San Lorenzo encontró ayer, con un gol de Nahuel Barrios, un empate agónico 1 a 1 ante Talleres, que jugó todo el segundo tiempo con un hombre menos por expulsión de Enzo Díaz, lo que le permitió rescatar un punto en el Nuevo Gasómetro por la décima fecha de la Liga Profesional de Fútbol.
El defensor Matías Catalán, ex San Lorenzo, abrió el marcador a los 10 minutos de partido para el equipo cordobés que sufrió la expulsión de Enzo Díaz como consecuencia de una infracción a Agustín Giay que motivó un penal cobrado por Patricio Loustau y Adam Bareiro malogró. Barrios, con un formidable remate de media distancia a los 45 del complemento selló el empate.
El "Ciclón", que no gana desde la séptima fecha (2 a 1 a Boca), llegó a las 13 unidades y Talleres alcanzó los 9 puntos. Talleres eligió las bandas para atacar a un San Lorenzo que evidenció problemas defensivos. Sebastián Torrico salvó su arco ante la aparición de Federico Girotti, pero en la jugada siguiente Catalán se elevó más alto que el juvenil Gastón Hernández en un tiro libre y convirtió el 1 a 0 con un cabezazo letal. El defensor no gritó su gol por su pasado en el club.
Los intentos individuales de Ezequiel Cerutti, Giay y Barrios fueron la respuesta de San Lorenzo. Sobre el cierre del primer tiempo encontró su mejor oportunidad con el penal que Bareiro desperdició. Poco después, el propio Bareiro fue protagonista del gol anulado por la intervención del VAR, en los primeros minutos del segundo tiempo. El paraguayo le cometió una infracción al arquero Guido Herrera, antes de la definición de Gattoni que Loustau no vio en primera instancia.
Talleres defendió la mínima diferencia y San Lorenzo, con el impacto de dos situaciones que no pudo aprovechar, entró en la confusión ante la impaciencia de su gente. Torrico, a falta de siete minutos, generó una doble tapada ante el ingresado Diego Ortegoza que pudo haber estirado la diferencia para Talleres y dejó en partido a San Lorenzo.
El equipo de Rubén Insúa lo aprovechó con el rebote que Barrios encontró desde afuera del área. Su remate se clavó en el ángulo superior derecho y fue un desahogo para todo el estadio.
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