Un campo de Junín sembrado con soja de primera cosecha.
Un campo de Junín sembrado con soja de primera cosecha.
ASEGURAN QUE LA SITUACIÓN ES “DESESPERANTE”

En Junín, el sector rural advierte que “no hay reacción” del Gobierno ante la sequía

Las entidades agropecuarias consultadas por Democracia coincidieron en que los gobiernos nacional y provincial no toman dimensión de la gravedad del problema, que impactará de lleno en las economías regionales y en los pueblos y ciudades del interior.

La sequía no da tregua en Junín y la Región y las entidades agropecuarias coinciden en que los gobiernos nacional y provincial no toman dimensión de la gravedad del problema, que impactará de lleno en las economías regionales y en los pueblos y ciudades del interior, además de que significará una fuerte caída en el ingreso de divisas al país. 

En este contexto, Rosana Franco, titular de la filial juninense de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a Democracia: “La sequía no cesa y las pérdidas son cada día más cuantiosas, no hay praderas, la soja de segunda está perdida, el maíz se perdió en un 80 por ciento, en soja de primera las pérdidas llegan al 70 por ciento, y el Gobierno nacional todavía no decretó la emergencia nacional frente a tamaño desastre climático”. 

Rodrigo Esponda, productor juninense, afirmó a este diario: “La situación es desesperante, no llueve, teóricamente el ciclo de sequía se cortaba en febrero, pero en febrero no llovió y la situación es cada vez peor, no solo para los cultivos, sino también para la ganadería, los tambos y la producción de alimentos. Y no hay reacción de los gobernantes, que siguen simplemente poniendo en funcionamiento una ley de emergencia que es obsoleta y no sirve”. 

Y advirtió: “Esperemos que entiendan que el golpe que nos va a pegar esta sequía no tiene que ver con una cuestión ideológica ni con una cuestión del campo, tiene que ver con el país, porque el dinero que va a faltar de esta cosecha, va a faltar en los pueblos del interior, en el dinamismo de las economías regionales de la provincia de Buenos Aires y eso lamentablemente lo vamos a sentir. Venimos de una situación económica y social muy difícil y esta sequía la va a terminar de agravar. Lamentablemente siguen pensando en otra cosa, no tienen la capacidad o la voluntad de pensar en el corto y mediano plazo y lo único que hacen es tirar la pelota para adelante, la situación se agrava y el Gobierno no reacciona”. 

El dirigente de Carbap Gustavo Frederking afirmó a Democracia: “El productor está muy desanimado, no está ni yendo al campo porque le produce una situación psicológica muy triste, es dramático, y es dramático todo lo que viene después, todos sabemos que el campo no es solo el productor, sino todo lo que tracciona. Los daños están por todos lados, hay lotes que están destruidos, la soja de segunda está en un estado paupérrimo, muy crítico”. 

Emergencia agropecuaria

El Ministerio de Economía declaró el estado de emergencia o desastre agropecuario en 33 partidos de la provincia de Buenos Aires afectados por la sequía, en diferentes períodos entre el 1° de junio y el 31 de diciembre de 2022.

La medida se dispuso a través de la resolución 208/2023, publicada, ayer, en el Boletín Oficial, y en los plazos señalados las explotaciones rurales afectadas tendrán la postergación o la eximición del pago de impuestos nacionales.

La declaración abarca el período del 1° de junio al 31 de octubre de 2022 para las explotaciones afectadas por la sequía en el partido de Pergamino y del 1° de julio al 3º de noviembre del mismo año a las de General Rodríguez.

Asimismo, declara la emergencia o desastre agropecuario entre el 1° de julio y el 31 de octubre en los partidos de Carlos Tejedor y General Lamadrid y en las Circunscripciones II, VI, VII, VIII, IX, X, XI y XII del partido de Laprida.

Entre el 1° de julio y el 31 de diciembre de 2022 quedaron comprendidas las explotaciones agropecuarias afectadas por sequía en los partidos de Luján, General Paz, Ayacucho, General Villegas, Maipú, Lincoln, Baradero, General Arenales, Roque Pérez, San Nicolás, San Andrés de Giles, Mercedes, Rauch, Exaltación de la Cruz, Carmen de Areco, Capitán Sarmiento, General Guido y Tordillo.

