias en su discurso nocturno: que le aprueben la ley bases a cambio de conseguir financiamiento para los distritos.

El Presidente juega con cartas marcadas. De acuerdo a diversos estudios privados, en febrero las transferencias totales automáticas a provincias y ciudad de Buenos Aires habrían caído un 19,5% real interanual. Ese desplome, en el primer bimestre de 2024 habría sido del 15,5%. Esta merma no contempla lo que la Casa Rosada directamente eliminó como el mencionado caso del FONID por lo que la poda es sensiblemente mayor.

Ese combo había empujado a los gobernadores a hacer causa común frente al ajuste oficial. Ahora, al menos desde la Provincia, creen que ese bloque puede comenzar a sufrir fisuras. La lupa se posa sobre mandatarios del PRO. De hecho, Rogelio Frigerio y Jorge Macri salieron rápido a apoyar la convocatoria de Milei. Ese mismo alineamiento mostraron varios macristas bonaerenses que salieron a torear a Kicillof. 

La escala previa a la etapa fundacional de mayo contempla una estación clave: un acuerdo para una suerte de nuevo pacto fiscal entre las provincias y la Nación. En Buenos Aires observan ese escenario con la mira puesta, una vez más, en la necesidad imperiosa de compensar la caída de recursos. La posible coparticipación del Impuesto País aparece como el menú más apetecible. Milei ofrecería volver atrás con la reforma de Ganancias que motorizó Sergio Massa en su etapa de ministro-candidato. Kicillof, al menos, no quiere pagar el costo que supone una decisión que impactará sobre el sueldo de un grupo importante de trabajadores.

El bonaerense se inclinaría por distribuir el impuesto País. El gran problema es que ese tributo tiene fecha de vencimiento: caduca a fin de año. Esa será parte de la negociación que arrancaría en breve entre la Casa Rosada y las provincias.

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