FÚTBOL

Alfredo Caicedo: “El Piojo”

De Junín al fútbol de Buenos Aires sin escalas previas. Estuvo en Tigre, Arsenal de Sarandí, Quilmes, Talleres de Remedios de Escalada y El Porvenir.

Nací en el barrio del club Ambos Mundos, más precisamente detrás de la cancha tricolor. Fui a la escuela 41. Era una época donde no había otra cosa que una pelota de fútbol. Salíamos de la escuela directamente a jugar a la pelota, a veces no llegábamos a casa y directamente nos quedábamos en el primer picado que se presentara.

En la esquina de casa jugábamos debajo de la luz de la calle, de las luces de antes que eran una vela.  Estabamos hasta las 10 de la noche o más.

Yo tenía pasión por el fútbol. Perdía y me volvía loco. No salía de adentro del departamento. No veía la hora que llegara el lunes para volver a practicar y jugar el sábado o domingo.

Toda la vida viví al lado del club Ambos Mundos y curiosamente nunca vestí sus colores.

Me fiché a los 16 años en River Plate. Me cruzaba toda la ciudad para ir a La Loba.

En ese entonces estaba en un colegio de Rafael Obligado y Chiche Fattori que estaba en las inferiores iba buscando jugadores por Agustín Roca y Rafael Obligado. Me vio allá y me trajo. Veníamos un parva de esos lados. Me acuerdo de Barraza, Clerc (mentada defensa de los ´70 y ´80 con Prenoglio e Iliesca). Yo entrenaba con ellos pero estaba en las inferiores, creo que era la sexta en ese momento.
Salimos campeones en la reserva cuando en 1970 también River Plate fue campeón de primera división. Llegué a jugar en la primera de River con el Pato Urquiza,el Canario Gracia, D´Ambrosio, los dos Fernández, Tito Bustos, Porato.

Después de River Plate pasé a Tigre.  Me llevó Pitita Franchi que había jugado en Ambos Mundos y me conocía. Jugaba en la quinta los domingos a la mañana  y los sábados integraba la primera, estaba en la “B”. Me fue bien, aunque la campaña de Tigre fue muy mala ese año.

Me volví a Junín. Estuve en Racing de Teodelina donde salimos campeones.

Me llamó Arsenal de Sarandí y ahí me quedé. Me fue muy bien. Una gente extraordinaria. Estaba Julio Grondona de presidente, el hermano Héctor, un montón de la familia.

Estuve cuatro años hasta que en 1978 pasé a Quilmes para jugar el Nacional de Clubes. Habían salido campeones del metropolitano y llevaron refuerzo para el otro certamen.  En ese equipo estaban  Hugo Tocalli, Horacio Milozzi, Alberto Fanesi, Jorge Gáspari, Heriberto Recavarren. Recuerdo que nos ganó River en el Monumental con dos goles en off side de Pedro González. Y ojo que soy de River, pero me dio una bronca bárbara. Tenía un equipazo River con Passarella y toda la banda. Para mi fue la  primera vez en el Monumental. Era cumplir el sueño del pibe. Hicimos el precalentamiento descalzos. Era todo alfombra sintética. Enfrenté a J.J. López que era el ídolo mío, era un monstruo.

También enfrenté a Atlanta donde jugaba Omar Atondo y a San Lorenzo con Mario Rizzi. Cuando fuimos a jugar a Mendoza enfrenté a Fito Pezzatti y Luciano Polo que estaban allá con Independiente Rivadavia.

Volví a Arsenal unos dos años y pasé a Atlético Tucumán en 1981 para jugar el Nacional donde estuve entre los goleadores del equipo.

Yo no era de hacer muchos goles, pero me defendía bien. Jugaba de mediocampista.

Mas tarde jugué dos años en Talleres de Remedios de Escalada donde fuimos sub campeones en la “B”, perdimos la final con Banfield y otros dos en El Porvenir.

Acá enfrenté a Sarmiento que también estaba en la primera B.
Estaba cansado, tenía treinta años. Siempre solo. Me cocinaba, me lavaba la ropa. No me gustaba ir a comer a los restaurantes y menos si eran dirigentes los propietarios. Cuando ganás está todo bien y cuando perdés te miran como sapo de otro pozo.
En El Porvenir estuve con Aldo Ramón González.

A mi nunca me gustó Buenos Aires, la forma de vida donde todos andan a mil, la idiosincracia. A Junín no lo cambio por nada.

Entonces me vine a Junín. Para despuntar el vicio jugué en Jorge Newbery. Siempre estuvimos prendidos.

En el fútbol de ahora hay muchos pibes y se perdió el respeto. Cuando yo era chico entraba al vestuario con los grandes y ni abría la boca. Me cambiaba en un rincón y a jugar. Ahora se perdieron los valores.

No hay muchos jugadores porque se terminaron los campitos. Antes íbamos a jugar al Corazón Unidos, a cualquier parte y no había play stations con fútbol virtual como juegan ahora mirando todo el día la pantalla del televisor. Y a veces estábamos hasta las 11 de la noche. Era pasión el fúbol. Ahora no veo eso, lamentablemente. A los pibes no les importa nada.

¿Maradona o Messi? A lo mejor el negro tenía ese temperamente que Messi no tiene, pero Messi es un jugadorazo, un monstruo. Hace cosas que uno no puede creer. Igualmente Barcelona tiene a Iniesta que no se si es mejor que Messi, andan por ahí nomás.

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