Pole Sport es una disciplina deportiva que combina movimientos de fuerza y flexibilidad y que se desarrolla en Junín, hace varios años. Marina Rappa, encargada del espacio “360º Pole Sport”, dialogó con Democracia y se refirió a los aspectos más importantes de la actividad, que busca afirmarse en la sociedad.
“Desarrolló la parte deportiva de lo que es el ‘pole’. Trabajamos el acondicionamiento personal, la flexibilidad y la fuerza mediante una actividad que es bastante exigente. Hay un montón de actividades que trabajan el acondicionamiento físico, pero yo, particularmente, uso la barra y es más acrobático”, manifestó. Además, la profesora dio detalles de las clases y contó qué se trabaja en cada una de ellas.
“Son mixtas y grupales, de ocho personas, porque tengo cuatro pole. Trabajamos en las capacidades de cada uno, van chicos y chicas de distinta disposición física y corporal y de diferentes capacidades. Hay gente que hace actividad física y otros que no”, indicó.
“Lo más importante es la constancia porque la fuerza y flexibilidad se desarrolla con el tiempo. Los trucos y las secuencias que se hacen requieren de ambos, pero más que nada es la constancia”, expresó.
“Más allá del aprendizaje y de lo técnico, son clases recreativas y mechamos un poco de cada cosa. Tengo alumnos que van a aprender y otros que van a después de una jornada de trabajos para despejar la cabeza e irse satisfechos. Trabajamos mucho lo motivacional o el tema de la frustración, mas allá de lo deportivo”, sostuvo. Rappa mencionó las características de la actividad, de dónde viene, y también los cambios qué sufrió con el paso de los años.
“Se trata de movimientos acrobáticos en un caño que se llama pole. La actividad viene de hace muchos años atrás, en otros países, donde se usaba una barra, en principio, que era un palo de madera y después trasladó al palo enjabonado”, relató.
“Los materiales fueron rotando y se empezó a ver que la actividad también era de disposición corporal, que no era algo ‘sexualizado’, si no que se podía trabajar un montón de aspectos corporales”, declaró.
“La disciplina está vista como una actividad ‘sexualizada’, por el usar poca ropa. Muchas veces, la gente habla por suposición o lo que ve en redes, pero es una actividad deportiva y el hecho de no usar demasiada ropa es por una cuestión de agarre al caño porque patina”, aseguró.
Por último, la profesora hizo referencia a las exhibiciones y destacó el trabajo, en conjunto, junto a sus alumnos. “Hicimos una muestra anual, en diciembre, que surgió porque los alumnos querían mostrar un poco de lo que surge en las clases. Trabajo con gente adulta y son más receptivos a este tipo de propuestas. Fue voluntad de cada uno anotarse y armar una secuencia”, dijo. “Voy mechando el pole giratorio y estático, el trabajo en dúos y, a partir de eso, vemos cuál es el perfil de cada uno o qué estilo de pole le gusta y armamos las secuencias, que se hacen a fin de año”, concluyó.
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