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RECORRIENDO LOS BARRIOS

Alumbrado, cartelería y señalización son las prioridades de Cerrito Colorado Norte

Los vecinos creen que una mejor visualización permitirá mejorar notablemente las condiciones de vida en el sector. Además, solicitan reductores de velocidad.

El sector del Cerrito Colorado ya dejó de ser, definitivamente, un espacio reservado para las casas de fin de semana para convertirse en un barrio con una gran cantidad de viviendas permanentes.
De acuerdo a los cálculos de los representantes de la sociedad de fomento del lugar, ya hay más de 150 familias instaladas en la zona, y la construcción por aquí, lejos de detenerse, crece día a día.
Ubicado en una zona privilegiada, por su belleza natural y su cercanía con la ciudad, Cerrito Colorado es un lugar muy elegido por juninenses que quieren escapar del bullicio urbano.
Sin embargo, como sucede en otros sectores periféricos de la ciudad, el crecimiento poblacional trae aparejado un incremento en la demanda de servicios, cuya llegada no siempre se produce con la celeridad que reclaman los residentes.

Infraestructura

Se denomina Cerrito Colorado a la zona delimitada por las rutas 7 y 65, y las calles Las Gallaretas y Los Naranjos, en el extremo sur de la ciudad.
Al tratarse de una zona semi urbana, algunos servicios todavía no llegan. De hecho, ningún sector del barrio tiene agua corriente y cloacas.
En tanto, la red de gas natural alcanza a un 30% del barrio, aproximadamente, sobre algunos tramos de las calles Puente del Inca, Las Bandurrias, Los Carpinteros y Aconcagua. Para que el servicio se extienda a otros lugares, deberán esperar que se termine con la construcción de la tercera planta de rebaje.
En cuanto al alumbrado público, de a poco, la sociedad de fomento está logrando cubrir cada vez más sectores con luminarias.
María Fernanda Dania, presidenta de la sociedad de fomento, cuenta que este lugar “antes era una boca de lobo, solamente había dos o tres luces en los alrededores de la Escuela N° 35”.
A raíz de esta problemática fue que se organizaron los vecinos y armaron la sociedad de fomento.
Posteriormente, lograron extender la red de alumbrado público por todos los lugares en donde ya estaba hecho el tendido, como cuenta la titular de la entidad: “Nosotros, con la cuota que cobramos, pagamos el comando y todas las luminarias con los brazos pescantes. EDEN y el Municipio hicieron las instalaciones que le correspondía a cada uno. Ahora ya cuenta con alumbrado público la mitad del barrio y ya presentamos el pedido para extenderlo por el resto del sector, aunque no sé si llegaremos a cubrir todo porque en algunos lados no hay red. El tema es que no está completo el cableado y eso, que es lo más caro, no lo pone ni el Municipio ni EDEN, salvo que se pida la trifásica”.

Señalética

Así como consideran fundamental el tema del alumbrado en todo el barrio, también creen indispensable que la señalización de todo el sector sea óptima. Y en ese marco, la cartelería está al tope del ranking de pedidos.
Es que en una oportunidad, hubo un caso en el barrio en el que se descompuso una persona y finalmente falleció, porque, al no haber carteles indicadores,  la ambulancia demoró un largo rato en encontrar la casa.
“Nosotros también pagamos, desde la sociedad de fomento, los carteles de las calles -explica Dania- porque fuimos a pedirlos al Municipio y nos dijeron que todavía faltaba colocar muchos en la ciudad, así que para nosotros nos faltaba mucho más, todavía”.
Del total de carteles indicadores con los nombres de las calles y las alturas, ya se hizo el 50%, fabricados de chapa, con pintura refractaria, “como corresponde”.
Pero de los que ya están listos, sólo colocó la mitad, porque, según cuenta la dirigente barrial, “el resto lo tiene el Municipio en un depósito” y todavía no lo han instalado.
El otro 50% que faltaría, está en proceso de manufactura. “Esperemos que antes de fin de año estén todos colocados”, se ilusiona Dania.
En tanto, mientras terminan con el proceso de instalación de carteles, desde la sociedad de fomento se está juntando dinero (siempre a través de la cuota social) que será destinado para la colocación de pilote en todas las entradas al barrio desde las rutas 7 y 65. Estos también contarán con pintura o cintas refractarias, de manera que sean bien visibles en la noche. Así, todas las entradas al barrio estarán bien señalizadas.
“Todo eso es lo primordial: El alumbrado, la cartelería y las bajadas demarcadas”, resume Dania.
Posteriormente, una vez que esté concretado, pondrán dos grandes carteles indicadores, con un mapa del barrio: uno estará sobre la Ruta 7 y otro sobre la 65.

Otros temas   

Durante mucho tiempo los vecinos de Cerrito Colorado Norte se empeñaron en lograr que la recolección de residuos llegue a este barrio.
Desde hace un año, aproximadamente, el servicio de la empresa Ashira pasa regularmente por la zona, por lo que no hay quejas al respecto.
En cuanto al estado de las calles, los vecinos del lugar consideran que es “bueno” y, además, es prácticamente imposible que allí se produzcan inundaciones dado que se trata de una de las zonas más altas de la ciudad

Tránsito e inseguridad

El hecho de que todas las calles del lugar sean de tierra no impide que haya inconvenientes con el tránsito también en este sector.
En ocasiones, los vehículos suelen circular a altas velocidades, principalmente en algunas de las calles del barrio, como Puente del Inca, Los Naranjos, Los Carpinteros y Las Bandurrias.
Es por ello que se solicitan reductores de velocidad, aunque la presidenta de la sociedad de fomento aclara que no es fácil esta gestión: “En un caso pedimos un lomo de burro y desde el Municipio nos dijeron que no tenían dinero para hacer los carteles. Entonces, el cartel lo pagaron los vecinos, lo mandaron a hacer y lo hicieron colocar, y después nos negaron la loma. Ahora me dijeron que van a autorizar un badén”.
En cuanto a la inseguridad, Dania señala que por acá “hay hechos, como en todos lados”.
Y aunque remarca que “no se ven muchos patrullajes”, desde la sociedad de fomento armaron una red con los números telefónicos de los propietarios y están atentos a todo tipo de movimiento extraño. Ante cualquier duda, se alerta a las autoridades.
Para graficar este método, cuenta que en una oportunidad vieron a una persona desconocida ingresar a una quinta de fin de semana y avisaron a la Policía del hecho, aunque después resultó ser un parquero contratado, que tenía la llave del lugar.
No obstante, el hecho sirvió para ver la importancia de estar atentos y mantener la solidaridad entre los vecinos. 

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