San Lorenzo superó 1-0 a Independiente en el partido postergado de la fecha 15 de la Superliga Argentina de Fútbol. El encuentro se disputó en el estadio Libertadores de América y Patricio Loustau ofició como árbitro.
El conjunto de Boedo sacó ventaja a partir del gran gol de Rubén Botta y logró mantener el resultado, ante un Independiente que, con el correr de los minutos, fue dejándose ganar por la confusión, se quedó con diez hombres por la expulsión de Bustos y terminó lastimando a través de pelotas paradas y centros. Así y todo, por empuje, pudo haberse quedado con un punto.
El partido comenzó con un interesante ritmo: San Lorenzo complicó en los primeros minutos con pelotas largas. Luego Independiente se aplomó con su juego colectivo y dinámico, al punto de forzar la intervención de Navarro ante una arremetida de Leandro Fernández.
Sin embargo, a los 15 minutos, Moyano ensayó un cambio de frente preciso, Paulo Díaz metió la pelota en el área y Rubén Botta, con un enganche y una definición de baby fútbol, puso el 1-0.
San Lorenzo, de mejor semblante cuando tiene la posibilidad de llevar la iniciativa, se asentó en ventaja. No dejó de sufrir (Gigliotti pudo igualar de mediavuelta; también Silva, con un tiro libre), pero al mismo tiempo encontró espacios para contragolpear. Botta, suelto, se mostró como una alternativa de conducción, en sociedad con Barrios. Y Campaña tuvo que estirarse para contener el 2-0 del pequeño mediocampista ofensivo.
El Rojo tuvo el balón durante todo el segundo tiempo. Pero la posesión no se tradujo en una andanada de situaciones de gol. Empujó, pudo convertir en un par de centros con veneno o en remates lejanos, como el de Gastón Silva. También hubo lugar para dos jugadas polémicas por sendas manos en el área del equipo de Biaggio. En ambas oportunidades el árbitro juzgó que fueron casuales.
Con zozobra, San Lorenzo logró el desahogo, enhebró su tercera victoria consecutiva y quedó a ocho unidades del líder Boca.
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