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EL DRAMA EN PRIMERA PERSONA

Desde Japón, Roberto Decarre contó detalles sobre la tragedia ocurrida el pasado viernes

En diálogo exclusivo con DEMOCRACIA, el cantante juninense narró la experiencia vivida en el país asiático y expresó su temor por las explosiones en Fukushima. Esta noche vuelve al país junto a la Orquesta Color Tango.

Luego del dramático momento vivido en Japón, el cantante de tangos juninense, Roberto Decarre, habló en exclusiva con DEMOCRACIA para contar los detalles del desastre.
El joven músico había viajado al país asiático junto a la Orquesta Color Tango, con la que tenían planificados 40 conciertos, de los cuales sólo se vieron obligados a suspender el último.
Desde Kobe, a 750 kilómetros de Fukushima, Decarre afirmó: “En este momento estamos en Kobe, una ciudad bastante al sur, cerca de Osaka. Ayer (por el lunes) terminamos la gira con doble show. En realidad nos quedaba un show más por hacer en la ciudad de Joetsu (a la altura de Tokio, sobre la costa del Mar de Japón), pero hemos decidido suspenderlo y adelantar los pasajes dos días. Teníamos pensado regresar el 18 (de marzo), pero volvemos el 16 a la noche por Qatar Airways”.

El momento del desastre


Aún consternado, Decarre narró el “minuto a minuto” del terremoto que asoló a Japón en la madrugada del viernes.
“El viernes estábamos en el Teatro Nakano Sun Plaza de Tokio, a  360 kilómetros de Sendai. Teníamos programados dos conciertos para ese día y dos para el sábado. En el primer show, durante el último tema de la primera parte, comenzaron los temblores. En el escenario estaba la Orquesta y las tres parejas de baile. Yo estaba al costado, viendo todo, ya que es un tema instrumental”, comentó el joven.
 Y siguió: “Primero comencé a escuchar murmullos de la gente. Yo no sentía nada. Pensé que habría alguien desmayado en la platea y que se había armado revuelo. A todo esto la Orquesta seguía tocando. Como no podía saber qué pasaba, caminé unos metros hacia atrás para ver quién se había desmayado, hasta que ahí sí empezó a sacudirse el piso como si estuviera arriba de un barco”.
“Ahora, haciendo memoria e intentando recordar las sensaciones, me acuerdo que apenas sentí el primer movimiento de la tierra y me di cuenta que era un terremoto tuve una sensación algo así como de ‘listo, hasta acá llegamos’, pero esa sensación no duró más de un segundo. Al segundo siguiente me volvió la calma y no volví a perderla durante todo el tiempo que siguió, seguramente porque no comprendía la gravedad de la situación”, expresó Decarre.
El músico aseguró que, minutos antes de ocurrir el sismo, le habían recomendado quedarse “debajo de los marcos de las puertas”, por lo que inmediatamente se fue a resguardar a la entrada del local.
En ese momento, uno de sus compañeros comenzó a gritar, pidiendo que todos salgan del lugar. Una vez en la calle, Decarre pudo ver el camión que transportaba sus instrumentos musicales “sacudiéndose muy fuertemente” y a los altos edificios de los alrededores “que se balanceaban como si fueran árboles movidos por el viento”.
Sin embargo, y pese a las réplicas del terremoto que se sucedieron durante los primeros minutos, el músico aseguró que la calle le daba seguridad.

El Tsunami

Según contó Decarre el gran susto llegó cuando, minutos después, uno de los organizadores del show los alertó sobre la inminente llegada del tsunami: “Ahí me di cuenta de que no era joda, porque hasta el momento para mí no era algo grave”, aseguró.
“Al rato volvimos a entrar a la zona de los camarines y ahí pudimos ver las noticias. Ya había impactado el tsunami en Sendai y había cientos de muertos. Nosotros habíamos estado días antes en esa región, incluyendo el aeropuerto, que estaba completamente inundado. También veíamos las imágenes de los incendios, fue impactante”, sostuvo el joven.´

Un largo camino al hotel

Pese a lo sucedido, la ciudad de Kobe parecía seguir su vida “normal”. Por lo menos así lo indicó, sorprendido, el juninense: “A las pocas horas, por no decir minutos, la gente andaba por la calle casi como si nada hubiera pasado. Fuimos a caminar por una galería que queda en frente del teatro y los negocios estaban abiertos y la gente estaba comprando”.
Sin embargo, el tránsito vehicular y el corte de los servicios comenzaron a notarse a las pocas horas. En este sentido sostuvo: “Ese día fue muy difícil volver del teatro al hotel de Roppongi. Tardamos exactamente dos horas en hacer un trayecto de media hora. El tránsito estaba completamente colapsado, porque los trenes y subtes no funcionaban. Cuando llegamos al hotel, nos comunicaron que no había ni agua, ni conexión a Internet. Internet volvió a las dos de la mañana, y el agua al otro día”.

Sigue el temor

Tal como informaron los medios internacionales, las réplicas del terremoto se sucedieron durante gran cantidad de horas. Así lo confirmó Decarre, quien sostuvo: “Las réplicas eran continuas. Al principio, cada vez que se movía, nos parábamos y apuntábamos a la puerta, pero después nos dimos cuenta de que no pasaba nada, y hasta nos acostumbramos”.
Dos días después, el juninense y la Orquesta Color Tango se trasladaron a Kobe, al sur del país.
Todavía consternado por lo sucedido, el músico expresó: “Cada tanto siento que el piso se mueve, inmediatamente busco algo que esté colgando para confirmar mi sensación y me doy cuenta de que era mi mente. El miedo al terremoto pasó entre nosotros, pero lo que está muy presente es el problema en Fukushima. Tememos miedo de que pueda pasar algo realmente grave. Nos pasamos mirando la televisión y leyendo diarios de todo el mundo para estar al tanto de todo lo que pasa”.

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