“Creo que hay que aprender en las crisis y mirar en la profundidad. Y ahí están Yrigoyen, Alem, Ilia, Lebensohn”, resumió el espíritu de su visita a nuestra ciudad Fabián Rogel, diputado provincial de Entre Ríos y referente de la Unión Cívica Radical.
Quien fuera también diputado nacional, participó de actividades partidarias y habló con TeleJunín en una entrevista en la que fue sumamente crítico del gobierno nacional y -muy puntualmente- del presidente Javier Milei, aun cuando viene de una provincia gobernada Rogelio Frigerio, quien integra Juntos por el Cambio desde el PRO.
- Qué significado tienen hoy el reivindicar a figuras como Lebensohn, Arturo Illia, Hipólito Yrigoyen…
- Hablamos ayer en una charla en el comité junto a Héctor Lebensohn y algunos amigos donde regalé un libro de mi autoría: “Crónicas de los 40 años de continuidad democrática” y se dio un debate interesante entre los correligionarios, mujeres y varones. Todos manifestaban su preocupación por la crisis y la flaqueza que se observa en la UCR. Los marketineros dicen que toda crisis es una oportunidad. Pero yo digo que toda crisis es una crisis y hay que tratar de salir lo más rápido posible de ella con pensamiento, palabra y acción. “Con doctrina para que nos entiendan y conducta para que nos crean”, decía Lebensohn, y por eso creo que hay que mirar a los más grandes. No por añorar el pasado, sino para ver a los que menos se equivocaron; aprender de lo que hicieron los más grandes en los momentos difíciles.
- Hoy está como mal visto mirar atrás porque pareciera que todo se hizo mal…
- Algunos también están en esa cosa ligera de decir “no, eso fue historia antigua. Ahora no”... Y es cierto que las cosas van cambiando y sería muy aburrido el mundo si pensáramos todos iguales y fuéramos una repetición constante de los mismos hechos. Pero creo que hay que aprender en las crisis y mirar en la profundidad. Y ahí están Yrigoyen, Alem, Ilia, Lebensohn… Hay argentinos y muchos radicales a los cuales hay que prestarles atención siempre. Y más en este momento que gobierna la República un señor que no tiene partido político.
- Desde antes del balotaje usted fue muy crítico de Milei…
- Hay que respetar al pueblo. Pero yo no lo voté, obviamente. Cómo votar a un hombre que decía levantarse a la mañana y tener un muñeco con la cara de Raúl Alfonsín al que golpea para desestresarse; un hombre que calificó malamente a las personas mayores; que habló de Margaret Thatcher como símbolo de dignidad de su país y ofendió Malvinas…
Y que tiene una vicepresidente que reivindica los golpes de Estado a 40 años de continuidad democracia… Yo presidí la Caja de Jubilaciones de las Fuerzas Armadas y fundé la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos con Graciela Fernández Mejide, que también integró Alfonsín. Hablo desde ahí cuando digo que estamos viviendo una crisis de retroceso y hay que estar muy atentos.
- ¿Qué otras señales preocupantes ve?
- Hay un Decreto de Necesidad y Urgencia que no tiene nada que ver con lo que le pasa al país. Y así no se gobierna. Estamos en crisis, cierto, y el país tiene que superar problemas. Pero tenemos que hablar de política de Estado, no podemos gobernar por “necesidad y urgencia”. ¿Qué necesidad y urgencia hay para derogar el Código Minero, por ejemplo? ¿O para desestructurar la legislación laboral que tanto les costó a los trabajadores conseguir, por decir algunas cosas?
- ¿Qué responsabilidad tiene la política tradicional en la llegada de un “outsider” de la política como Milei?
