La falta de lluvias complica el desarrollo de los cultivos en Junín.
La falta de lluvias complica el desarrollo de los cultivos en Junín.
EL CAMPO ESPERA EL ALIVIO DE LA LLUVIA

Por la sequía, en Junín proyectan una caída en la cosecha de soja del 50%

Así lo afirmaron los especialistas consultados por Democracia, quienes además advirtieron por las fuertes pérdidas económicas. "Claramente se pueden fundir productores", advirtió el dirigente de Carbap Gustavo Frederking. Hoy habrá una reunión de FAA en Pergamino.

El campo padece la falta de lluvias y en Junín ya se proyecta una caída en los rendimientos para la soja del 50 por ciento, según coincidieron las entidades del sector consultadas por Democracia. En este escenario, se espera, hoy, una contundente asamblea de la FAA, en la vecina ciudad de Pergamino. 

Rosana Franco, presidenta de la filial local de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a Democracia: “En soja de primera se va a cosechar un 50% menos y se espera lo mismo para el maíz. Si el fin de semana llueve, puede mejorar un poco el panorama, pero obviamente esta situación va a generar menos ingresos para el productor, y una mayor dificultad para cubrir los costos de producción de la soja y los insumos del trigo”.

Con respecto a la reunión de los distritos 6, 7 y norte y sur de Santa Fe de la FAA, que se realizará, hoy, en Pergamino, Franco anticipó algunos de los puntos que reclaman los chacareros: “Pedimos la eximición total de los impuestos, eliminación de las retenciones a la carne, leche, maíz y soja”. 

Por su parte, Gustavo Frederking, titular de la Sociedad Rural de Junín e integrante del directorio de Carbap, afirmó a Democracia: “La situación por la sequía es muy grave y se traduce en menos viajes de camión, menos compra de insumos, menos compra de cubiertas, menos producción, la situación es dramática”. 

Y amplió: “El trigo fue un fracaso total. En Junín los rindes anduvieron entre los 700 y 1300 kilos, en los lugares donde se cosechó, porque en muchos lugares no se cosechó, hubo rindes cero, se lo dieron de comer a las vacas. Fue tremendo”. 

Y el ruralista advirtió que el impacto económico de la sequía puede derivar en quebrantos financieros para muchos productores. “Claramente se pueden fundir productores, y sobre todo en lo que es ganadería, en los pocos tambos que hay, donde no se puede restringir, para seguir produciendo hay que darle de comer de calidad a los animales y eso, hoy, es carísimo, porque no hay alimento”.

“En la ganadería el impacto se va a ver reflejado en el mediano plazo, con índices de preñez mucho más bajos, con terneros sacados antes de tiempo, con una ganadería que no aumenta el precio desde hace un año. Y en lo que es agricultura, ni hablar el que alquiló campos, con alquileres altísimos, y tiene que seguir pagando el alquiler, a pérdida total, va a ser un impacto brutal”, alertó. 

Zona Núcleo

Las lluvias no se hicieron presente durante la última semana en la zona agrícola núcleo, y se agravó aún más la situación de la soja con recortes en la estimación de producción del 45% respecto al volumen de cosecha que se esperaba tener al principio de la campaña.

La zona núcleo, que comprende el norte de Buenos Aires y el centro-sur de Santa Fe y Córdoba y se erige como la principal área productiva de granos gruesos del país, es una de las regiones del país más castigada por la sequía, con ausencia de lluvias importantes desde abril del año último, cuando la falta de precipitaciones comenzó a hacerse más marcada.

Tal es así que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) decidió recortar la estimación de producción para la zona en un 45% respecto de las primeras previsiones de la campaña, una merma equivalente a 9 millones de toneladas.

Ahora la entidad espera una cosecha de 10,7 millones de toneladas, cuando hace tres meses las expectativas ubicaban la trilla en 19,7 millones de toneladas.

"Nadie se explica cómo en tres meses del cultivo ha sucedido esto. Si bien se sabía que sería una campaña muy difícil por la sequía, lo que se ve ha superado las peores pesadillas de los productores", indicó el informe confeccionado por la BCR.

Según explicó la entidad bursátil, "esta baja se debe por sobre todo a la fuerte caída de los rendimientos potenciales por el escaso crecimiento que muestra el cultivo en zona núcleo", el cual pasó de los esperados 40 quintales por hectárea (qq/ha) a sólo 23 qq/ha.

