Triquinosis: ya hay 219 casos confirmados y está presente en Junín y otros 20 municipios
LA PROVINCIA, EN ALERTA

Triquinosis: ya hay 219 casos confirmados y está presente en Junín y otros 20 municipios

Los datos se desprenden del último informe epidemiológico bonaerense, que tiene el registro de la semana del 20 al 26 de agosto pasado. En la Región Sanitaria III se confirmaron este año dos casos y hubo tres cuadros sospechosos.

Se dio a conocer el último informe epidemiológico de la provincia de Buenos Aires, en donde se dan detalles del avance del brote de triquinosis. En ese reporte, desde el Ministerio de Salud bonaerense se da cuenta de que ya está presente en 21 municipios -incluido Junín- y que durante este año se confirmaron 219 casos de la enfermedad parasitaria causada por larvas y parásitos que afectan al ser humano y a otros animales, y que se transmite a las personas por ingestión de carne cruda o mal cocida. 

Otros datos del documento, que registra lo sucedido en la semana del 20 al 26 de agosto último, sostienen que suman 516 los casos sospechosos durante 2023 y que, tras los resultados, además de comprobarse que 219 efectivamente tenían la enfermedad, hubo 39 probables y hay 254 que siguen en análisis.

Además se detalló en qué localidades fueron detectados los casos positivos: "En lo que va del año 2023, se registraron cinco brotes de triquinosis en los municipios de Chivilcoy (SE 25), Coronel Dorrego (SE 29), Ayacucho y Las Flores (SE 29), en SE 31 se registró un brote que abarca varios municipios de las regiones sanitarias I y II (Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Coronel Suárez, Guaminí, Puán, Saavedra, Hipólito Irigoyen, Rivadavia y Salliqueló) y el último brote registrado en Olavarría (SE 34)". Y agrega: "En el brote de Chivilcoy fueron confirmados 5 casos, en el de Coronel Dorrego 1 caso, en el de Ayacucho y Las Flores 15 casos y en el último brote se registraron 187 casos hasta el momento. Todos los casos evolucionaron favorablemente y se proveyó el tratamiento correspondiente.

"Para el mismo período del año 2022 se notificaron 228 casos sospechosos, de los cuales se confirmaron 63 casos y 155 quedaron en estudio (ver tabla). Se registraron 7 (siete) brotes de triquinosis en los municipios de General Villegas (RS II), Lincoln (RS III), Ramallo (RS IV), Campana (RS V), Balcarce (RS VIII) y 25 de Mayo (RS X). Los casos confirmados pertenecen a los municipios de Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Coronel Dorrego, Coronel Suárez, Puán, Guaminí y Saavedra (RS I); Hipólito Irigoyen, Salliqueló y Rivadavia (RS II); Junín (RS III); Ezeiza (RS VI); Luján (RS VII); Ayacucho, Balcarce y Tandil (RS VIII); General Lamadrid y Las Flores (RS IX); Chivilcoy y 25 de Mayo (RS X) y Lezama (RS XI)", puntualiza el informe.

En ese marco se indicó que "los brotes de triquinosis se producen en su mayoría durante la época de bajas temperaturas". En la distribución estacional de los casos notificados durante los cinco años analizados, se nota un aumento en el periodo que abarca de julio a octubre de este año.

¿Qué es la triquinosis?

La triquinosis o trichinellosis es una enfermedad parasitaria causada por las larvas y parásitos adultos de nematodes del género Trichinella spp, que afecta al ser humano, mamíferos domésticos y silvestres, aves y reptiles.

Se trata de una zoonosis, la cual se transmite al ser humano, de modo accidental, por la ingestión de carne o derivados cárnicos, crudos o mal cocidos, que contengan larvas musculares viables.

En nuestro país la triquinosis está ampliamente distribuida, la principal fuente de infección para el ser humano es el cerdo doméstico, aunque también existen otras, como el jabalí o el puma. Por lo general los brotes se han asociado a cerdos con deficientes condiciones sanitarias de crianza y ausencia de controles en la faena.

La modalidad de presentación de la triquinosis en forma de brotes en el humano y en forma de foco en los porcinos, y la falta de tratamiento específico para la infección en la fase quística (encapsulamiento), hacen necesario que los servicios de salud y de sanidad animal tomen medidas para intervenir en los brotes con la mayor urgencia posible. El tratamiento temprano de las personas expuestas es fundamental para disminuir la probabilidad de desarrollo de formas graves de la enfermedad.

Por otra parte, es necesario el decomiso y destrucción de carne de cerdos o productos alimenticios posiblemente contaminados, para prevenir el riesgo de enfermar a la población general.

Prevención y síntomas

Los especialistas llaman a tomar precauciones y ver que éstos cuenten con la correspondiente certificación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).  Y aclaran que los síntomas de la enfermedad dependen de la cantidad de larvas ingeridas. Puede provocar fiebre, hinchazón de párpados, erupciones cutáneas, dolores musculares y dificultades motrices. 

En los casos más graves, las larvas pueden llegar a enquistarse en el músculo cardíaco, produciendo afecciones como miocarditis, o en los músculos respiratorios, produciendo complicaciones cardíacas. En mujeres embarazadas pueden producir abortos o nacimientos prematuros.

