El martes fui invitado a exponer en la Comisión de Transportes de la Cámara Diputados sobre el proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante que presentamos desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial hace ya más de un año.
Mis palabras partieron desde la convicción que la seguridad vial es una cuestión central de salud pública y, en este sentido, avanzar hacía una ley que ponga un límite de cero al alcohol en la conducción es una oportunidad histórica que tenemos como país para salvar miles de vidas todos los años, especialmente la de chicos y chicas jóvenes.
¿Por qué digo que es una oportunidad histórica? Porque con la normativa actual, una ley vetusta de más de un cuarto de siglo, los resultados están a la vista y no son alentadores: uno de cada cuatro conductores que matan en la Argentina maneja bajo los efectos del alcohol. ¿Y por qué menciono que salvaríamos las vidas de muchos jóvenes? Porque actualmente las personas entre 15 y 35 años representan cuatro de cada diez muertos en incidentes de tránsito.
Con esta realidad nos estamos haciendo un daño irreparable, un daño que provoca el dolor de miles de abuelos y abuelas, padres y madres, hijos e hijas, amigos y amigas ¿Por qué? Por el alcohol al volante. Como siempre digo, el alcohol en una reunión, una fiesta o lo que fuera, puede provocar buenos momentos, alegría y distensión. Pero el alcohol arriba de un auto, una moto o de cualquier vehículo lo que provoca es muerte.
Por el sufrimiento de quienes perdieron a un ser querido que no está por culpa de alguien que pensó que manejar después de tomar una o dos copas no le iban a hacer nada, y por lograr un país con mayor seguridad vial de ahora en más, es el momento para que la Argentina tenga finalmente una Ley de Alcohol Cero al volante.
Pablo Martínez Carignano: Director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
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