La Fundación Pensar se creó hace un tiempo como una usina nacional de ideas de Pro y para trabajar en las propuestas y los equipos para gobernar la Argentina con la mirada puesta en el desarrollo, fomentando oportunidades y un futuro cada vez mejor para toda la población.
Corrían los últimos meses de 2014 cuando se inauguró la filial de Junín y como desarrollista de toda la vida que soy me interesé en concurrir y por eso fui testigo de varias de sus reuniones.
Sinceramente me sorprendió la información -y la formación técnica y humana- de los hombres y mujeres que componen los cuadros de esta Fundación, su capacidad para hacerse un rato de sus actividades cotidianas –ya que todos trabajan- y su amplitud para el diálogo: no existe la rutina monologuista de los maestros ciruela. Primero se escucha con respeto y después todos opinan.
Temas de directo interés local como seguridad urbana y rural, ordenamiento del tránsito y transporte público, calidad de agua potable, clasificación de residuos y planta de reciclaje, turismo, nuevos incentivos de actividades culturales y deportivas y muchos otros, fueron y continúan siendo expuestos, analizados y discutidos en distintas y nutridas comisiones.
Mientras tanto, yo lo conocía a Pablo Petrecca desde hace unos años y siempre me había impresionado como un joven simpático y voluntarioso, pero ahora que pude verlo en acción en la Fundación lo valoricé como una persona capaz y decidida para gobernar Junín con un giro serio y creativo.
Pero lo más positivo -al menos para mí- es descubrir que, al contrario de lo que parecía a primera vista, Pablo no está solo, que tiene a su alrededor mucha gente bien preparada que demuestran tener una honesta capacidad de servicio que vendría muy bien en Junín y en todos lados.
Me están dando ganas de dejar de ser ocasional testigo y convertirme en miembro de la Fundación Pensar ¡si es que me invitan!
Gustavo Rosas
COMENTARIOS