Contacto con los investigadores

En el momento en el que el asaltante ingresó al banco, una empleada se escondió en una oficina del lugar y durante toda la tarde se comunicaba con su madre y con los investigadores por mensaje de texto.  Desde su escondite, la mujer brindaba información del estado emocional del delincuente y de la situación dentro del banco. También se dio a conocer que durante la negociación, el hombre habría solicitado un auto para poder irse y que tendría antecedentes penales por causas de delito contra la propiedad.
"En un momento, nosotros habíamos detectado que la rehén estaba en el baño y corría serio riegos de vida y ya había pasado varias horas por eso el fiscal decidió dar la orden de entrar", informó Matzkin.

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