A esto se suma "una baja en la superficie sembrada de casi medio millón de hectáreas por la extrema falta de agua que impidió cumplir con los esquemas de siembra intencionados", por lo que el área sojera pasó a ser de 4,7 millones de hectáreas. Por supuesto, esta marcada merma en las proyecciones de producción impactó en las previsiones de cosecha a nivel nacional.

Es por eso que la BCR redujo durante la semana la estimación de producción del poroto en un 25% respecto de la previsión del mes pasado hasta las 37 millones toneladas por la sequía, por lo cual se espera una cosecha 13% menor a la anterior de la campaña 2021/22.

"Ya se dan por perdidas 12 millones de toneladas de la oleaginosa y se estima con 37 millones que será la tercera peor cosecha argentina de los últimos 15 años", sostuvo la entidad bursátil.

La falta de lluvias fue el factor clave para la caída en la estimación de producción para esta campaña, que se ubicará 5,2 millones de toneladas por debajo de lo obtenido el ciclo pasado, cuando la trilla totalizó 42,2 millones de toneladas. Además, el área sembrada con el cereal también descenderá, ya que hace un mes se esperaba implantar 17,1 millones de hectáreas, pero sólo lograron implantarse 16 millones.

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) también realizó un ajuste de 500.000 hectáreas en la siembra de soja, por lo que la superficie quedó en 16,2 millones de hectáreas.

"Dicho ajuste de superficie, junto al escenario actual, donde un 56,1 % del área implantada informa una condición de cultivo entre regular y mala mientras que más de 6 de cada 10 hectáreas informa una condición hídrica regular/sequia, ubica la nueva estimación de producción en 41 millones de toneladas", explicó la entidad, por lo que se espera una merma productiva respecto de la campaña anterior de 2,3 millones de toneladas.

Esta situación tendrá su correlato en el impacto económico que se espera. Según estima la entidad, con este volumen estimado de producción el Producto Bruto Agrícola (PBA) de la soja, o sea, su aporte a la economía, caería 17% respecto al registrado durante la campaña 2021/22, lo que implicaría una merma de US$ 3.948 millones, mientras que por el lado de las exportaciones, la merma sería del 13% y se produciría una merma en los ingresos de US$ 3.248 millones.

La peor campaña de las últimas cinco

La sequía que afecta a más de la mitad del territorio nacional provocaría que los niveles de producción agropecuaria se ubiquen este año por debajo de la campaña 2021/2022 y del promedio de las últimas cinco campañas, especialmente de trigo.

Así lo advirtió un informe de la Bolsa de Cereales, que advirtió que la campaña 2022/2023 se caracteriza por atravesar un escenario complejo, en el cual la producción de los principales granos sufrirá recortes significativos, desde las proyecciones efectuadas en el lanzamiento de la campaña gruesa, en septiembre último.

Esa complejidad está dada por motivos climáticos, aumento de los precios de los insumos y políticas que, en conjunto, "modifican la decisión de los productores", según el informe. Pero el prolongamiento del fenómeno "La Niña", que ocurre por tercera campaña consecutiva, "ha agravado aún más la situación dificultando el proceso de siembra, el desarrollo de los cultivos junto al área apta para cosechar, provocando caída en los rendimientos potenciales", alertó la Bolsa.

En ese sentido, puntualizó que la etapa productiva de los cultivos de invierno ya se encuentra definida y dada la sequía, los niveles de producción se ubicarían por debajo de la campaña anterior y del promedio de las últimas cinco campañas.

La sequía también afecta a los cultivos de verano por lo que el panorama de los próximos meses es aún incierto para la soja, el maíz y el girasol, añadió.

El Gobierno y la Mesa de Enlace

En el inicio del año, una de las principales preocupaciones que rodea al equipo económico está vinculada con los efectos de la sequía y su posible impacto sobre las reservas del Banco Central (BCRA). Si bien el titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, ya confirmó que convocará a la Mesa de Enlace, recién lo haría después de la próxima semana, después de contar con un cuadro de situación más detallado sobre las condiciones climáticas del campo.

Para monitorear la situación, Economía pidió al INTA un mapa de lluvias y humedad de suelo que permita proyectar la situación de los próximos 90 días. En los despachos oficiales esperan tener los resultados de ese estudio aproximadamente en una semana para luego llamar a la mesa de enlace.

“Encargamos los mapas de lluvias y mapas de humedad de suelo al INTA. Los entregan en una semana y ahí los convocamos”, se sinceró una fuente oficial que sigue de cerca el tema.

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