Una mujer denunció que su madre fue violada por un enfermero en una clínica céntrica de Junín, donde la víctima se encontraba internada.
De acuerdo con el testimonio brindado a Democracia por Jessica Villarruel, el abuso se habría concretado alrededor de la una de ayer, en momentos en que el empleado del centro de salud, de unos 37 años, habría entrado a la habitación donde estaba internada la paciente, de 76, con el pretexto de darle una medicación.
En el lugar (terapia intermedia) había familiares de la anciana y acompañantes de otros cuatro enfermos, pero el sujeto ordenó despejar la sala. “Nos llamó la atención que nos pidiera que saliéramos, porque mi mamá lleva ocho días internada y hasta el domingo no habían existido inconvenientes para que estuviéramos mientras la asistían. Es más, siempre la atendía él y estaba todo más que bien, no teníamos de qué quejarnos”, comenzó contando la hija de la septuagenaria, que tiene diabetes y está reponiéndose de dos recientes operaciones, una de cadera y un by pass que le fue colocado hace veinte días.
Villarruel dijo que por el modo en que fueron evacuados de la pieza, el enfermero ya tenía “todo premeditado”. “Generalmente te dejan quedarte al lado de la puerta o a pasos de la habitación, del lado de afuera, pero él nos mandó a varios metros de distancia”, continuó.
“Había una chica cuidando un familiar, detrás de uno de los biombos que separan las camas, y en el piso había un muchacho tirado, durmiendo”, describió. Y entró en la parte más cruel del relato: “Estas dos personas escucharon que mi mamá empezó a gritar, y el enfermero pensaba que no había nadie. Entonces la chica se paró y cruzó el biombo para ver qué ocurría y vio que el tipo estaba con los pantalones bajos, desnudo, violando a mi mamá, que estaba sin pañales”.
“La chica que estaba adentro se le tiró encima, el otro muchacho también, y no podían sacarlo porque estaba en un estado enfermizo. Hasta que entró mi papá, que estaba afuera y escuchaba los gritos, lo agarró desesperado y lo tiró contra la pared. El enfermero no sabía qué decir, afirmaba que la estaba curando y tenía los pantalones bajos. El tipo se quiso escapar, mi padre lo encerró y llamó a la policía. Se lo llevaron preso y después lo largaron porque dicen que no hay pruebas”, lamentó Villarruel, conmovida hasta las lágrimas. “A mi madre le dieron poco tiempo de vida, la está luchando con una fortaleza enorme, y que venga un degenerado y haga esto te destruye”, expresó.
Villarruel se quejó por el tratamiento que la Policía le dio al caso: “Dijeron que iban a mandar un médico policial, pero lo enviaron a las cuatro de la tarde. Dice que como no tiene moretones, golpes ni semen, no fue violación sino intento de violación, lo cual es mentira porque la estaba violando y hay dos personas que lo vieron. Es más, esos testigos ya declararon y todo, espero que la Justicia haga algo porque hasta ahora nadie se arrimó”.
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