Los datos de inflación correspondientes a abril publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) volvieron a inquietar tanto a comerciantes como consumidores de Junín.
Según el informe difundido el viernes por el organismo, el incremento general del cuarto mes del año alcanzó el 8,4% con respecto a marzo, mientras que el incremento interanual fue del 108,8%.
Por su parte, en lo que va de 2023, las subas acumuladas en cuatro meses fueron del 32%, número que encendió las alarmas de las entidades que representan a los sectores productivos y de servicios de la ciudad.
Como viene ocurriendo en los últimos meses, el ítem "Alimentos y bebidas no alcohólicas" fue el termómetro de la inflación generalizada. De acuerdo con la oficina conducida por Marco Lavagna, solamente en abril, las subas en los productos alimenticios superaron el 10% en todo el país, con los incrementos más altos en verduras y legumbres, seguidos por los productos lácteos y huevos y, más atrás, carnes y derivados.
Para la región Pampeana, que incluye a Junín, el Indec reconoció un incremento en los alimentos del 10,8% con respecto a marzo, es decir, más de dos puntos porcentuales por encima de la inflación general.
Considerada de manera interanual, la suba de productos alimenticios escaló hasta 114,6% en la zona geográfica en la que se encuentra Junín, más de seis puntos por arriba de la cifra publicada por el gobierno nacional para el total de la economía.
En esta línea, según relevó Democracia a través de consultas con comercios locales, los incrementos más relevantes estuvieron en productos de verdulería, mientras que la carne continúa dando cierto "respiro" tanto a proveedores como a comerciantes y clientes, aunque desde el sector ganadero advierten que hay un conflicto latente alrededor del producto.
En cuanto a las verduras, hubo subas incontrolables en el tomate en los meses recientes y las góndolas juninenses lo ofrecen en la actualidad a precios que llegan hasta los $900 el kilo, un incremento que excede holgadamente el 10% indicado por el Indec con respecto al mes pasado.
Desde el rubro explicaron que el salto exponencial -que supera el 30% con relación a hace 30 días- obedece a la escasez de oferta, como consecuencia de la ola de calor que tuvo lugar al final del verano, y a que la producción proviene del Norte del país, por lo que se agrega además el costo del flete.
Por su parte, productos como la remolacha ($699 el kilo), la berenjena ($749 el kilo) y apio ($489 el kilo) también ejercen una fuerte presión sobre el bolsillo de los compradores y exhibieron subas en las góndolas por encima de referencia indicado por el organismo nacional.
Otras subas exponenciales aparecieron en el pimiento rojo ($1699 el kilo) y el pimiento verde ($699 el kilo), mientras que productos como la lechuga ($999 el kilo) experimentaron cierta estabilización o incluso una leve baja con respecto al mes pasado (en el caso de la lechuga, llegó a tocar los $1300 el kilo). Lo propio ocurre con otras opciones, como la papa, la acelga, la cebolla, la espinaca o la remolacha.
Entre las frutas, los principales incrementos se dieron en cítricos, como pomelo ($599 el kilo) o lima $1190 el kilo).
El caso de los huevos es otro de los que exhibió un fuerte incremento, ya que actualmente la docena cuesta, en promedio, unos $800, es decir, alrededor de un 33% más cara que hace 30 días. No obstante, las verdulerías consultadas por Democracia aclararon que hubo cierto estacionamiento en el producto, en las últimas dos semanas.
Por fuera de las frutas y verduras, los lácteos integran otro grupo de productos que experimentaron fuertes subas en el último mes. Entre ellos, aparece la manteca, que orilla los $3000 el kilo, una suba que ronda el 20% en una treintena de días.
El impacto ya se siente en productos elaborados en base a ésta, como los panificados, que tal como informó Democracia iniciaron la semana pasada con subas de hasta 15%. De esta manera, panaderías consultadas por este diario confirmaron que el kilo de pan llegó a los $700, mientras que las facturas superan ya la línea de los $1300.
La carne, una incógnita
Mientras los precios de frutas, verduras y lácteos siguen transitando una curva ascendente, la carne vacuna se muestra más estable en las góndolas. En las principales cadenas de supermercados, funciona además el programa nacional Precios Cuidados, lo que mantiene a los principales cortes sin variaciones significativas.
No obstante, desde el sector ganadero advirtieron que el precio de la carne está "atrasado" con relación a la inflación interanual, que ya ronda el 110%. "Estamos hablando de un atraso del 70% con respecto a la inflación real. Si esto se sincera, la situación puede ser más complicada", advirtió a Democracia Andrés Moutous, presidente de la Sociedad Rural de Junín.
Distinto fue el caso del pollo, cuyo precio por kilo en abril estuvo en el orden de los $750, es decir, un salto de más del 30% con respecto al mes anterior.
Sin embargo, consultado por Democracia, Roberto Elías, gerente del supermercado Don Enrique, explicó que "el incremento se dio en ese momento por una baja en la producción, causada por la crisis de la gripe aviar, pero en estas últimas semanas, comenzó a estacionarse el precio".
De esta manera, tanto comerciantes como consumidores de Junín comienzan a percibir un escenario de incertidumbre a corto plazo, luego de la publicación de los datos oficiales de abril y con medio mes de mayo todavía por delante.
En ese contexto, el propio Indec reconoció en su informe que las subas en los alimentos volvieron a ser el factor de "mayor incidencia" en la inflación general, en todas las regiones del país.
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