ACUERDO CON BULLRICH

Todo listo para que Mauricio Macri vuelva a ser presidente del PRO

Definieron a última hora lugares en diversos sectores de la conducción.

Todo está encarrilado para que Mauricio Macri retome las riendas de Pro desde este miércoles, pero el anuncio del acuerdo sufre un retraso inesperado. Es que Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Javier Milei, tensionó hasta el filo del cierre del plazo legal para la presentación de listas –que venció a la medianoche– y demoró el pacto con el objetivo de presionar al expresidente y conseguir puestos para sus leales en el Consejo Directivo y la Asamblea Nacional del partido que fundó Macri en 2002.

Los negociadores confíaban anoche en que la investidura de Macri como nuevo presidente de Pro era un hecho consumado, aunque las conversaciones se estancaron en el reparto de lugares en el nuevo esquema de la fuerza. El pico máximo de tensión se produjo a la tarde: Juan Pablo Arenaza, Pablo Walter y Damián Arabia, los dirigentes que designó Bullrich para llevar adelante las tratativas, amagaron con dar un portazo y presentar una lista propia después de que el macrismo vetara nombres de candidatos propuestos por la ministra.

En concreto, Fernando de Andreis y Humberto Schiavoni, los delegados de Macri, pusieron objeciones en la idea de Bullrich de colocar a Arabia, actual diputado nacional y uno de los colaboradores más estrechos de la funcionaria, en el Consejo directivo.

“Quieren minimizar la representación que tiene Patricia en el partido. En estas condiciones no consensuamos lista”, avisó off the record uno de los asistentes fieles de la ministra, quien monitorea las conversaciones pero evita inmiscuirse: cree que la presidencia de un partido no es redituable en términos políticos cuando se forma parte de las filas del oficialismo.

De hecho, intuye que Macri comete un error al asumir la conducción de Pro, porque desde esa posición puede convertirse en una contrafigura de Milei. Por eso, ella apostaba por un perfil técnico para la transición. 

Mientras tanto, la ministra prepara un paquete de leyes en materia de Seguridad y procura capitalizar su lugar en el Gabinete de Milei, quien pondera su labor en cada intervención pública. Si bien exhibe desinterés por la “rosca” partidaria y dice que quiere abocarse full-time a la gestión, Bullrich pretende preservar su cuota de poder en Pro y exhibir fortaleza ante Macri, quien apuesta a recuperar el control de su partido para centralizar las negociaciones con Milei por puestos en el Gobierno o el armado de las listas electorales de 2025.

La escena arroja luz sobre el estado en que se encuentran el lazo personal y político entre Macri y Bullrich, después de que la actual titular de Pro aceptara la convocatoria de Milei para sumarse al gabinete de La Libertad Avanza. Esa decisión, que Macri calificó de “personal” e inconsulta, provocó una fuerte convulsión interna.

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Escatología oficialista