DEBATE EN LA PROVINCIA

Boleta Única: ¿a quién le conviene el cambio?

Intendentes del PJ creen que podrán librarse del dedo de Cristina Kirchner por el efecto de la elección desdoblada y eludir las presiones de La Cámpora. El caso libertario.

En las elecciones legislativas del año que viene en la Provincia coexistirán dos sistemas de votación. Por un lado, la Boleta Única de Papel (BUP) que se utilizará para las candidaturas nacionales y, por el otro, la tradicional sábana que incluirá a los postulantes para cargos provinciales. 

Si bien la oposición insiste en la Legislatura para usar el mismo sistema nacional, lo cierto es que el gobernador Axel Kicillof ya le bajó el pulgar y está prácticamente confirmado que para los cargos bonaerenses se utilizará la boleta sábana. 

Técnicamente se producirá así un desdoblamiento electoral. Los candidatos a diputados nacionales que se elegirán el año que viene irán en la Boleta Única de Papel que compartirán todos los partidos políticos. Es decir, la totalidad de las candidaturas de todas las fuerzas que compitan estarán en la misma papeleta y la preferencia deberá marcarse con una cruz en un casillero reservado para ese fin. 

Esa boleta estará separada del resto de las candidaturas bonaerenses (legisladores provinciales y concejales) que irán en la sábana que, como es tradicional, será individual para cada fuerza política. De esta forma, el famoso efecto arrastre del candidato nacional sobre el resto de las candidaturas, desaparecerá. Básicamente, porque la Boleta Única de Papel no estará pegada a la sábana. 

Cuando un elector llegue a la mesa de votación se le entregará la Boleta Única que incluye a todos los candidatos a diputados nacionales y una lapicera. Al ingresar al cuarto oscuro, deberá marcar el partido de su preferencia. 

No será el único trámite que tendrá que cumplir en ese momento, porque también estarán allí las tradicionales boletas sábanas de cada uno de los partidos de compitan por los cargos de legisladores provinciales y concejales. La Boleta Única irá en un sobre y la sábana, en otro. Al salir del cuarto oscuro deberá depositar sus votos en urnas distintas. 

 

Especulaciones 

Una vez aprobada la ley nacional de BUP comenzaron las especulaciones respecto de qué sector político se vería beneficiado por el cambio más allá de las ventajas respecto de la transparencia del proceso y el ahorro en impresión de boletas que se generará. 

Por lo pronto, en el peronismo se respiraba sensaciones duales. Por un lado, históricos intendentes del Conurbano celebraban el cambio porque interpretaban que podría liberarlos del “dedo” de Cristina Kirchner. 

La interpretación era que ahora el poder retornaría a las secciones electorales, como en épocas de Eduardo Duhalde. Al no haber más arrastre de las candidaturas nacionales, en varios distritos no camporistas ya se frotan las manos porque consideran que tendrán mucho más poder para el armado de las listas sin la amenaza de desafíos. “No nos van a poder correr con eso de que si no hay candidatos de La Cámpora no nos darán la boleta de Cristina”, analizan. 

Muchos de estos intendentes debieron relegar pretensiones de contar con legisladores propios ante el avance de La Cámpora avalado por Cristina Kirchner. 

Sergio Massa supo también colocar nombres propios en ese contexto. Por eso ahora, se dice, la ex presidenta y el ex ministro de Economía son los dirigentes más refractarios al cambio dentro de Unión por la Patria. El virtual desdoblamiento hará que se valorice más el tramo de la sábana de los legisladores provinciales. Sin efecto arrastre nacional, habrá que poner nombres taquilleros en las ocho secciones para traccionar la boleta y “vestir” la oferta. 

Hay otro análisis en danza. ¿Le conviene la BUP a los libertarios? Hay quienes interpretan que, al no haber arrastre, terminará por perjudicar el armado bonaerense del oficialismo nacional que carece de figuras de renombre. “No la vieron”, dicen con ironía desde campamentos opositores.

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