Por último, se declara la emergencia y/o desastre agropecuario en los partidos de Bragado, Monte, Punta Indio, Chivilcoy, Brandsen, General Viamonte, Chacabuco, Navarro, Colón y en las Circunscripciones II, III, IV, X, XI y XII del partido de Tandil, desde el 1° de octubre hasta el 31 de diciembre de 2022.

La declaración del estado de emergencia corresponde cuando al menos el 50% de la producción o capacidad productiva de la explotación se encuentre afectada y en ese caso el titular se beneficiará con la postergación del pago de impuestos nacionales.

Si ese perjuicio supera el 80% de la producción o capacidad productiva, se declara desastre agropecuario y el productor quedará eximido del pago de los tributos correspondientes.

Para ello, tanto los bancos oficiales como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) arbitrarán los medios necesarios para que los productores gocen de los beneficios previstos.

Fuertes pérdidas económicas

Como consecuencia de la sequía y de las heladas tempranas registradas durante el último mes, la Argentina podría perder más de US$ 20.000 millones en concepto de ingresos por exportaciones, estimaron especialistas.

Así lo indicó un informe del Área de Agricultura de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).

Según los expertos, además de la problemática que arrastra el campo por la ausencia de precipitaciones, las heladas tempranas del pasado 18 de febrero afectaron a 1,90 millones de hectáreas, de las cuales el 37% sufrieron daño severo.

En esta línea, Gustavo Martini, coordinador del área de Agricultura de CREA, dijo que "una helada temprana en un momento tan inusual, además de problemas productivos, traerá en algunos casos también problemas de calidad de los granos, con lo cual será necesario, en tales situaciones, buscar alternativas de comercialización en el ámbito forrajero".

A partir de la situación climática adversa, CREA proyecta hasta el momento una cosecha total de soja de 31,2 millones de toneladas, un 38% menos que en la campaña anterior, y un aporte de divisas por las exportaciones que tendrá una caída de US$ 11.731 millones.

Por el lado del maíz, la proyección de cosecha es de 38,6 millones de toneladas, un 30% menos que en el ciclo anterior, y disminución de divisas por US$ 5.198 millones.

Y en el caso del trigo, la cosecha calculada por CREA fue de 12,1 millones de toneladas, una baja de 37%, y merma de divisas por US$ 2.693 millones.

Por otra parte, se suma el girasol, con una proyección de cosecha de 3,1 millones de toneladas, un 12% de caída en comparación a la campaña anterior, y la disminución de ingreso de dólares alcanzará los US$ 253 millones.

Por último, se determinó que la cosecha de cebada fue de 3,1 millones de toneladas, una caída interanual del 32%, y con US$ 593 millones menos de aporte por las exportaciones.

Con todos los cultivos mencionados, CREA proyecta una cosecha total de 88,1 millones de toneladas, un 34% interanual menos.

Pero el número más impactante, por el efecto negativo que el mismo tendrá en una economía local tan necesitada de los dólares del campo, es el relacionado a las exportaciones agroindustriales. 

En este sentido, CREA prevé que, como consecuencia de la sequía y las heladas, el país perderá US$ 20.468 millones de dólares, una caída del 34% interanual.

Otras actividades afectadas

La sequía y las heladas complican tanto a la actual campaña agrícola como también a todas las actividades agropecuarias. En el caso de la ganadería, el informe de CREA identificó al 2023 "como el peor año en términos de productividad forrajera desde el 2000, lo que indica que hace más de dos décadas que no se registraba un evento de tal magnitud".

Los especialistas proyectaron que para 2024 la cantidad de terneros por nacer en el país caerá en un rango de 400.000 a 800.000 ejemplares.

Por su parte, José Lizzi, líder del área de Ganadería, destacó "en las empresas incorporadas a CREA el impacto del desastre climático en las preñeces no caería de manera significativa porque los empresarios que integran la red tomaron muchos recaudos para anticiparse al actual escenario".

Desde la entidad señalaron que en el caso de las empresas lecheras se trabajó con el objetivo de priorizar el confort de las vacas por medio de encierres y dietas con mayores componentes de insumos externos y, por lo tanto, también mayores costos.

"Ante la restricción forrajera, se recurrió a la creatividad para buscar soluciones viables en el marco de lo posible, como el reemplazo de insumos derivados de la soja por pellets de girasol, negociaciones con establecimientos vecinos para compra de granos o rollos y una mayor proporción de confección de silobolsas respecto de silos puente para disminuir pérdidas y tener un mayor control sobre la proyección de stocks forrajeros", dijeron los especialistas de la entidad.

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