La construcción de los sótanos en las viviendas en Junín es una costumbre traída por los inmigrantes europeos que llegaron a Argentina a principios del siglo XX y a mediados de la década de 1950, cuando se popularizaron debido a los múltiples usos que le daban.
Por ejemplo, en países como Estados Unidos, estos lugares situados debajo de las casas son construidos principalmente como un refugio ante los tornados y huracanes que azotan constantemente la región, ya que las casas suelen ser de madera.
Pero más allá de servir como refugio para los desastres naturales en otros países, en nuestra ciudad fueron y son utilizados como depósito y almacenamiento de alimentos y bebidas, para mantenerlos frescos debido a la baja temperatura en comparación con el exterior, cuando la heladera no era un electrodoméstico accesible.
“Los sótanos acá no se hacían por cuestiones de seguridad, sino por depósito o también por guardado de comida, de espacios para colgar chacinados y esas cosas que necesitaban tener determinada temperatura”, explicó a Democracia la arquitecta Laura Franco.
“Es posible que también, como la tipología de la casa chorizo viene de la típica casa romana, a lo mejor hayan transculturizado ese espacio que en sus orígenes por ahí tenía otra función”, dijo.
“Acá se usaron básicamente para el guardado de cosas y para también la cuestión de alimentos. Siempre formaban parte de alguna de las habitaciones principales, pero no ocupaban todo el sector”, indicó.
Por otro lado, con la tecnología con la que se construían estas casas chorizo, era la mejor forma de lograr un espacio más, un espacio de guardado porque solamente con excavar un poquito, excavar más la tierra y armar esas paredes de contención generaban ese espacio que necesitaban a que solo accedían a través de una puerta trampa”, informó.
“No tenían una escalera muy apropiada, era un lugar sumamente menor y como ya tenían una parte de excavación realizada para hacer la famosa cámara de aire, que es lo que todas las casas tienen, porque no todas las casas chorizo tienen sótano”, subrayó.
“Las construcciones que nosotros tenemos son traídas por los inmigrantes, el tipo de construcción, la típica casa de chorizo y construida básicamente por ellos”, concluyó.
Sótano y túnel en Junín
El ingreso al único de los túneles hasta ahora descubierto en Junín, fue hallado en el sótano de una casa de nuestra ciudad, y tendría varias ramificaciones subterráneas, tantas como las múltiples hipótesis que hilvanan los investigadores e historiadores.
En 1984, la vivienda de Arias 63 cambió de dueño, y entre trabajos de reformas, los albañiles “descubrieron” algo que hasta ese año habían sido solo creencias: un túnel nacía desde el corazón de la propiedad y se bifurcaba hacia la puerta de entrada y calle Lebensohn.
Según explicaron a Democracia los propietarios de aquellos años, se trataba del sótano de la casa (ya derribada) de David Panizza, donde funcionaba su licorería y almacenaba las bebidas.
La historia
La palabra sótano proviene directamente del latín “Subtülus” o “Subtülum” que significa bajo suelo o debajo de la tierra y la historia se remonta desde el siglo X, aunque también aseguran que la idea provino del antiguo Egipto.
Esto se debe a que los antiguos egipcios hacían tumbas debajo de los hogares; si bien no servían necesariamente para ocultarse, sí lo eran para guardar a los difuntos.
Algunos prospectos de sótano, que se podían observar en algunos hogares, servían, además, para ocultarse de ladrones o saqueadores. Estos eran más vistos en tabernas o localidades de alta clientela, permitiendo así al dueño poder ocultarse.
Cabe destacar que en la antigüedad estos sótanos no estaban construidos con concreto, pero sí se solían construir con barro o simplemente de tierra.
En otros países
Estos lugares subterráneos fueron modificados para poder soportar eventos considerables en la superficie; como tormentas o desastres climatológicos, en países como Estados Unidos.
De hecho, los sótanos también sirvieron como un refugio provisional cuando se presentó la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Con la Guerra Fría presente, los sótanos eran escogidos como una zona segura no oficial, en donde las familias podían huir y ocultarse de tal forma que podían resguardarse.
Aunque la efectividad de estos espacios bajo tierra no era ideal para protegerse de las bombas nucleares, al menos podrían resguardar a las familias sobre otras situaciones de gravedad.
Contra huracanes tampoco es muy efectiva debido a que estos suelen generar grandes inundaciones de altas proporciones, por lo que estos lugares podrían filtrar toda esa agua.
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