None
La policía bonaerense no puede ingresar en ámbitos de las universidades, porque es violatorio de la autonomía establecida por la Ley de Educación Superior.
VIOLACIÓN DE LA AUTONOMÍA

Fuerte controversia por irrupción policial en facultades de la UNLP

Fue en el EX BIM III, donde funcionan Psicología y Humanidades, cuando un agente de la bonaerense ingresó a los tiros, presuntamente para perseguir a un delincuente.

Un grupo de estudiantes de la Facultad de Psicología conversaba en la puerta de salida del buffet. Otros tantos hacían lo propio en las parcelas de césped que se encuentran en el predio del ex BIM III, donde funciona también Humanidades.
Como todavía no arrancó la plenitud de las cursadas, en el predio de 122 entre 51 y 52 no se veía el movimiento usual. “El día estaba lindo, por eso se junta mucha gente donde hay pasto. A veces se ponen a estudiar o simplemente a charlar”, explicó un estudiante.
En ese contexto, según refirieron testigos del hecho, se escucharon un número impreciso de detonaciones de arma de fuego. Segundos después, un policía apareció de repente. Delante de él iban dos sujetos a los cuales perseguía; cruzaron los tres el terreno a la carrera y se perdieron por la puerta que da a la calle 51.

Distintas versiones
Tras el incidente, que alteró a las autoridades educativas y a los alumnos que lo presenciaron, surgieron tres versiones que se contradicen entre sí.
Conforme a lo detallado por fuentes oficiales, el uniformado en cuestión es un sargento del Grupo Técnico Operativo de la Comisaría Tercera de Ensenada. Sin embargo, los voceros consultados sostienen que el efectivo policial no llegó a ingresar al ex BIM III.
De acuerdo a esa información todo comenzó en 122 y 50, cuando un móvil de la mencionada dependencia avistó a los sospechosos, que iban en moto. Éstos, al ver a los policías, intentaron girar en contramano, pero terminaron los dos, rodado incluido, en la cinta asfáltica.
Para hacer más efectiva la fuga a pie, se separaron. Uno cruzó la avenida y se metió entre las casas, en dirección a 121; evitando ser capturado (aunque luego pudo ser identificado).
Su cómplice, en tanto, huyó hacia 123 por 50 y fue alcanzado por el sargento. En esa intersección, y siempre de acuerdo a lo referido por los voceros oficiales, perseguidor y perseguido se trenzaron en una refriega en el que el primero le arrebató un revólver calibre 32. Tras ello, lo redujo para su posterior detención.
El aprehendido es un joven de 18 años, apodado “Caco”, al que las autoridades calificaron de “peligroso delincuente” y, además, es vecino de la zona. Fue detenido por los delitos de “atentado y resistencia a la autoridad, lesiones agravadas, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil condicional”.
Por otra parte, sobre el vehículo (una Mondial MD 150cc) pesaba un pedido por averiguación de paradero.
Tiros, corridas y tensión
El episodio, tal cual fue descrito por la seguridad edilicia de la Facultad de Psicología y testimonios recogidos en el lugar, es diametralmente opuesto.
En principio, en esta historia narrada por quienes aseguran haberla presenciado, hubo dos momentos de la persecución en la que se escucharon disparos. Los dos guardias del turno tarde afirmaron “haber oído dos o tres tiros” antes de que el policía y al menos uno de los presuntos delincuentes entraran en escena.
“La verdad es que no lo vimos disparar dentro del predio”, declararon. Lo que sí aseveraron, es que el policía entró en el territorio de la UNLP, algo que está fuera de la ley por ser un espacio con competencia federal. “Los vimos corriendo por 122, desde la rotonda, y el ladrón saltó el muro para meterse”, explicaron.
Una vez dentro, el sospechoso cruzó en diagonal los 100 metros que separan al portón de 122 con la puerta que da a 51, junto al bicicletero donde se ubica también la garita de la seguridad edilicia. Desde ese punto se pueden ver con claridad ambos pórticos.
Siguiendo la descripción de los testigos, los dos sujetos salieron “como yendo a 123”. Poco después “los perdimos de vista, pero escuchamos algunas detonaciones más”, indicaron. La situación alborotó a todos los presentes. Algunos, por miedo, ingresaron en el buffet; la mayoría “se quedó parada mirando lo que pasaba, sin entender nada”, graficó un estudiante que estuvo presente.

Repudio y apoyo
Tras el hecho, las autoridades de las facultades de Psicología y Humanidades publicaron el siguiente comunicado: “Las autoridades de las Facultades de Psicología y Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata repudiamos el episodio ocurrido el día 28 de febrero a las 17 horas en donde miembros de la fuerza policial ingresaron por la puerta de calle 122, en un confuso episodio de persecución a dos personas, disparando sus armas en las instalaciones del ex BIM 3.
Expresamos nuestra preocupación por una práctica policial violenta que, al tiempo que pone en riesgo la seguridad de quienes se encuentran en el predio educativo, avasalla la autonomía universitaria y da cuenta de la naturalización del uso de armas ante la presunción de delitos.
Asimismo, realizaremos las presentaciones necesarias para exigir el esclarecimiento del hecho a las autoridades competentes y la garantía de su no repetición.”
Por otro lado, Martín Slobodian, Secretario de Seguridad de la Municipalidad de Ensenada, sostuvo que mantendrá un encuentro con las autoridades de la Universidad para “aclarar lo que pasó”.
Asimismo, el funcionario señaló que “no se trató de una protesta de estudiantes en la que la Policía entró a reprimir o un incidente que se generó dentro del establecimiento educativo. Estamos hablando de un delincuente conocido por varios hechos violentos.”
“El efectivo entró en el predio porque lo vio (al acusado) con un arma en la cintura (la misma que le sería incautada al ser aprehendido), era una situación de riesgo y el Policía tomó la decisión de seguirlo”, agregó.
Además, Slobodian expresó que, si bien “es discutible que haya entrado en la Facultad” lo que pasó “fue en el marco de una persecución. Hay que darle la derecha en esta discusión burocrática o administrativa al policía, que estaba comprometido en detener a un delincuente que portaba un arma de fuego apta para disparar y circulaba en una moto robada”.

COMENTARIOS