Una de las particularidades de la triquinosis es que los animales parasitados no manifiestan signos de ningún tipo; el cerdo con triquinosis se comporta igual que uno sano. Además, las larvas no se pueden detectar a simple vista en la carne porque son muy pequeñas y solo pueden ser vistas bajo un microscopio. Es por esto que tanto los criadores como los productores y consumidores son responsables de prevenir los riesgos de contagio.

El Senasa exige medidas sanitarias claras en la producción de porcinos. Los cerdos no deben ser alimentados con basura ni restos de comida cruda. Además, se debe garantizar que los criadores tomen medidas para controlar las poblaciones de roedores, ya que las ratas y ratones pueden también ser portadores del parásito.

Como la enfermedad no produce síntomas en los animales, todos los cerdos de la explotación deben ser analizados. Aquéllos que resultan positivos a la enfermedad son eliminados (¿sacrificados?).

Los productores de chacinados deben utilizar carne que haya sido analizada e identificada como libre de larvas a través del análisis de digestión artificial.

El consumidor, por su parte, debe asegurarse que el producto que compra haya sido controlado, para lo cual debe buscar la aprobación del Senasa en el rótulo o etiqueta. Esto es importante, sobre todo, en el caso de los chacinados, ya que ni la salazón ni el ahumado eliminan las larvas. Por otra parte, la carne debe consumirse bien cocida: esto es cuando el color rosa cambia a gris o amarronado, ya que una buena cocción sí elimina la larva Trichinella.

Y hay que tener presente que hay distintos tipos de parásitos de la familia de la Trichinella, y hay muchos integrantes de esta familia que sobreviven al frío extremo. Por lo que freezar la carne no es una buena herramienta para eliminar la larva. En este caso, lo único que garantiza la inocuidad es el control de la carne por parte de un laboratorio.

La prevención de la triquinosis es de suma importancia tanto para la salud de la población como para la economía nacional, ya que la detección de esta enfermedad en los animales o productos provoca grandes pérdidas para los productores y afecta las exportaciones.

Ferrero: “En Junín hubo dos casos”

Julio Ferrero, director de Bromatología del municipio, afirmó a Democracia: “Hay un incremento importante de la presencia de esta enfermedad en el sur de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires”. Y añadió: “Es una enfermedad parasitaria zoonótica que se trasmite del cerdo al ser humano al consumir estos últimos, carne cruda o deficitariamente cocida de animales infectados con larvas de trichinela spiralis”. 

“Esta definición nos permite inferir que la misma se propaga pudiéndose constituir un brote epidémico, pero teniendo como actores solo aquellos que consumieron carne del animal enfermo, este brote se auto limitaría al no trasmitirse de humano a humano”, explicó el profesional.

En este contexto, Bromatología recomienda a los vecinos que “solo adquieran productos derivados de cerdo y/o chacinados en establecimientos debidamente habilitados y no en lugares informales, como puede ser a través de internet o en casas de familias, en los que no se puede demostrar la inocuidad y la trazabilidad del producto a consumir”.  También sugieren que “no adquieran productos porcinos y silvestres que carezcan de una etiqueta que certifique su origen, porque de esa forma no es posible saber si han sido sometidos a la prueba diagnóstica contra la enfermedad”.

“La faena doméstica y la carneada de cerdos en el campo –hábitos difundidos en la población rural y periurbana– están permitidos, mientras los producidos de esta actividad sean para consumo propio o familiar, estando terminantemente prohibido su comercialización”, advirtió el experto. Y agregó: “Tengan muy presente que los animales no presentan sintomatología alguna, razón esta que muchas veces induce a errores de apreciación sobre el estado de salud del animal”. 

“Un punto muy importante a tener en cuenta, es que la cocción en microondas, el ahumado y la salazón, no matan a este parásito, tan solo el calor (+75 grados centígrados durante 5 minutos mínimo, en el centro del producto)”, aclaró.

“Quienes produzcan y elaboren estos productos deben verificar que la carne sea apta para consumo humano. Para ello, deben remitir una muestra de carne (50/100 gramos de músculo diafragmático –entraña– de cada animal) para que sea analizada en nuestro Laboratorio Regional, mediante la prueba de digestión artificial, prueba que insume no más de dos horas y es totalmente gratuita para los vecinos que faenen para consumo propio y hasta dos animales, gracias a una gestión personal del intendente Pablo Petrecca”, afirmó. 

“En el hogar también se debe ejercer la prevención: es importante cocinar correctamente la carne hasta que su interior pierda el color rosado para prevenir la transmisión de la enfermedad”, dijo. “En nuestra ciudad se presentaron dos casos positivos, hace unos 3 o 4 meses, ambos de faena domiciliaria, sin análisis de laboratorio, y ambos evolucionaron favorablemente”, precisó Ferrero. 

“La explosión de casos devino de un error que tuvo su origen en alimentos que provenían de la Fábrica de Chacinados “Agroindustria Los Andrés SRL”, sita en Salliqueló y se extendió a la zona de influencia por donde se comercializaba la mercadería elaborada”, señaló. Y se refirió a los comerciantes: “Exíjanles a los proveedores de cualquier producto la correspondiente constancia (sello o número de introducción) de su pasaje por la cabina sanitaria”.  

Y el experto llevó tranquilidad a los vecinos: “Disfruten de los productos regionales, que son de lo mejor de nuestro país”.

COMENTARIOS