- No lo quiero corregir, pero sí disentir. No es un outsider: es la vuelta del menemismo. Es el representante de los sectores económicos concentrados. Ni (Domingo) Cavallo ni los militares se atrevieron a tanto. Mire el DNU: yo tengo 60 años de vida y 40 de vida en la democracia y las milité todas. A este personaje lo armaron e instalaron los medios de comunicación concentrados. Está al servicio de los grandes intereses que no lograron ir por todo con Menem. Ahora vienen por todo para establecer un país que en muchos aspectos pasa a ser una colonia. Aunque le parezca mentira a la gente.
- ¿Qué sensación tiene de lo que va a pasar? ¿Se va a aprobar el DNU?
- Si tuviéramos un canal donde pudiéramos destallar artículo por artículo lo que es el DNU, la gente saldría espantada. Cuando fui diputado nacional escribí el libro “Volver a empezar. Pasado, presente y futuro de los hidrocarburos” que toca temas estratégicos y fundamentales del país. ¿Sabe lo que significan hoy en el mundo Vaca Muerta y el combustible en un contexto de guerra entre Ucrania y Rusia? Por eso digo que estos personajes que están detrás de Milei no vienen por casualidad sino para quedarse con todo en la Argentina: recursos naturales, bajar la legislación laboral para que los trabajadores vuelvan como en la época de La Forestal... Hay que estar preocupados y preparados: estamos en democracia y no se puede gobernar por DNU. Lo votó la gente a Milei, pero si usted tiene minoría en Diputados y Senadores, por algo debe ser. Usted no tiene la dimensión para transformar un país por DNU. No corresponde. Pero no sé cómo se va a resolver esto.
- Pero Milei parece haber moderado su postura en algunas cuestiones, ¿lo hará aún más?
- Va a morigerar algunas cositas. Pero antes apretará a los gobernadores que necesitan dinero para sus cuentas públicas y en el Congreso va a tratar de hacer votar a los radicales y a los gobernadores en general, por estas leyes. Yo no estoy de acuerdo: lo dije en el comité acá en Junín. Yo encabezo la lista de convencionales nacionales y creo que la UCR tiene que llamar urgente a esa convención y dar instrucciones claras a diputados y senadores nacionales de que no se puede votar esto. Si no, armamos un gran consenso nacional donde Milei se siente a discutir -le cuesta mucho hacerlo- y nosotros -haciéndonos cargo los partidos tradicionales de nuestros errores- podamos hacer algo distinto. Este es un tiempo, 40 años de continuidad democrática, para repensar el país. Ahora, si yo lo quiero repensar para perjudicar a los más débiles y hacerlo a favor de los sectores económicos del poder, va a ser muy difícil. Esa etapa ya la conocimos en la Argentina.
- ¿El futuro del radicalismo es en Juntos?
- No. Usted sabe que yo, cuando se hizo la convención de Gualeguaychú, (n. del r.: donde la UCR votó su alianza con Mauricio Macri) tuve una posición muy cortante. Ahí empezaron los desaciertos. Macri, con todo respeto, tiene que ver con el comienzo de esto. No por casualidad está apoyando por detrás a Milei. Entonces, para superar los desaciertos primero hay que volver a las fuentes. Refundar la idea radical muy seriamente. Moisés Lebensohn hizo La Profesión de Fe Doctrinaria y la Carta de Avellaneda y creó la Juventud Radical. Ahí hay tres lugares importantes para bucear qué podría representar el radicalismo en este tiempo. Pero primero nosotros. Después, repensar, ver a qué argentinos logramos convencer de que esta es la idea que necesitamos. Y después, ir a un marco de alianza. Hay gente que puede no compartir conmigo, pero también lo acusaban a Lebensohn porque era amigo de Evita. Barbaridades le llegaron a decir. Creo que lo mejor del radicalismo, lo más progresista, y lo más granado que quede del peronismo, debemos encontrarnos para buscar una solución al país. Son los dos partidos democráticos más importantes que, con aciertos y errores, han logrado hacer el desarrollo nacional. Guste o no guste. Por más que haya muchos gorilas, muchos reaccionarios, esto es lo que tenemos que lograr. Y no ser excluyentes: hay mucha gente digna de muchos partidos políticos.
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