La inflación y el factor climático, las principales preocupaciones del campo.
La inflación y el factor climático, las principales preocupaciones del campo.
EL ESCENARIO PRODUCTIVO

El campo espera más inflación tras las elecciones y preocupa el factor climático

La economía y el país que sobrevendrá después de los comicios del domingo son las mayores inquietudes de los productores rurales de Junín consultados por Democracia, que además siguen de cerca la escasez de lluvias y el estado de los cultivos.

La inflación y el factor climático se encuentran dentro de las principales preocupaciones del campo, mientras que las restricciones en la importación de ciertos productos también constituyen uno de los factores que sigue de cerca el sector, según una rueda de consultas realizada por Democracia con productores y dirigentes agropecuarios. 

Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de Junín (SRJ), afirmó a Democracia: “El campo tiene hoy dos problemas centrales, el climático, porque estamos en un período Niña, que preocupa, porque la situación es muy diferente a la del año pasado, cuando también tuvimos Niña, pero las napas estaban altas y los cultivos pudieron absorber la humedad. Pareciera que viene una Niña de vuelta y eso preocupa mucho, porque contra el clima no hay mucho para hacer. Se están viendo en el sur de la provincia de Buenos Aires lotes de trigo que se están adelantando más de lo previsto, y es un mal síntoma, porque cuanto antes está el trigo, se podría hablar de menor rendimiento. Todavía no está ocurriendo en Junín, no sabemos qué va a pasar, es prematuro para decirlo. Igualmente, se lo ve bien al trigo, así que todavía puede rendir bien”. 

Y el dirigente rural agregó: “El otro gran problema son los insumos, que subieron en un nivel desconsiderado, con fertilizantes que aumentaron hasta un ciento por ciento, y son los insumos más caros, los que más repercuten en una inversión cuando uno plantea una siembra, más otros insumos agroquímicos que también subieron”. 

“Con respecto a la carga impositiva, a esta altura lo que no queremos es que el Gobierno nos mire, porque cada vez que nos mira es un impuesto nuevo. A esta altura ni siquiera pretendemos que se otorguen subsidios o beneficios, porque ya es mucho pedir, aunque es lo que pasa en el mundo. Lo que nos preocupa después de las elecciones es lo institucional, quedan dos años de Gobierno y lo que pasó después de las PASO nos llena de preocupación, porque es una alianza de gobierno a la cual no se la ve muy sólida.

Esperemos que prime la cordura, la razonabilidad y la institucionalidad. Por más que haya una derrota -como se prevé- tienen que ser responsables para seguir gobernando”, consideró. 

Rosana Franco, presidenta de la Federación Agraria Argentina (FAA) Filial Junín, afirmó en diálogo con este diario: “Lamentablemente la inflación golpea al sector y mucho, sobre todo en el precio de la carne (bovina, porcina y aviar) para el mercado interno. No se observa ningún cambio al respecto. Los impuestos son muchos y agresivos”. Sin embargo, afirmó que el sector “continúa siempre sembrando y esperando la próxima cosecha, que es la de trigo”.

En tanto, Rodrigo Esponda, dirigente y productor, afirmó a Democracia: “Hay preocupación, porque el Gobierno cree que para salir de la crisis tiene que recaudar más, pero no piensa en producir más, sino en aumentar impuestos, con lo cual, evidentemente, es un diagnóstico errado y las acciones que viene tomando hasta ahora también son equivocadas, porque no generan una mayor inversión, sino que siguen inventando impuestos. No solo el sector agropecuario se va a ver afectado con este sistema que quieren imponer, van a producir menos y eso va a significar menos ingresos para el Estado, menos trabajo y menos desarrollo. Esperemos que recapaciten, que entiendan en el mensaje y que, independientemente de las urnas, entiendan que se sale con más inversión y más trabajo y no cercenando la posibilidad de crecer”. 

Informe privado
De acuerdo con un sondeo realizado por AmplificAGRO, de acá a un año, lo más preocupante es la inflación. "Entre los que consideran que la inflación rondará la franja del 50 al 60% se concentra la mayoría de los encuestados con el 40,3%, seguidos por quienes consideran que estará por encima del 60%, con un el 34,9 % de las menciones", sostuvo.

"En un contexto en el que las restricciones en la importación de ciertos productos repercuten en la disponibilidad de insumos, consultamos también cuánto afecta al agro esta falta en su producción. El 63,7% dice verse algo o muy afectado, mientras que un 34,8% manifiesta bajos niveles de afectación", indicó.

Con relación a las negociaciones con el FMI y la posibilidad de que se incorporen en esa negociación temas de relevancia para el sector, más de mitad de los consultados (el 55,1%) consideró que no estarán representados sus intereses en esa discusión, y el 40,6% considera que los intereses del sector estarán poco representados.
Solamente el 3,4% considera que estará representado el interés del campo en dichas negociaciones.

Además, sobre la expectativa respecto de que una corrección brusca del tipo de cambio, una gran mayoría de los consultados cree que habrá un suceso de ese estilo, mientras que casi el 23% cree que es poco o nada probable que ello suceda tras las elecciones.

Por otro lado, manifestó que "una clara mayoría del total de la muestra consideró que la diferencia entre el oficialismo y la oposición se ampliará en noviembre respecto del resultado de las PASO y un 35,4% considera que la diferencia se mantendrá igual".
Consultados por el impacto que pueda tener el resultado en las políticas del Gobierno, el 64,6% cree que habrá cambios negativos en la orientación, mientras que solamente el 4,6% cree que habrá cambios positivos.

El sector también observa como una amenaza la presión impositiva que puede impactar en el campo.

Casi el 73% cree que la presión impositiva aumentará luego de las elecciones.
En tanto, consultados sobre la evaluación que hace el sector de las primeras semanas del ministro Julián Domínguez, un 65,7% de los encuestados evaluaron su desempeño como malo o muy malo, mientras que el 24,6% los consideró regular y solo el 5,1% de los encuestados lo calificó de bueno o muy bueno.

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