Andrés Moutous (SRJ)
Andrés Moutous (SRJ)
MALESTAR DEL CAMPO

Advierte el sector rural por la escasez de gasoil y la falta de previsibilidad

Si bien el Gobierno nacional aseguró ayer que la situación se normalizará, productores y representantes de las entidades agropecuarias de Junín coincidieron en que continúan los problemas para abastecerse de combustible de cara a la siembra de fina y la cosecha de maíz.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, aseguró ayer que, si bien existen dificultades con el abastecimiento de combustible, el mismo "está garantizado" para el sector agropecuario, pero desde las entidades del campo expresaron su desconfianza hacia el Gobierno, al tiempo que cuestionaron la falta de previsibilidad para el sector. 

Andrés Moutous, titular de la Sociedad Rural de Junín (SRJ), afirmó a este diario: “La lectura es muy sencilla, vas a buscar gasoil y no hay, hay desabastecimiento. La cosecha está prácticamente terminada, lo que está ahora es la siembra de fina y en diciembre vamos a tener la cosecha de fina, pero claramente no hay gasoil, los transportistas están todos en la calle porque no hay gasoil, aumentaron los precios y no aparece”. Y añadió que “lo que dice Domínguez no se condice con la realidad”. 

Por su parte, Rosana Franco, presidenta de la filial local de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a este diario: “En Junín para quienes cargan de 5 mil litros de gasoil en adelante, no hay problemas, pero cuesta conseguir en cantidades inferiores a los cien litros. Hay estaciones que restringen y otras que no. Este tema se tiene que solucionar urgente”. Y la dirigente federada advirtió: “El Gobierno está haciendo muchas promesas, pero la realidad es otra. En sesenta días comienza la siembra de maíz y debería estar todo normalizado”.

La cantidad de gasoil demandada varía según la actividad agropecuaria, explicaron los productores consultados. Por ejemplo, un contratista que siembra más de 500 hectáreas compra más de 5 mil litros de gasoil. Sin embargo, un productor pequeño ganadero o los quinteros compran de a cien litros, ya que utilizan tractores de menores dimensiones, con un menor consumo de combustible.

Gustavo Frederking, productor y dirigente de Carbap, afirmó a Democracia: “Ojalá sea cierto lo que dice Domínguez, pero venimos de promesas incumplidas. El Gobierno dijo que la situación se iba a reestablecer en 48 horas y no solo eso no ocurrió, sino que se agravó. De hecho, hoy hay problemas en el sur del país, que antes no había. Hay zonas con más daño que otras. En la provincia de Buenos Aires, para lo que es el trabajo de siembra y cosecha de maíz tardío, de segunda, vas consiguiendo cupos, con restricciones, pero vas consiguiendo.

Hoy tenemos un paro de transporte y la causa es la suba de los costos y la falta de gasoil, así que en concreto seguimos con el mismo problema de siempre, con funcionarios que hacen anuncios que luego no se dan en la realidad”. Y añadió: “Si llegamos a esta situación, es porque no hubo inversión para tener el autoabastecimiento que supimos tener. Ojalá que se le dé impulso al gasoil renovable, para alentar otro tipo de combustibles”.

Rodrigo Esponda, productor agropecuario y concejal de Juntos, afirmó a Democracia: “La palabra de Domínguez lamentablemente está sumamente devaluada, necesitamos que sean previsibles, que se adelanten a los hechos, se sabía que iba a faltar gasoil desde hace muchísimo tiempo y hace al menos dos meses que están por llegar los barcos. Evidentemente hay una falta de previsibilidad enorme.

Ojalá se solucione de una vez para que la gente pueda seguir trabajando, no solo en el campo, sino en todo lo que tiene que ver con la logística, que afecta al transporte, y que, en definitiva, impacta en el precio de los productos, generando cada vez más inflación”. Y agregó: “La siembra se está llevando adelante, con algunas demoras. Las cosechas van a ser en diciembre, así que me imagino que para diciembre este tema va a estar solucionado”. 

Domínguez habló de “oportunidad”

Domínguez destacó que la guerra "trajo una extraordinaria oportunidad" en un año que, según el titular de la cartera agropecuaria, "será récord de aporte de divisas de nuestro sector agrobioindustrial”. 

Sin embargo, reconoció que el conflicto también ha provocado un “desbarajuste” con un “problema en los combustibles". "Estamos trabajando para que ni la siembra ni la cosecha de este segundo semestre esté comprometida. Vamos a tener dificultades, pero el combustible para la siembra y la cosecha está garantizado", prometió el ministro al abrir el 16vo Congreso Maizar, organizado por la Asociación del Maíz y el Sorgo Argentino en el complejo de Parque Norte.

Al mismo tiempo, minimizó las dificultades en las importaciones de fertilizantes y aseguró que existen "conversaciones avanzadas" para progresar en la producción nacional de dichos insumos. "Venimos trabajando desde comienzos de año porque advertíamos que este problema se iba a venir”, dijo Domínguez. Y detalló que “respecto de la misma época del año pasado, se han incorporado 900.000 toneladas de fertilizantes frente a 950.000, por lo que no estamos tan desfasados”, un dato que brinda –subrayó- un “horizonte más tranquilo”.

Por otra parte, Domínguez aseguró que el Ministerio está “trabajando con las cámaras” para que “los problemas de restricción de dólares no impacten en el sector”. “Tenemos el sueño de que rápidamente en la Argentina se puedan anunciar importantes inversiones", dijo el ministro, y agregó que hay conversaciones "para que se vaya avanzando en la autonomía de producción de fertilizantes”.

Del mismo modo, si bien no precisó proyecciones de producción en lo que hace al maíz, Domínguez estimó que este año se van a tener “mejores resultados de lo que se pronosticaba a pesar de las consecuencias de la sequía”, en un ciclo donde, para el ministro, “el maíz es la estrella”. Tras lo cual, estimó que existen “1.200.000 hectáreas que se pueden incorporar al sistema productivo”, y que se pueden incorporar en la próxima década “dos millones más de toneladas”.

El funcionario enfatizó que “el crecimiento de toda la cadena está en la previsibilidad que pueda construir el productor”, un reclamo que –indicó- se hace presente “en cada reunión”. “El mundo agrobioindustrial va a ser uno hasta la guerra y otro después de sus consecuencias, que abren un escenario. Está mal decir oportunidad, pero a nuestro país lo ubica en una situación de privilegio”, auguró.

Desarrollo

En ese sentido, el ministro indicó que la Ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial, actualmente en tratamiento de comisiones del Congreso, es un “instrumento que generará previsibilidad y separará obstáculos para las nuevas inversiones en el sector”. “Si se logra aprobar, da una enorme utilidad para la Argentina porque estamos pensando en una previsibilidad a cinco años con prorroga a cinco años más”, señaló.

Por su parte, anticipó que el Ministerio se reunirá con las contrapartes provinciales “en los primeros días de agosto” para tener “un protocolo común de certificación de buenas prácticas” en el sector, una exigencia de diversos países para la exportación de los productos que ya lo poseen “más de 2.000 empresas argentinas y productores”.

En ese contexto, Domínguez pidió “no desaprovechar esta oportunidad que el mundo nos da”, y compartió la necesidad de "construir puentes". "Tenemos un hartazgo de discutir cosas que nos han llevado a ningún lado”, dijo el ministro Domínguez.

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