El miércoles, la presidenta, Cristina Fernández, concurrió a la Clínica Favaloro donde le realizaron una tomografía, la primera después de la operación que la obligó a un reposo de un mes. Conocido el parte médico, tras la revisión a la mandataria, el presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, Jorge Lerman, aclaró que cuando el parte menciona una "disfunción autonómica vagotónica de la presión arterial", se refiere a una condición que produce baja en la presión y la frecuencia cardíaca, "lo que puede causar lipotimias o desmayos", algo que la jefa del Estado sufrió en más de una oportunidad.
El profesional detalló que si bien este cuadro puede significar una dificultad para el paciente, "no representa ningún peligro".
Al ser consultado por el parte que indica que "se detectó en forma intermitente un bloqueo de la rama de conducción izquierda", Lerman manifestó que se trata de una deficiencia del "sistema eléctrico de conducción del corazón", pero aclaró que "no es algo grave". "Por lo que indica el parte, no estamos ante una paciente de condición severa desde el punto de vista cardíaco, puede hacer vida normal, siempre con los cuidados y controles pertinentes", destacó el cardiólogo.
Después de una jornada de expectativa, Cristina Fernández llegó a la clínica del barrio porteño de Congreso alrededor de las 20 del miércoles. Al final de la consulta médica, el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, sostuvo que la mandataria "se hizo todos los chequeos y está muy bien, recuperándose".
ECOS DE LA REVISIÓN MÉDICA A LA QUE SE SOMETIÓ LA JEFA DEL ESTADO
COMENTARIOS