Juicio oral por el secuestro y muerte de Francisco White

El Tribunal Oral en lo Criminal del Departa-
    mento Judicial Tren-que Lauquen fijó para el venidero lunes 4 de octubre el inicio del juicio oral por el caso de "secuestro extor-sivo seguido de muerte" del que resultó víctima el productor rural Francisco White, hecho ocurrido en setiembre del año 2007 que provocó conmoción en toda nuestra región y alcanzó repercusión nacional.
White, un productor agropecuario oriundo de Recoleta (Capital Federal) que explotaba un campo a pocos kilómetros de la planta urbana de Banderaló (partido de General Villegas), fue secuestrado en la entrada de su propiedad.
Tres semanas después, el cuerpo sin vida del infortunado hombre fue hallado en una "tapera", a pocos kilómetros de General Villegas, a la vera de la Ruta Nacional 188.
Por el hecho hay cinco acusados que permanecen en prisión, a la espera del juicio que se iniciará el primer lunes de octubre.
Se trata de Lidia Quiroz, su pareja Pablo Lejarza (de profesión remisero), Javier Tomás Méndez, el ex boxeador Angel "Mere" Miranda y Claudio Gómez (defendidos por tres letrados diferentes) y los trascendidos indicaron que este esperado juicio oral contaría con el testimonio de unos ochenta testigos, presentados por la parte acusadora y por la defensa de los imputados.

Los detalles del conmocionante caso

White, quien tenía 59 años, había sido operado poco antes de ser secuestrado y debía estar medicado permanentemente.
Fue secuestrado en horas de la noche, cuando volvía a su campo tras cenar con amigos en el Club Ingeniero White de Banderaló, cosa que hacía semanalmente.
Para el secuestro del productor rural se utilizó su propia camioneta y la misma fue abandonada pocas horas más tarde en nuestra ciudad, cerca del "túnel" de calle Chile.
La víctima fue obligada por sus captores a realizar una llamada a su familia para solicitar una fuerte suma como rescate para su liberación, algo que nunca se concretó porque tres semanas más tarde White fue hallado sin vida.
Estaba con la cabeza cubierta con un pullover, la boca tapada con una cinta y atado de pies y manos con alambre, amarrado a un poste.
En caso de ser hallados culpables, se estima una severa condena para los im-putados en la causa, ca-ratulada "secuestro extorsivo seguido de muerte".